Emilio de Velourís
Después del velatorio vino el entierro.
Algo bueno habrá hecho un hombre cuando sus nietos lloran así por él. Pensé, al verlos, que ojalá a mí me pasara lo mismo dentro de muchos años. Volviendo a lo del sentido de la vida, esto se le parece un poco.
El cariño que vi en su familia hizo (una vez conseguí no prestar atención a la cháchara del ochenta por ciento de los asistentes) que hubiera algo reconfortante en el entierro.
Les contaba cuentos. A los nietos, les contaba cuentos por las noches.
Un abuelo que sepa contar cuentos es una bendición del cielo. Admiro -en general- profundamente a nuestros abuelos. Creo que están, moralmente, un escalón por encima de nosotros. Han pasado lo indecible, han visto el mundo volverse loco varias veces, tendrían motivos más que suficientes para pasarse el día gesticulando y, sin embargo, parece que su máxima es "no molestar": Hacer todo lo posible por escabullirse cuando no son imprescindibles (obviamente, con las excepciones de rigor). Saben callar con dignidad.
ResponderEliminarMi abuelo me contaba cuentos, los mismos que años despues, le contaba mi madre a mis hijas y que espero poder contar a mis nietos algún día...
ResponderEliminarMi abuelo era un hombre muy cariñoso,siento que no me hubiera visto crecer, seguro que le hubiera gustado.
Bonito fin de un duelo gallego.
Saludos
Luna
ke sepas ke se dice O Vicedo y no "vicedo" .lo digo por uno de tus articulos anteriores y ademas es Ria de O Vicedo
ResponderEliminarEstas dos últimas entradas son muy valiosas, Porto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Curioso que alguien que entre en ese mundo de la utilización de la “K” cuando hay que usar “qu” perciba la falta de artículo en un nombre propio como Vicedo. Lo cierto es que el nombre correcto –oficial– es el que tú dices, anónimo, pero todos sabemos que los de allí “de sempre” dicen Vicedo, como Coruña –no A Coruña– o incluso otros muchos topónomos en castellano, cuando ahora todos sabemos que son en gallego. Está bien la matización, de todos modos, insisto en lo de “k”, es muy ”jergal”. Por cierto, y que no te parezca mal, con respecto a lo de Ria de O Vicedo, querrías decir Ría, supongo. Ya que hablamos de como se dicen las cosas...
ResponderEliminar¡Qué figura tan importante la de un abuelo para un niño! Incluso cuando el niño ya pasa de los 40
ResponderEliminar¿y tu como sabes que lo de O Vicedo dicen "Vicedo"? yo vivo aqui y no nos gusta que digan Vicedo.Seguramente los que dicen vicedo sean lo veraneantes que tanto odiamos por aqui y que han provocado el fenomeno urbanistico.
ResponderEliminarsentimiento vicedense
Gracias, Conde.
ResponderEliminarA los demás, un saludo afectuoso.
Al anónimo de Vicedo:
No tengo ningún interés en polemizar sobre ese "O". Yo no lo uso porque en mi familia de Vicedo (no turistas, no de fuera) no lo usan, y así lo he oído toda la vida. También conozco a quien lo dice, y por supuesto sé que es la denominación oficial. En cualquier caso, y aunque no demuestra nada, lo he oído (allí, en Vicedo) muchas más veces sin el artículo... Bueno, sí demuestra algo: que no es verdad que "a los de Vicedo no os guste".
Con respecto a la ría, no sé cómo comprobarlo sin dedicarle demasiado tiempo, pero siempre he creído que su nombre oficial era Ría do Barqueiro.
Supongo, por cómo escribes, que eres joven. Mira, a mí te aseguro que me espanta lo que están empezando a hacer en Vicedo (me refiero al urbanismo, también), pero creo que con el tiempo irás moderando tu opinión o, por lo menos, centrando más el tiro. Eso de que odiáis a los veraneantes, además de tonto, no creo que sea cierto; creo que, por fortuna, hay poca gente que meta en el mismo saco a todo el que llega y les ponga una etiqueta. Del mismo modo, y aunque ya sé que a la gente le hace falta el dinero, cada uno tiene, al final, lo que se merece, porque si se construye es porque hay gente de Vicedo a quien le importa bien poco que vayan a destrozar el pueblo y su costa, con tal de conseguir dinero fácil y rápido.
(Y eso, por no hablar de los políticos que mandan en Vicedo y consienten todo. Políticos que votáis vosotros)
No te mosquees tanto por cosas así, hombre. Conserva tu ímpetu para luchar por tu pueblo donde en verdad haya que hacerlo.
Y bienvenido, de todos modos.
bueno yo de momento no tengo edad de votar por eso estan esos politicos.Yo por lo que veo vosotros intentais escribir de una manera correcta pero cometeis el error de no ponerle el articulo a "O Vicedo".Y claro que odio a los veraneantes como la mayoria de la juventud y poblacion de O Vicedo te guste o no porque el nuestro era un pueblo muy tranquilo y hermoso hasta que llegaron los especuladores del suelo.Y esta claro que tengo que luchar por mi pueblo y lucharé allí donde haga falta y creo que aqui tambien es necesario porque internet es un medio que se extiende por todo el mundo, y para eso nuestra plataforma
ResponderEliminar"sentimiento vicedense" esta luchando dentro de nuestro municipio y fuera de el
un saludo
Atravesar tu vida para que alguien, o muchos, acaben diciendo de ti que fuiste una buena persona, está bien. Pero como dice tu amigo Punset, no hay que preocuparse tanto en saber —como hace tanta gente— si hay vida después de la muerte (o si hay gente que te llame bueno más allá de la muerte), sino si hay vida antes de la muerte (o alguien capaz de llamarte bueno hoy). Y ocuparte de eso. Y hacer de eso tu juego de muñeca y de cintura.
ResponderEliminarY si para eso hay que comerse el filete de más nervios de la mesa, pues se lo come uno. Y en paz.
:-)
Emilio de Velouris. Hermoso.
Un beso, querido.
Tu pueblo, Anónimo, era un paraíso en la ría más bonita del mundo. Y claro que corre peligro de perder todo lo que hacía que valiese la pena.
ResponderEliminarPues trabaja, Anónimo, trabaja duro y en serio, y donde hay que trabajar, para impedirlo. Pero acuérdate de que para enfrentarse a los especuladores y a los políticos corruptos hay que saber más que ellos; que las ganas no bastan.
Querida Donna, ¿te acuerdas de las bolas de carne que se les forman a los niños (y a mí de vez en cuando, de pequeño) cuando meten en la boca un trozo muy duro? Pues eso.
(Qué alegría verte)
Sí, lo de Velourís es precioso, me parece.
Un beso, querida. :)
Hay que destacar la importancia del cuento; es decir, la palabra en todas sus formas (hasta en la imagen del hombre observando la atroz formalidad), el abuelo pudo haber estado en alguna guerra, haber amado a una prostituta y haber sabido lo que es la cubierta de un barco pesquero y sus ñietos lo observan fascinados sin saber que es un hombre; es un abuelo. Insisto con la importancia del cuento.
ResponderEliminarFelicitaciones por el blog, me pasaré seguido,
Saludos,
Damián
Antes de leer los comentarios pensaba decir que uno recoge lo que siembra, aún después de muerto.
ResponderEliminarCon la tonta polémica que se ha formado, "estropeando" una entrada tan bella, creo que la frase cobra aún más sentido.
No se debe simplificar ni generalizar tanto, en mi humilde opinión.
Tawaki, discúlpame pero no entiendo bien a qué te referís precisamente cuando decís que no hay que simplificar ni generalizar tanto. Creo que ambas opciones son, en si, dos caras de la misma moneda: la reducción. Por mi parte, coincido contigo de que la entrada es bella y agrego que la polémica, a veces es sana, otras veces no tanto pero, repito, hay más de una lectura quizás en este breve relato.
ResponderEliminarSaludos cordiales,
Damián
Muchas gracias, Rincón, y bienvenido.
ResponderEliminarHermosa entrada de nuevo. Opino como conde, que las dos últimas son estupendas.
ResponderEliminarAbrazo,
X.
Un cuento es la conversación más larga que se puede tener con un niño pequeño... Pero lo que realmente importa y crea poso es el tiempo, ese tiempo que pasas con ellos, sin prisas, escuchándoles,haciéndoles ver que son importantes, que te interesa lo que te cuentan...
ResponderEliminarMi madre es así, es una superabuela, y el día que falte será (lo sé) un de los peores días de la vida de mis hijos.
Bicazos primo.
Un gran tesoro recibieron esos nietos, inolvidable, irrepetible. Y tú nos lo relatas de forma sucinta pero magistral. Coincido con las opiniones de Conde-duque y Donna. Un abrazo, mucho más ahora que acabo de estar cenando contigo ;-)
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarPues muchas gracias de nuevo, Xavie. Se ve que lo mío (si es que hay "lo mío") son estos temas más o menos sentimentales, y en concreto los que afectan a la familia.
"Eduardo, míranos...", eres M., ¿no? (ya una vez lo creí y eras E.). Estoy de acuerdo contigo en lo de los niños (¿quién no va a estar de acuerdo contigo en todo lo que tenga que ver con ellos?), y más, si cabe, en lo otro... Pero es que tu madre no es sólo una superabuela, es una superpersona.
Un beso muy grande.
S., gracias. Yo creo que cenamos un poco de más (lo he creído hoy, al levantarme), ¿no?, pero fue muy agradable. Hasta ahora mismo.
Por simplificar entiendo: Que sean los veraneantes los únicos culpables de la situación en el pueblo.
ResponderEliminarPor generalizar entiendo: Que sean todos y cada uno de los veraneantes.
Para mí son cosas diferentes aunque puedan parecerse en ocasiones.