Para Frances
[Ya que he sido capaz de volver, aunque sea virtualmente, al taller, voy a aprovecharme. Ayer se trataba de escoger un texto -relato, poema o lo que fuese- de alguien y hacer algo con o a partir de él.]
poema para mi querida dientes rotos
(Bukowski)
conozco a una mujer
que no para de comprar puzzles
puzzles
chinos
de madera
de metal
piezas que al final encajan
en un cierto orden.
los hace
matemáticamente
resuelve todos los
puzzles.
vive junto al mar
pone azúcar en el jardín para las hormigas
y sobre todo cree
en un mundo mejor.
tiene el pelo blanco
que rara vez peina
tiene los dientes rotos
y usa ropa de trabajo grande y floja
sobre un cuerpo que
la mayoría de las mujeres desearían tener.
durante muchos años me irritaron
lo que yo consideraba
excentricidades suyas,
como aquello de echar cáscaras de huevo en el agua
(para aportarles calcio
a las plantas).
pero al final cuando pienso en
su vida
y la comparo con otras vidas
más deslumbrantes, originales
y hermosas
me doy cuenta de que ella es la que ha herido a menos
gente de todas las personas que conozco
(y con herir solo quiero decir herir).
ella ha pasado épocas horribles,
épocas en las que tal vez yo podría
haberla ayudado más
porque ella es la madre de mi única
hija
y hace tiempo fuimos grandes amantes,
pero ella ha superado todo eso,
como he dicho
es quien ha herido a menos gente
de todos cuantos conozco,
y si lo miras de ese modo,
bueno,
ha creado un mundo mejor.
ha ganado.
Frances, este poema es
para ti.
- Oye, Charlie, al salir vamos a ir a tomar algo por ahí, todos. Te animas, ¿no?
- ¿A tomar algo? No sé, así de pronto.
- Venga, hombre, vienen todos. Las chicas también. Es solo un rato.
- Ya. Estaría bien, pero es que me esperan en casa, no sé.
- Vienen Carla y Cindy.
- Coño, las habéis convencido.
- ¿Has visto cómo viene vestida Carla, hoy?
- Joder, parece que se le van a salir las tetas.
- Vamos a ir a un bar que conoce Billie.
- Joder...
- ¿Diga?
- Hola, soy yo.
- Hola, cariño, ¿qué tal?- Bien, bien.
- Dime.- Oye…
- ¿Qué?
- Mira, que es que estoy un poco liado aquí, con el trabajo, y eso.
- Vaya. ¿Y vas a tardar, entonces?
- Pues sí. ¿Has hecho la comida, ya? Es que no sé si podré ir, ¿sabes? A lo mejor no vale la pena que me esperes.
- Sí, ya la he hecho. He hecho pasta, pasta con el queso ese que te gusta.- Ah, sí. Ya, es que no sé.
- Pero no te preocupes, ¿eh? Si vienes pronto, te lo caliento y punto; y, si no, no pasa nada.- Es que, ¿sabes?, no sé, pero es que también me ha dicho la gente que iban a tomar algo por ahí…
- Ah, ya, ¿y te apetece?
- Bueno, van todos.
- Pues ve, no te preocupes.- No sé...
- Ve, hombre.- Vale. Bueno, pues voy, ¿vale?
- Claro. Pásalo bien.
- Oye, ¿qué tal la niña?
- Bien, muy bien. Por la mañana tenía algo de fiebre aún, pero ahora está muy bien, muy contenta. Está sentada a mi lado, mirando lo que hago.- ¿Y tú?
- Bueno, así así. En general bien, pero a ratos me acuerdo y se me viene todo encima. Ya sabes.- Ya. Ánimo.
- Claro. No te preocupes, estoy bien.- Bueno.
- Hay que pasar estas cosas. Estoy bien, no te preocupes.- Bueno.
- No pasa nada.- Vamos casi todos, ¿sabes? Vienen algunas de la oficina, también, algunas chicas.
- Muy bien. Pues eso, pásalo muy bien.- Sí.
- Bueno, pues chao.
- Sí. Dale un beso a la niña, ¿vale?
- Claro. Un beso.- Un beso.
- Hasta luego.- Hasta luego. ¡Oye, Frances!
- Dime.- Gracias, ¿eh?
- No seas tonto. Hasta luego.
aysh aysh porto...
ResponderEliminarde todos los poemas de bukowski...
es usted carne de diván
ResponderEliminar:)
No lo sabe usted bien. Y si solo fuera por esto...
ResponderEliminarJajajaja
ResponderEliminar(me río sola, porque ya se debe haber largado a su casa)
Recibo su risa, señorita. Buenas tardes.
ResponderEliminarbuenas tardes/noches
ResponderEliminarPero bueno, esto está muerto!
ResponderEliminarPorto, dónde están sus amigos?!, han tenido un repentino ataque de laboralidad!?
Yo no tengo amigos, Celia, ¿aún no te has dado cuenta? Aquí solo entras tú; todos los demás son heterónimos míos, entre los que voy cambiando para que parezca que hay conversaciones.
ResponderEliminarPero hoy estoy demasiado cansado para la pantomima de cada día; ese constante cambiar de cuenta y de clave me agota, amiga mía...
Sí, hombre, alguno sí que tiene, pero es que nos hemos bajado todos al bar de Billie, que hoy daban pinchos gratis.
ResponderEliminarNo os ha avisado NáN?
Que tío! Siempre igual...
¿Ves, Celia? Hasta me lío. El último comentario se lo quería atribuir a Sirwood y me ha salido Filla.
ResponderEliminarQué desastre.
Y me encanta cuando hago de anónimo.
ResponderEliminarPorto.
¡Eso sí que no!
ResponderEliminar¡Sirwood, a tu cuarto ahora mismo!
¡Jajajaja! Están locos estos romanos.
ResponderEliminarjejeje
ResponderEliminarNo sin mi gusiluz.
ResponderEliminarSirwood
Caaalma, Filla, que para todo hay tiempo.
ResponderEliminarAVISO: hay una quedada general en el bar de Billie aprovechando que da pinchos gratis. Cada uno se paga sus cervezas y las de Porto y Filla, por dar el queo, y las mías, por avisar.
Hala. ¿Ves que fácil, Filla?
Señor de Portorrosa, aunque la lógica implacable del Taller es que si el tema es "zapato" se puede hablar de un "pato", y por tanto su elección es ortodoxa, que quede claro que quedó claro que se trataba de tomar un relato y hacer otro a partir de él. Espero que cuando alguna vez nos basemos en un poema no nos mande El Quijote entero y un soneto suyo.
¡Protesto! El otro día dijisteis que el texto de referencia podía ser un poema, o lo que fuese. Lo juro.
ResponderEliminarY yo he hecho un microrrelato (dialogado, eso sí, pero vale) a partir de él.
Le aseguro a usted que en ningún momento creí estar estirando las reglas del día, y mucho menos rompiéndolas...
nenaza
ResponderEliminar(Dios, qué tía... ¡La mato, como la coja la mato!)
ResponderEliminarEs una mente libre.
ResponderEliminarDemasiado tiempo sin robar instantes por estas páginas,sin sus compañías... Olvidé lo bien que me sientan...
ResponderEliminarMe alegro mucho.
ResponderEliminarFue una pena no poder verte en la capital.
Estuve por allá pero supongo que nos cruzamos en los cursos. Yo también le eché de menos. Aún me quedan dos asignaturas para el año que viene. Y siempre nos quedará esta silla...
ResponderEliminarAh, descuida, a mí también. Dos, más la del "dire", que al final la tuve que dejar. Así que nos vemos seguro.
ResponderEliminarBesos.
seguro!, yo tb tengo la de sepúlveda y la de grasa. En el fondo lo hice a propósito para alargar reencuentros. Besos
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