Táboa Redonda: Una llanura fría
[Publicado en el suplemento Táboa Redonda del domingo 22 de octubre de 2017]
Una llanura fría
"Siento una
debilidad tan grande como irracional por Mongolia. De los varios fines del
mundo que para mí existen (otro sería una gasolinera en medio de Arkansas),
Mongolia y el centro de Siberia son el más evidente. Y esto se junta con la
atracción, también un poco extraña, que despiertan en mí los lugares fríos e
inhóspitos, con los que siempre me he sentido identificado desde la distancia.
Hace ya tiempo vi El perro
mongol, que es una película –no lo adivinarían- mongola, que además
transcurre en Mongolia. Me gustó mucho. La protagoniza una familia nómada
formada por un matrimonio joven y sus tres hijos, y es una historia sencilla en
medio de paisajes preciosos. Se ven campos de hierba interminables, se ve lo
rápido que crecen los niños allí -supongo que en cualquier parte menos aquí, en
realidad-, y se asombra uno viendo a la niña mayor llevarse un rebaño de ovejas
a pastar y regresar a su casa tomando como referencia el pico de una montaña. Y
es fácil comprender, además, que Gengis Khan y sus chicos fuesen los
portentosos jinetes que eran, al ver que esa niña tiene seis años y hace todo
eso a caballo.
Mejor obviar al pobre Ivan Denisovich. Pero Miguel Strogoff, Corto
Maltés, Colin Thubron. Los pasajeros del transiberiano. Dersu Uzala. Yuri
Zhivago y Lara Antipova. Todos esperando por mí, ateridos de frío, en el fin
del mundo. O tal vez en el centro.
Desde hace ya años, cada noche, cuando me voy a acostar y allí
empieza a amanecer, miro en el móvil la temperatura en Oymiakón. Es un pueblo del
nordeste de Rusia que tiene el orgullo de ser el lugar habitado del planeta
donde se han registrado las temperaturas más bajas, inferiores a -70ºC. Y no es
raro que, aunque no llegue a ese récord, ronde los 50 bajo cero. Entonces,
mientras me meto en la cama y me tapo, me imagino soledad, inmensos espacios
vacíos, naturaleza, silencio y una vida terrible. Me imagino lo que me da la
gana, ya que por supuesto jamás he estado allí. Por eso, aunque no tenga
sentido, me imagino también a cosacos y pastores mongoles de renos, todos
mezclados. Y nieve y coníferas, y gente en tiendas con hogueras, y un viento
helado y ululante y la noche interminable alrededor. Y me encanta hacerlo y apagar
la luz pensando que vivo en un mundo entero."
* * *
Me ha gustado mucho. Si es que no dejamos nunca de ser lo que fuimos, niños.
ResponderEliminarParte de Doctor Zhivago se rodó en la provincia de Soria, por cierto.
Un fuerte abrazo
Me alegro mucho. También me ha gustado a mí, este, la verdad :-)
ResponderEliminarOtro abrazo para ti, JL.
Su crónica semanal en las proximidades de noviembre da escalofríos, pero es un frío bueno y puro; cuando emitían quejas sobre él, solía responder: ¡es bueno, mirad las merluzas que frescas y conservadas están en la nevera, sólo les falta dar saltos de alegría para parecer vivas…!
ResponderEliminarAdemás, el frío puede limitarse si nos movemos, damos saltos o iniciamos una carrera, cosa imposible con el calor… El frío es creador y conservador,
Y lo que ahorrarán esas gentes en la conserva de la pesca… y resto de alimentos…
Son muy afortunados… y posiblemente lo sepan, por eso siguen en ese lugar tan privilegiado.
¡Tiempo me ha faltado para solicitar el auxilio del Padre Google sobre Oymiakon que nos brinda estas direcciones de Youtube!
ResponderEliminarCLIMAS EXTREMOS - Oymyakon, el pueblo más frío del mundo
04:00 https://www.youtube.com/watch?v=IPjjUw27od8
54:12 https://www.youtube.com/watch?v=aQjMc5nvSY8
Excelente artículo -como todos los suyos-, leemos en:
ResponderEliminarhttp://www.cosasqmepasan.com/2017/10/caer-bien-no-es-lo-mismo-que-querer.html
Excelente artículo -como todos los suyos-, leemos en:
ResponderEliminarhttp://lascincoestaciones.blogspot.com.es/2017/10/petya.html
Excelente artículo -como todos los suyos-, leemos en:
ResponderEliminarhttp://lluevenangeles.blogspot.com.es/2017/10/madre-mia-florencia-del-campo.html
También, ese mundo, tiene para mi mucha atracción.
ResponderEliminarSobre lo que cuenta JL, de la grabación en Soria. Mi padre estuvo allí en aquello días, - más de los que hubieran querido- se eligió por las grandes nevadas que caían y sucedió que no nevó. La nieve que se ve en la peli es artificial. Al día siguiente de la escena - ya en montaje- cayó una nevada tan grande que estuvieron aislados varios días. Mi padre nos lo contaba con mucha risa.
Besos