Bajo un ardiente sol
Publicado en el suplemento cultural Táboa Redonda del domingo 06.05.18 |
Bajo un ardiente sol
"La
canción más graciosa del mundo se compuso para mi ciudad: “Ferrol, Ferrol,
Ferrol, donde yo nací bajo un ardiente sol”. El anónimo autor al que en 1910 se
le ocurrió tenía que ser un coñero. Hubo unos años en que a última hora del día
la ponían con las campanadas del ayuntamiento, y era fascinante oírla sonar sobre
los paraguas que cruzaban la plaza de Armas.
Ustedes
son de Lugo o Pontevedra, o de más lejos si cabe, así que nunca han venido a
Ferrol. Ni falta que hace, pensarán. Es tan feo, tan aburrido y cerrado, y está
tan deprimido económicamente que nos han comparado con Mordor, Corea del Norte
y Detroit. Y aun encima está en la esquina: no vale la pena.
Eso
sí, seguirán sin conocer su conjunto patrimonial, el segundo más importante de
Galicia. Y no pasearán por el centro ni se enterarán de que las galerías de
nuestras rectilíneas calles no solo fueron las pioneras, allá en el XVIII, sino
que siguen siendo preciosas. Ni sabrán que ir de vinos es cada vez más
diferente, y que también aquí se come muy bien. Ni les llevarán a los dos
castillos que llevan tres siglos guardando la ría, ni a las playas casi
vírgenes que hay a diez minutos. Nadie les contará que desde 1983 mantenemos
una perfecta y neurótica alternancia izquierda-derecha en el gobierno municipal,
ni que, a pesar de que la economía es la que es y, efectivamente, tiene las
flaquezas de todos los monocultivos, ni nos hemos muerto ni estamos moribundos,
y hay vida. Y cultura. E iniciativas. No vengan y no conocerán una ciudad
segura, abarcable y acogedora donde es un lujo poder criar a los hijos, y que
no se merece casi ninguno de los tópicos que pesan sobre ella.
Excepto
uno, que es cierto: no nos valoramos. Es verdad. Nos quejamos, protestamos para
que alguien venga a resolvernos los problemas y hablamos mal de lo que tenemos,
que siempre es peor que lo de fuera: las casas se caen, aunque seamos la ciudad
gallega donde más se rehabilita; no salimos porque no hay nadie, y no hay nadie
porque vamos a salir a otros sitios; y no abren las tiendas porque no hay gente
por la calle, y no hay gente porque, total, está todo cerrado. Tenemos la
autoestima por los suelos. No nos queremos.
Y
eso hace mucho daño. Porque el derrotismo siempre acierta: si dices que no, va
a ser no.
Por
eso –y sin querer caer en un positivismo estúpido ni obviar nuestros problemas-
estaría bien, sería fantástico, revulsivo y revolucionario, que en Ferrol
dijéramos que sí. Que pusiéramos buena cara. Que nos quisiéramos un poquito. Porque,
a veces, quererse lo cambia todo."
* * *
Algún día llegará la suerte a Ferrol, porque la merece. Porque es un poco como Vigo.Una ciudad maltratada, golpeada por la crisis y que tiene al lado a una ciudad a la que todo le es poco para ella: A Coruña.
ResponderEliminarEl viernes, en Alcazar de San Juan, estuve hablando con un tipo de Ferrol. Él me decía, "Ferrol no es nada del otro mundo pero madre mía... llueve y como se come". Yo le dije que me iba a vivir a Ferrol mañana mismo, que el verde te da la vida y que el que dice que Ferrol es malo para vivir es que nunca ha estado en La Mancha profunda.
ResponderEliminarEste fin de semana intenté cenar fuera dos veces... pero con la Fashion Night y Los Mayos de Canido no encontré mesa. El Domingo me contó un amigo que se tuvo que ir a San Jorge porque llamó a seis sitios y no había mesa.
ResponderEliminarLas calles se van llenando, abren locales, se restaura, baja el paro... si sale bien lo de las fragatas sólo hace falta que el gobierno municipal ponga menos palos en las ruedas.
Opa Ferrol.
Ojalá, pero lo de la suerte siempre es mejor trabajarlo: “A Dios rogando...”.
ResponderEliminarQué casualidad, Moli. Ferrol es bueno para vivir. No le puedes pedir las cosas de una gran ciudad, porque no lo es, pero eso es todo.
Sergei, algo parecido me pasó a mí. Bienvenido.
Confío, como en otras cosas, en tu criterio. Me queda pendiente ir a Ferrol. Y una semana a Vicedo, o a Barqueiro, y sólo leer, y escuchar música, y mirar fotos, y hablar. Y casi nada más. Mi mujer y yo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Muy bueno el artículo.
ResponderEliminarInicio la jornada de lectura con el diario El Progreso de LUGO – Táboa Redonda núm. 131 Bajo un ardiente sol, que leo con fruición.
ResponderEliminarPero después se repite con temática pareja a la suya en Diario de Ferrol y en La Voz de Galicia del domingo 6 de mayo.
Diario de Ferrol con extensos contenidos de una página entera
– Canido en Fiestas.
- Manuel Aneiros cumple 101 años, es el último testigo de la mayor batalla naval de la guerra frente a la costa de Cartagena.
– Gentes que hicieron Ferrol, Miguel Ángel de Uría Larrañaga.
– Callejero ferrolano. Alcalde Usero.
Y para mi regocijo siguen en La Voz de Galicia
– Ferrol contó con la primera alameda pública de Galicia a mediados de 1800.
– Un mes intenso para los medios con base en Ferrol y con varios despliegues navales.
Y sorprendente imagen, al acudir al mejor BLOG de la Blogosfera, ilustra su artículo y me trae recuerdos con mi madre de esa pescadería, bullicio de las gentes vendedoras y compradoras.
Muchas gracias y enhorabuena por su elección del tema Ferrol; muy delicioso. a mi entender. sobre mi ciudad natal.
Pues aquí sobrevivimos como podemos, con la mitad de la gente emigrada y el 40% en paro, eso sí, el modernismo, el buen comer y unos entornos naturales espectaculares no nos los quita nadie.
ResponderEliminarSobre los gobiernos locales, o mismo can con distinto collar, deberían no peder millones en subvenciones europeas, de industria, etc, haciendo mutuamente la puñeta, que no andamos sobrados.
Para criar a los hijos es tranquilo, y tenemos una muy buena universidad.