Táboa Redonda: Evasión culinaria
[Publicado en el suplemento Táboa Redonda del domingo 15 de octubre de 2017]
Evasión culinaria
"No
siempre, es cierto. De hecho, ni siquiera debería ser la norma general, sino
algo excepcional, una salvedad, un alto. Pero hay veces en que nos hace falta
evadirnos, qué duda cabe. Evadirnos, escapar, si no literalmente sí de espíritu,
porque lo necesitamos. Necesitamos alejarnos un poco, aunque solo sea un
momento, poner distancia y coger aire. Y, si fuese posible, incluso olvidar. O creernos
que olvidamos.
Por
desgracia no suelen faltar motivos ni problemas a los que desear perder de
vista, pero esta temporada sobran. Y llega un momento en que la preocupación
toca techo y pide un descanso, porque se insensibiliza por saturación.
Y
entonces uno puede seguir el consejo de Somerset Maugham cuando dice que
adquirir el hábito de la lectura es construirse un refugio contra casi todas
las miserias de la vida, y abrir un libro y tirarse dentro. Por ejemplo dentro
de uno que explique que los huevos de serpiente están en su punto al
decimoséptimo día de haber sido puestos, y que han de cocerse en agua en la que
hayan cocido mondas de naranja, y comerse con brotes de acacia pérsica macerada
en sangre de liebre; porque leer eso y no sentirse transportado parece difícil.
O en un libro que sostenga que uno de los principales argumentos en contra del
calvinismo es que Calvino, cuando estuvo en Armagnac, no probó ni una gota de
aguardiente; porque leer eso ayuda a relativizar un poco más las cosas, que
falta hace.
Curiosamente,
ese libro, titulado “La cocina cristiana de Occidente”, hace un movimiento
suicida al contar que los vikingos descubrieron que los mejores asados se
hacían a fuego de libros. Y que por eso arrasaban con los códices en pergamino
de las catedrales, y quemando textos canónigos grecolatinos asaban gansos,
lechones, corderos y lo que surgiese.
Puede
que haya quien encuentre tonto dedicar su tiempo a leer textos poco realistas,
poco prácticos, demasiado envueltos en fantasías. Como este de Cunqueiro. Puede
quien encuentre tonta la evasión. Puede que lo sea, no seré yo quien discuta
demasiado al respecto, que discusiones ya hay bastantes. Pero estoy seguro de
que, leer que en Bretaña había viejas brujas que adivinaban el color de los
ojos de las amadas de los caballeros andantes solo por el eco del galopar de
sus caballos al pasar por el camino, a mí, a veces, me ayuda a ser un poco más
feliz."
* * *
Todos los aficionado seguidores de su columna periodística celebramos como válido cualquier camino, subterfugio, o recurso que Ud, siga -y sea de protección- en su refugio o castillo vital a salvo de los múltiples acontecimientos, penosos en su sentir, si a cambio recupera el buen ánimo, para escribir su crónica semanal.
ResponderEliminarExcelente artículo -como todos los suyos-, leemos en:
ResponderEliminar“Estoy escribiendo un libro. Llevo un año con ello.”
http://www.cosasqmepasan.com/2017/10/revivir-y-reescribir.html
Todos los aficionado seguidores de su columna periodística celebramos con Ud. la meta alcanzada en su largo caminar con el suplemento, y haber alcanzado el ciento de ejemplares publicados.
ResponderEliminarSe puede comprobar en el vínculo de descarga del diario:
http://elprogreso.galiciae.com/sites/default/files/documentos/20171017/taboa_redonda.pdf
Descargado al computador leemos:
Domingo 15 de outubrp de 2017 I Número 100 I Coordina: Santiago Jaureguizar
¡Felicidades, albricias, y muchas gracias por su continuidad y ojalá podamos seguirle en otro ciento más, hasta alcanzar el número 200!