Levita y chaleco blanco
Publicado en el suplemento cultural Táboa Redonda del domingo 22.04.18
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Levita y chaleco blanco
"Leo
“Viajes de entreguerras”, de John Dos Passos. En el capítulo titulado “Orient
Expres” cuenta sus viajes por el este entre los años 1921 y 1926. Describe
lugares de la Turquía derrotada: las plazas de Estambul y sus mercados llenos
de comerciantes persas, judíos y armenios de narices grandes, los reflejos del
mar azul vistos entre los cipreses durante un paseo o, a lo largo de varios
días, el Hotel Pera Palace, en cuyo salón rojo se concentraban diplomáticos,
militares y periodistas británicos y franceses, damas aferrándose a sus últimos
vestidos buenos para sobrevivir, algún alemán, algún griego, italianos y norteamericanos, bebiendo whisky y hablando de los avances y
retrocesos de las tropas de Kemal mientras fuera, en las calles, mendigaban
soldados rusos. Fue no muy lejos de allí, en Creta, en Heraclión, donde hace
años entré en un pequeño quiosco en el que encontré varias estanterías enteras
llenas de novelas de Dostoievski, Tolstoi, Turguénev. El dueño me explicó que
los leían las prostitutas rusas de la ciudad. Tampoco habían tenido suerte,
como aquellos soldados rubios de ojos azules. Siempre me pregunté si alguna de
ellas habría hablado alguna vez de literatura con algún cliente. Creo que
pensamientos así me salvarán algún día, si no me salvan ya.
El
misterio del Mediterráneo, mayor cuanto más nos acercamos a Levante. Su
historia, su geografía, su cultura y su mitología, exóticas y al mismo tiempo
cercanas, no en vano somos hijos suyos. Hijos de legisladores que vistieron
túnica y sandalias y mojaban pan en el garum, y de legionarios que se acabaron
casando con mujeres vacceas y hoy viven en Villalpando; pero también hijos de
filósofos del Ática, de sacerdotes de Delfos, de sabios de Asia Menor, de navegantes
fenicios y de pastores beduinos que cambiaron los rebaños por el alfanje.
Describe
ancianos turcos de fez rojo y barba blanca, discutiendo grave y lentamente a la
sombra de un plátano, vestidos de levita oscura y chaleco blanco. Y pienso que
hoy en día ya nadie vestirá así, ni siquiera en Anatolia, ni siquiera en
Trebisonda, que no en balde ha pasado de capital de un imperio a puerto
exportador de anchoas, avellanas y té. Todo pasa. Y es Dos Passos, ya en la
primera página del libro, en el capítulo “El descubrimiento de Rocinante”,
dedicado a España, quien cita a Jorge Manrique y su cualquier tiempo pasado fue
mejor.
No
todo lo anterior fue mejor, ni mucho menos. Lo que sí es cierto es que el
pasado es en general algo que hemos perdido. Y eso deja, inevitablemente, cierto
poso de tristeza."
* * *
Recuerdo perfectamente aquella entrada en la que contabas que las prostitutas leían literatura rusa en Grecia. Son de esas cosas que se fijan en la memoria "por su propio peso".
ResponderEliminarPero pienso y digo: el pasado no se pierde, no desaparece: se acumula, se estratifica, se comprime por el peso del tiempo. Pero no se pierde. Nos perdemos nosotros al desaparecer mentalmente del mundo al morir, pero nunca el pasado. Encontramos dientes de hermanos que vivieron hace miles y millones de años. En los cerros se dibujan los colores de los estratos geológicos. Porque precisamente no se pierde es porque sabemos muchas cosas del pasado.
Otros investigarán el nuestro. Tal vez. Yo me siento heredero de todo y de nada.
Un abrazo fuerte.
Anda, pues yo no recordaba haberlo contado.
ResponderEliminarYa... Sé que hablar de pérdida o de acumulación depende solo de la lectura de cada uno; y esta, de cómo lo sintamos. Lo cual en general tiene ver qué ver con cómo estemos.
Pero en términos generales, no tan personales, y a pesar de que tienes toda la razón, a mí me sale esa nostalgia, que aun encima en realidad es inventada. Es una nostalgia un poco de señora aburrida amiga de Proust: caprichosa.
Un abrazo.
Querras "Decir- A La Sombra De Un Platanero,No,Porto??
ResponderEliminarSin Querer Carte La Espalda, Analiticamente Y "Con Olfato De-Can, Me Da En-La Nariz Que Este Dos Passos Tambien Adoraba La Escritura Tan Realista Y Misterioso Suspense Que "Nos Describia5-En Sus Famosas Y Codiciables Novelas "La Britanica Snra. CHRISTIE En Los-Numerosos Viajes Que Realizaba Con Si Arqueologo Esposo-Por Lugares Como-Nos Anotas En "Tu Dominguero Suplemento... Como-Gota De Agua Y Hasta El Mismisimo "Titulo:
Orient Express, Una De LAS "Muy Populares!!
Muy Agreeable, Gracias De Nuevo Por Obsequiarnos-Con Tan Exquisita Lectura!!
Felicidades!!
Ysa,������
Pues no, Ysa: una cosa es el platanero, que da plátanos, y otra el árbol plátano, ornamental y típico de paseos.
ResponderEliminarBesos. A ver si releo algo de doña Agatha, que me has dado ganas.
Dos Passos y Estambul, ¡oh! Qué pena que aquí estén ya cerradas las tiendas y a mí no me guste comprar sin oler las hojas del libro en cuestión. Todavía recuerdo una comida-casi-cena que hice en, precisamente, el Pera Palace estambulí años ha. Maravillosa velada, con una boda al más puro estilo "El Padrino" como telón de fondo (y señores con levitas y chalecos fuera, en el barrio de Galata, matando el tiempo alrededor de una pipa de agua).
ResponderEliminarEl libro lo compré en una librería de segunda mano, pero supongo que está disponible. La edición es la de la foto del margen del blog.
ResponderEliminar¡Pues tú me das mucha envidia con esa cena! Mucha.
Besos.