No, María, no esperes nada que no te imagines. Es una película de la IIGM, aunque alemana, lo que se ha traducido en una mirada mucho más humana de los individuos de su lado, pero en el mismo nivel de (auto)crítica.
Pero es muy buena: los actores son buenísimos, las historias de los personajes (reales), el drama general, la locura, las miserias; y también las grandezas, y el amor, y... Es muy buena.
Buenos y terribles, lo que somos, sí. Ya verás, Moli.
No "serializo", pero los dos capítulos vistos a medias no le llegan (explicativamente hablando) ni a la suela de los zapatos de la "Cinta blanca" de Haneke.
sin verla no puedo opinar. Pero me parece que la historia del Nazismo y demás, en España, nos toca bastante de refilón. Y buena parte de lo que leemos y vemos sobre los años 40 y 50, normalmente centrado en los conflictos morales, no ideológicos o políticos, tiene que ver con un contexto ajeno (centro-europa) mientras ignoramos (al menos con esa profundidad) lo que pasaba al lado de nuestra casa, nuestra ciudad y nuestro país. Muchos progres de mi entorno se han leído multitud de novelas, ensayos y han visto multitud de películas y documentales sobre la posguerra en Alemania, Francia y la URSS, pero desconocen las políticas franquistas de la época y la vida en España en esa época. La cara del franquismo es fea, y creo que este interés parte de una inmersión en los conflictos ajenos para no mirar los propios. Del mismo modo que nos interesa el pasado y no el presente. Sabemos más de la vida cotidiana en la alemania de la posguerra que de como lo pasaron nuestros abuelos en los años 40 y 50. Morelli
Supongo que tienes razón, Morel. Supongo también que es más fácil mirar a lo de los otros.
Me han dicho que la "Cinta blanca" es durísima. Si va de judíos y aun encima de niños me lo puedo imaginar. Por suerte, no hay que elegir entre una y otra, sino que se pueden sumar. Es evidente que, de lo que pasó allí y entonces, se puede profundizar mucho más en la historia de sufrimiento; pero lo interesante de esta serie es, precisamente, que nos enseña lo que les pasó a los alemanes "normales" (solo uno de los cinco protagonistas es judío), los que incluso empezaron la guerra convencidos de que todo estaba bien. No están, seguramente, en la "primera línea del dolor", pero aun así sus vidas se convirtieron en dramas. De esos alemanes el cine y la literatura han hablado mucho menos. Y es interesante. Y triste.
Seguro que sí, que lo es (interesante). Los alemanes sufrieron mucho con el tiempo... pero, primero, aceptaron la paranoia como buena. Lo mismo que nosotros aceptamos la creación de la burbuja financiera-inmbiliaria como un bien traído por los dioses.
No me gusta hacerme publicidad, Morelli, pero quizá te interese mi último relato del Taller: http://lluevenangeles.blogspot.com.es/2013/10/taller-bremen-tema-el-mcguffin.html
tambien es verdad que todos hablan de los 6 millones de judíos, pero es que había cinco y medio de comunistas ¿donde acabaron? ¿y los gitanos hungaros? La cinta blanca no va de judios, es mucho más sutil, de una maestría total. Y esa (ahí está la inteligencia de Hanneke) sí es universal. Extraordinaria. Sales "aprendido". Me acuerdo ahora de Circus Columbia. Despues de verla yo creo que lo que pasó a la gente en la guerra civil en España se parece mucho más a lo que pasó en Yugoslavia.
Bueno, bueno. La burbuja inmobiliaria nos está arruinando. Están metiendo mano a nuestros ahorros para pagar la distancia entre los valores reales de las viviendas y el suelo y los valores de las hipotecas y las garantías bancarias. Asi que es nuestra tumba económica. Si no lo remediamos. De bien traído por los dioses nada: no se seguirá construyendo, pero no se seguirá haciendo ninguna otra cosa.
La Cinta blanca sí que es terrible, tanto, que yo de momento no me he atrevido con Amour. Es de esa películas que no te puedes sacar de la cabeza en varios días y que no sabes si recomendar o no.
Yo sí la recomiendo (la cinta blanca): es una obra de arte. Y no va de judíos en Alemania, Porto. Ni va de la segunda guerra mundial. Digamos que va de cómo se fue encubando el huevo de la serpiente. Y tengo intención de ver ésta de los hijos del tercer reich.
Ya se sabe que, según Billy Wilder ("un, dos, tres") los alemanes trabajaban todos en el metro durante el gobierno del partido Nazi, y no sabían nada de lo que estaba pasando. Sobre eso también escribio una obrita de teatro contundente Sartre:"los secuestrados de Altona". Morelli otra vez Morelli Morelli
Morelli, Yo también tengo la sensación de que se está incubando el huevo la serpiente en nuestra sociedad. El silencio y el miedo de los normales es el síntoma más evidente. Al final, los peores episodios de la humanidad, se producen por personas que parecen inofensivas, pero son la condición para el despertar del monstruo. Líbranos Señor de los normales y del mundo mediocre en el que viven. Amén
A mí los normales no me preocupan. Me preocupan los que tienen la capacidad de incubar el odio en ellos. El odio no se incuba solo, necesita el calorcito de un sistema de opinión. Y los normales no generan opinión. En "la cinta blanca" es una serie de valores muy conservadores, que a muchos les parecería muy bien fuera de contexto, el que crea el odio. De los aparentemente inocuos sistemas de valores se sirve el poder para generar miedo (del individualismo mal entendido, por ejemplo), tan extendido. En Yugoslavia los "excepcionales" (por oposición a los normales) escritores Croatas, Servios y Bosnios tuvieron un papel muy activo en la producción de emociones. Y una vez incubada la bicha ya no hay quien la pare. Morelli
Morelli, No voy a discutir contigo porque básicamente pensamos lo mismo. “De los aparentemente inocuos sistemas de valores se sirve el poder para generar miedo (del individualismo mal entendido, por ejemplo).” Pues bien, a los que participan acríticamente de esos inocuos valores yo les llamo “normales”. Si tu no le quieres llamar así, me da igual. Yo no hago la oposición Normal/Excpcional: mi discurso no es elitista! La oposición que yo hago es Normal (que sigue las normas)/ Autorealizado (con un locus de control del pensamiento y la acción) en sí mismo (y en conciencia).
Y por último, las Normas que hay son inmorales, Por eso ser normal es una inmoralidad (no una inMorellidad, rs). En estás condiciones, la acción Autorealizada solo puede ser la rebelión. Lo que produce miedo al Normal es estar fuera de la Norma. Por eso lo primero que tiene que hacer una persona ética es superar el miedo.
Entendido así (normal, el que cumple las normas), completamente de acuerdo Creo que estárías de acuerdo con Miguel Benasayag en este programa de radio cuando critica a la izquierda por que no carga contra los normales, pobriños. Pero de todas formas, dentro de los normales hay unos que tienen mucho poder para incitar a la rebelión y otros no, por que tienen más medios y son más respetables. También de eso habla Benasayag. http://www.youtube.com/watch?v=IErCA64ohLg.
Morelli, No he podido ver el vídeo, de momento. Pero a mi el argumento sobre los que tienen poder para incitar la rebelión me parece semejante al de la Secretaria de Estado para la educación que ayer dijo: «Hay que tener en cuenta, de cara los padres, que el colectivo de docentes tiene un puesto de trabajo asegurado y, sin embargo, los padres se están enfrentando a unas tasas de desempleo muy elevadas y dificultades económicas importantes»
No digo, obviamente, que compartais posiciones políticas, pero sí que ambos discursos son desmovilizadores. En el caso de la ministra está claro sus intenciones, pero en caso de los materialistas dialécticos racionalistas, es un drama: el drama de una izquierda que paraliza porque está esperando que el cambio social se produzca por una conjución de variables o condiciones materiales y no por la voluntad de los ciudadanos.
ya, pero en mi argumento unos son victimas y otros verdugos. Y en el caso de los padres y los profesores son todos víctimas. Y lo que busca la ministra es dividirlos para que no se rebelen todos juntos. Benasayag tambien hace una reflexión interesante sobre el futuro, que ha pasado de ser un campo para el progreso y la solución de los problemas a ser una fuente de miedo paralizante. Por otro lado, la actitud de la izquierda que tú denucias (denuncia con la que estoy de acuerdo al 100%, incluso iría más allá, solo busca el poder en las urnas, sabiendo como sabe que eso no servirá de nada) no tiene nada de dialéctica ni de materialista. Es absolutamente idealista y falsa, y hasta criminal y cómplice. Lo que tenía que estar haciendo la izquierda es, creo yo, ponerse al servicio de los ciudadanos, darles instrumentos para que pierdan el miedo, se organicen y se rebelen. Morelli.
La tengo para ver la semana que viene!!!!
ResponderEliminarLo que somos: buenos y terribles.
ResponderEliminarMe la apunto, aunque miedo me da ...
ResponderEliminarBeso gordo
No, María, no esperes nada que no te imagines. Es una película de la IIGM, aunque alemana, lo que se ha traducido en una mirada mucho más humana de los individuos de su lado, pero en el mismo nivel de (auto)crítica.
ResponderEliminarPero es muy buena: los actores son buenísimos, las historias de los personajes (reales), el drama general, la locura, las miserias; y también las grandezas, y el amor, y... Es muy buena.
Buenos y terribles, lo que somos, sí.
Ya verás, Moli.
¡Anda, estás leyendo sobre Feynman! (Feynman es mi ídolo)
ResponderEliminarBuen fin de semana chico.
Beso
Lo empiezo hoy.
ResponderEliminarY para ti. Nos vamos a Santi.
Y si es tu ídolo, ¿por qué lo has traicionado? :-(
ResponderEliminarLa vida no siempre te lleva por donde tú quieres ir ... (A pesar de ello, estoy muy bien donde estoy)
ResponderEliminarAy, no me contestes en serio, que me haces sentir culpable.
ResponderEliminarNo "serializo", pero los dos capítulos vistos a medias no le llegan (explicativamente hablando) ni a la suela de los zapatos de la "Cinta blanca" de Haneke.
ResponderEliminarsin verla no puedo opinar. Pero me parece que la historia del Nazismo y demás, en España, nos toca bastante de refilón. Y buena parte de lo que leemos y vemos sobre los años 40 y 50, normalmente centrado en los conflictos morales, no ideológicos o políticos, tiene que ver con un contexto ajeno (centro-europa) mientras ignoramos (al menos con esa profundidad) lo que pasaba al lado de nuestra casa, nuestra ciudad y nuestro país. Muchos progres de mi entorno se han leído multitud de novelas, ensayos y han visto multitud de películas y documentales sobre la posguerra en Alemania, Francia y la URSS, pero desconocen las políticas franquistas de la época y la vida en España en esa época. La cara del franquismo es fea, y creo que este interés parte de una inmersión en los conflictos ajenos para no mirar los propios. Del mismo modo que nos interesa el pasado y no el presente. Sabemos más de la vida cotidiana en la alemania de la posguerra que de como lo pasaron nuestros abuelos en los años 40 y 50.
ResponderEliminarMorelli
Supongo que tienes razón, Morel. Supongo también que es más fácil mirar a lo de los otros.
ResponderEliminarMe han dicho que la "Cinta blanca" es durísima. Si va de judíos y aun encima de niños me lo puedo imaginar. Por suerte, no hay que elegir entre una y otra, sino que se pueden sumar.
Es evidente que, de lo que pasó allí y entonces, se puede profundizar mucho más en la historia de sufrimiento; pero lo interesante de esta serie es, precisamente, que nos enseña lo que les pasó a los alemanes "normales" (solo uno de los cinco protagonistas es judío), los que incluso empezaron la guerra convencidos de que todo estaba bien. No están, seguramente, en la "primera línea del dolor", pero aun así sus vidas se convirtieron en dramas. De esos alemanes el cine y la literatura han hablado mucho menos. Y es interesante. Y triste.
Seguro que sí, que lo es (interesante). Los alemanes sufrieron mucho con el tiempo... pero, primero, aceptaron la paranoia como buena. Lo mismo que nosotros aceptamos la creación de la burbuja financiera-inmbiliaria como un bien traído por los dioses.
ResponderEliminarNo me gusta hacerme publicidad, Morelli, pero quizá te interese mi último relato del Taller:
http://lluevenangeles.blogspot.com.es/2013/10/taller-bremen-tema-el-mcguffin.html
tambien es verdad que todos hablan de los 6 millones de judíos, pero es que había cinco y medio de comunistas ¿donde acabaron? ¿y los gitanos hungaros?
ResponderEliminarLa cinta blanca no va de judios, es mucho más sutil, de una maestría total. Y esa (ahí está la inteligencia de Hanneke) sí es universal. Extraordinaria. Sales "aprendido". Me acuerdo ahora de Circus Columbia. Despues de verla yo creo que lo que pasó a la gente en la guerra civil en España se parece mucho más a lo que pasó en Yugoslavia.
Bueno, bueno. La burbuja inmobiliaria nos está arruinando. Están metiendo mano a nuestros ahorros para pagar la distancia entre los valores reales de las viviendas y el suelo y los valores de las hipotecas y las garantías bancarias. Asi que es nuestra tumba económica. Si no lo remediamos. De bien traído por los dioses nada: no se seguirá construyendo, pero no se seguirá haciendo ninguna otra cosa.
La Cinta blanca sí que es terrible, tanto, que yo de momento no me he atrevido con Amour. Es de esa películas que no te puedes sacar de la cabeza en varios días y que no sabes si recomendar o no.
ResponderEliminarYo sí la recomiendo (la cinta blanca): es una obra de arte. Y no va de judíos en Alemania, Porto. Ni va de la segunda guerra mundial. Digamos que va de cómo se fue encubando el huevo de la serpiente.
ResponderEliminarY tengo intención de ver ésta de los hijos del tercer reich.
y de como se incuba el huevo de la sierpe todos los días, en todas partes...
ResponderEliminarMorelli
Ya se sabe que, según Billy Wilder ("un, dos, tres") los alemanes trabajaban todos en el metro durante el gobierno del partido Nazi, y no sabían nada de lo que estaba pasando. Sobre eso también escribio una obrita de teatro contundente Sartre:"los secuestrados de Altona".
ResponderEliminarMorelli otra vez
Morelli
Morelli
Morelli,
ResponderEliminarYo también tengo la sensación de que se está incubando el huevo la serpiente en nuestra sociedad. El silencio y el miedo de los normales es el síntoma más evidente. Al final, los peores episodios de la humanidad, se producen por personas que parecen inofensivas, pero son la condición para el despertar del monstruo.
Líbranos Señor de los normales y del mundo mediocre en el que viven.
Amén
A mí los normales no me preocupan. Me preocupan los que tienen la capacidad de incubar el odio en ellos. El odio no se incuba solo, necesita el calorcito de un sistema de opinión. Y los normales no generan opinión. En "la cinta blanca" es una serie de valores muy conservadores, que a muchos les parecería muy bien fuera de contexto, el que crea el odio. De los aparentemente inocuos sistemas de valores se sirve el poder para generar miedo (del individualismo mal entendido, por ejemplo), tan extendido. En Yugoslavia los "excepcionales" (por oposición a los normales) escritores Croatas, Servios y Bosnios tuvieron un papel muy activo en la producción de emociones. Y una vez incubada la bicha ya no hay quien la pare.
ResponderEliminarMorelli
Morelli,
ResponderEliminarNo voy a discutir contigo porque básicamente pensamos lo mismo.
“De los aparentemente inocuos sistemas de valores se sirve el poder para generar miedo (del individualismo mal entendido, por ejemplo).”
Pues bien, a los que participan acríticamente de esos inocuos valores yo les llamo “normales”. Si tu no le quieres llamar así, me da igual.
Yo no hago la oposición Normal/Excpcional: mi discurso no es elitista! La oposición que yo hago es Normal (que sigue las normas)/ Autorealizado (con un locus de control del pensamiento y la acción) en sí mismo (y en conciencia).
Y por último, las Normas que hay son inmorales, Por eso ser normal es una inmoralidad (no una inMorellidad, rs). En estás condiciones, la acción Autorealizada solo puede ser la rebelión. Lo que produce miedo al Normal es estar fuera de la Norma. Por eso lo primero que tiene que hacer una persona ética es superar el miedo.
ResponderEliminarEntendido así (normal, el que cumple las normas), completamente de acuerdo Creo que estárías de acuerdo con Miguel Benasayag en este programa de radio cuando critica a la izquierda por que no carga contra los normales, pobriños.
ResponderEliminarPero de todas formas, dentro de los normales hay unos que tienen mucho poder para incitar a la rebelión y otros no, por que tienen más medios y son más respetables. También de eso habla Benasayag. http://www.youtube.com/watch?v=IErCA64ohLg.
Morelli,
ResponderEliminarNo he podido ver el vídeo, de momento. Pero a mi el argumento sobre los que tienen poder para incitar la rebelión me parece semejante al de la Secretaria de Estado para la educación que ayer dijo: «Hay que tener en cuenta, de cara los padres, que el colectivo de docentes tiene un puesto de trabajo asegurado y, sin embargo, los padres se están enfrentando a unas tasas de desempleo muy elevadas y dificultades económicas importantes»
No digo, obviamente, que compartais posiciones políticas, pero sí que ambos discursos son desmovilizadores. En el caso de la ministra está claro sus intenciones, pero en caso de los materialistas dialécticos racionalistas, es un drama: el drama de una izquierda que paraliza porque está esperando que el cambio social se produzca por una conjución de variables o condiciones materiales y no por la voluntad de los ciudadanos.
ya, pero en mi argumento unos son victimas y otros verdugos. Y en el caso de los padres y los profesores son todos víctimas. Y lo que busca la ministra es dividirlos para que no se rebelen todos juntos.
ResponderEliminarBenasayag tambien hace una reflexión interesante sobre el futuro, que ha pasado de ser un campo para el progreso y la solución de los problemas a ser una fuente de miedo paralizante.
Por otro lado, la actitud de la izquierda que tú denucias (denuncia con la que estoy de acuerdo al 100%, incluso iría más allá, solo busca el poder en las urnas, sabiendo como sabe que eso no servirá de nada) no tiene nada de dialéctica ni de materialista. Es absolutamente idealista y falsa, y hasta criminal y cómplice. Lo que tenía que estar haciendo la izquierda es, creo yo, ponerse al servicio de los ciudadanos, darles instrumentos para que pierdan el miedo, se organicen y se rebelen.
Morelli.