Se van
Hace un mes y pico fue Tato, de Activando la disidencia, y anteayer Ismael Rozalén. Y lo siento, ya lo creo que lo siento, porque para mí eran, de los blogs que leo, dos de los mejores.
Parece que lo de Tato es definitivo (dentro de lo definitivo que puede ser algo en esta vida), pero creo que la despedida de Ismael obedece a sus actuales circunstancias. Espero que su situación, sea cual sea, mejore; primero por él, obviamente, pero después por mí, para poder seguir visitándolo.
Un abrazo a ambos. Y muchas gracias.
Bien que lo sentiremos.
ResponderEliminarYo mismo me he planteado varias veces a abandonar el mío.¿Por qué? Por otra parte,nunca dejaría de escribir,ya sea en unas cuartillas o en una libreta.Es curioso,me querido Portorosa,pero a veces cuando navego por la blogosfera me encuentro con blogs abandonados,a la deriva,de cuyo último post ni tan siquiera se lee una despedida.Me parece poético y a la vez trágico.¿Se abrá muerto? ¿Estará muy enfermo? Mi imaginación se dispara más por las preguntas que suscita esa ausencia enigmática, que por lo que hay escrito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo portorosa, gracias por tu entrada. Yo creo que sí, que el cierre es temporal, que en cuanto ponga este nuevo barco en buen rumbo, volveré a la carga. Lo que sí seguiré haciendo, desde luego, es pasarme por tu casa y seguir leyéndote con frecuencia. Hasta pronto. Un abrazo.
ResponderEliminarComparto tu pesar, amigo Portorosa, por el cierre de estos dos blogs tan interesantes. Me alegra comprobar que el de Rozalén es un cierre temporal.
ResponderEliminarSaludos
Me alegro de que sea así, Ismael.
ResponderEliminarUn abrazo, y otro a ti, Gatito (cuánto tiempo).
Y perdón por no contestar antes; es que no estaba.
Amigo, Portorosa, nunca me he ido. Te leo aunque no comente. Tu blog es uno de mis enlaces y como tal está entre mis preferidos. A veces es mejor leer en silencio, aunque otras no me resisto a dejarte algún comentario, pero que sepas que te sigo. Estás en mi juego de los enlaces, que precisamente es mi último post. Un abrazo.
ResponderEliminarCurioso. Hasta hace nos días no he entrado en tu blog al que he llegado en esos eternos rebotes de blog en blog (y de oca a oca....). Al leer lo del Tato di un respingo. No, yo no había cerrado mi blog. Ni tempoco escribo tan bien. Así que era otro Tato. Curioso, sí. Entré y debo reconocer que sus ciento y pico cuentos me han enganchado. Una lástima que lo cierre.
ResponderEliminarSaludos