La bata de Audrey.
Audrey está cruzada de brazos, de pie ante una chimenea, con mirada lánguida y angelical. Y tiene puesta una bata de cuello y puños de toalla blanca y de dibujo profuso de flores geométricas.
Y lo curioso, lo maravilloso, es que ella, así en bata, es la personificación de la clase y la elegancia. Y ese dibujo, que podría ser el de las paredes de un baño de los 70 -y entonces sería hortera, muy hortera, y cutre, y sería verde y negro-, en su bata es el más bonito y sofisticado que uno podría imaginar.
ResponderEliminarY aquí la tienes increiblemente bella en toda su madurez. Ella irradiaba todo lo bueno que albergaba en su interior.