Cádiz
El faro del castillo de San Sebastián, desde la Caleta
Cádiz es una maravilla, qué quieren que les diga.
Décadas de crisis (que sigue), años de dejadez, hicieron que la ciudad, muy lejos de su esplendoroso pasado, no sólo adquiriese un aire decadente sino que llegase a convertirse en un sitio sucio y de aspecto pobre que ponía difícil el amor a primera vista.
Y eso explica, supongo, que Cádiz siga sin tener la fama de ciudad bonita que, entre las capitales españolas, le correspondería. Pero ahora que está limpia, que está cuidada y que lleva años haciendo un gran esfuerzo en rehabilitación, se ve hasta qué punto lo es.
Desde la Torre Tavira
El Cádiz antiguo, de Puerta de Tierra para dentro (o para fuera, vamos, hacia el mar), está formada por varios barrios muy diferentes entre sí, humildes unos y testimonio de la riqueza del XVIII otros, por cuyas calles rectas, estrechas y larguísimas se puede vagar durante horas, o días, sin encontrarse nada que rompa el encanto (ventajas de esa crisis económica), flanqueado por edificios maravillosos, y desembocando casi por sorpresa en alamedas y plazas acogedoras que parecen de otra época y otras latitudes y viendo siempre, al fondo, el mar, verde, y su luz.
Pero es que Cádiz (la ciudad, Cai Cai) tiene, además, una enorme personalidad, que le dan su historia y los gaditanos, que, aunque sea un tópico, es verdad que son especiales.
Nuestros sueños no caben en sus urnas/Ná, to es cuestión de doblarlos bien
Fíjense si me gusta, que un gallego apegado a sus raíces como yo a veces ha pensado que no le importaría ser de Cádiz.
Pues ahora que lo dices... te pega.
ResponderEliminar¿Qué tal el guerrero al regresar de la batalla, Sebas?
ResponderEliminarUn abrazo.
A mí no me importaría ser gallega. O sevillana. O...
ResponderEliminarVi Cádiz de refilón trabajando un día: el puerto (comimos fatal). Es una de mis visitas pendientes. Espero que hayas encontrado lo que buscabas.
Seguro que está pendiente, Viajes, porque tiene que gustarte.
ResponderEliminarPues sí. No sólo buscaba a Cádiz, claro, y creo que volví contento.
Buenos días.
Compartimos el mismo sentimiento. Las primeras veces me gustó mucho, sobre todo su ambiente, pero la encontré deteriorada. El año pasado encontré la ciudad preciosa y muy cuidada.
ResponderEliminarSi le preguntas a Jorge donde le gustaría vivir, suele contestar "Cadiz" y te explicará que le gustaron mucho unos columpios.
(Se van a pensar que tengo miles de primas repartidas por toda la península.)
ResponderEliminarPues es una razón de mucho peso, ya lo creo. Las ideas, claras.
Un beso.
Creo que en agosto volveré a Cádiz unos días, a comer unos langostinos en El Faro, regados sin pudor con botellas y botellas de Barbadillo.
ResponderEliminarSalud!
Hombre, No, cuánto tiempo.
ResponderEliminarOye, no me hagas mucho caso, pero El Faro de Cádiz (no sé el del Puerto), ¿no ha cerrado? Desde luego, donde yo creo que estaba ahora había otro restaurante (con muy buena pinta también, la verdad).
Pero vamos, que para comer bien no vas a tener muchos problemas... ¡Qué excesos!
Un abrazo. Me alegro de verte.
Porto, mucho me temo que usted no lee su email... Al menos, no el de la dirección que ha tenido a bien dejarnos en el blog.
ResponderEliminarNo, Viajes, no lo puedo leer casi nunca, esta temporada...
ResponderEliminarPero te voy a mandar otro que sí abro a diario, a tu dirección, ¿ok? De lo contrario, no leeré lo que (supongo) me has escrito hasta sabe Dios cuándo.
Y buenos días everybody.