24.7.09

El parque de los ciervos

No les voy a hablar de Norman Mailer; les voy a enseñar un parque que hay no muy lejos de Copenhague.

Es un parque público, de acceso libre y gratuito a pie o en bici, que ocupa lo que en su momento fue la finca de caza de los reyes.



El edificio del fondo es el antiguo pabellón de caza real:



El parque llega casi hasta el borde del mar.



Y hay unos dos mil ciervos sueltos (hembras, machos y crías), campando a sus anchas.



Qué desastre parece todo, ¿verdad?

Si es que yo no sé cómo no se les cae la cara de vergüenza, a los daneses éstos...

22.7.09

A furore Normannorum libera nos, Domine

Asolaron las costas europeas, y hasta tal punto los temían nuestros antepasados que tenían una plegaria sólo para ellos.







Pero yo no sé qué les pasó a aquellos chicos, porque coincidirán conmigo en que esto, muy de terribles vikingos no parece, ¿no?

21.7.09

CPH

Darles una idea del centro de Copenhague no me es posible, porque he hecho muy pocas fotos, y casi todas son bastante malas.

De todos modos, aquí tienen unas imágenes, todas ellas de dentro de la ciudad.

Jardines


Las tejas esmaltadas son muy frecuentes


Oficinas. Hay que joderse...


Los antiguos almacenes de la zona portuaria son ahora viviendas o edificios públicos



15.7.09

Danmark

Mañana me voy a Copenhague, hasta el domingo.

Ya he estado allí varias veces; la última, hace cuatro años. Han cambiado mucho las cosas desde entonces, aquí y allí.

Que ustedes lo pasen bien. Hasta la vuelta.

14.7.09

Envía MUERTE

Cuando vas a morir? Como moriras? Quieres saberlo? Prueba el TAROT DE LA MUERTE. Te atreves? Te sorprenderas. Responde enviando MUERTE al 7332 (dsd0,9e/sms)


(Sic, todo)

Hay cosas que me hacen pensar en una carrera desbocada hacia la imbecilidad total.

Afortunadamente, muchas otras no.

8.7.09

El placer de vivir

Que es el que, tras pasar por el de leer y el de escribir, en realidad buscamos.



Yo, que tengo la suerte de formar parte, aunque desde la distancia y a trancas y barrancas, del Taller del Bremen, tengo ahora la alegría de anunciarles la próxima presentación de su primer libro colectivo, con relatos de sus miembros más antiguos (entre los que no me encuentro).

Será este sábado, día 11, en Madrid, en Ladrón de tinta, sito en el número 2 de la calle Noviciado.

Yo no podré estar, a pesar de que me encantaría. Pero les animo a ir , porque se van a encontrar alegría, cariño, inteligencia a raudales y literatura.

6.7.09

¡Espabila!

Lo malo de las obviedades es que demasiado a menudo las obviamos.

La mejor manera de librarse de un problema es resolverlo.

Brenda Francis


...si se puede, añado yo, que soy muy así. Pero vamos, que se puede más de lo que nos gusta pensar.

2.7.09

Estudio

Muchos años después... ayer volví a estudiar a una biblioteca.

Supongo que mi edad y el hecho de que por primera vez en mi vida estoy estudiando por placer (no así con placer, que eso ya lo había hecho antes, que conste) me convertían en una excepción en la sala de estudio. Pero como para mí los excepcionales eran todos los demás, no se lo creerán, pero buena parte del tiempo se me fue mirando para ellos.

Estudiar, en parte, es duro.

Que sí. Olvídense por un momento de que eran jóvenes e insensatos, y de los atractivos innegables, que no necesito recordarles, de la vida de estudiante. La sombra acechante de los exámenes, la recurrente constancia de la propia niputez, ese toro cogiéndote una y otra vez pese a los propósitos de enmienda, etc., suponen una considerable presión. Por no hablar de las oposiciones: la insoportable rutina diaria que tiene, como solitario faro guía en un horizonte muy lejano, una apuesta a una sola carta.

Ayer había de todo: los aplicados (aplicadas, más bien), la subrayadora de boletines (escalofríos, me entraban, sólo de verla), el que iba tirando, y el que en dos horas y media debió de pasar la página una vez, y que cada dos minutos se recolocaba, muy dispuesto él, se sentaba derecho y se ponía a ello con un renovado ímpetu que le duraba unos treinta segundos, hasta que por ejemplo una uña se convertía en un objeto de un interés y un misterio hasta ese momento insospechados.

Y todos, todos ellos/nosotros, levantando la cabeza como un resorte al menor ruido, atendiendo con agradecimiento y una curiosidad infinita a cualquier distracción, y recibiendo con un júbilo íntimo y conmovedor el anuncio del cierre de la sala.

Me gustó mucho.

Y más me vale, porque es lo que me toca este mes.