Cannery Row, de John Steinbeck
Tiempos de confusión y movimiento. Pero cuáles no lo son.
Siguiendo las entusiastas recomendaciones de NáN y Moli (gracias), acabo de leer Cannery Row, de Steinbeck.
En él se cuentan las peripecias cotidianas de un grupo de personajes de uno de los barrios conserveros de Monterrey. Personajes variopintos y extraños, para mí, como casi todos los de la literatura norteamericana.
El libro me ha encantado. ¿Y por qué, pensaba yo el otro día? Aparte, claro, de por estar bien escrito (y traducido). Y lo pensaba tras una conversación con mi padre, férreo defensor de la forma (postura que, en mi opinión, lleva implícita en el fondo la querencia por ciertos temas y el rechazo de otros), en la que sentencié que yo a la literatura le pedía que me hablara de la vida.
Pero ya me doy cuenta de que eso es decir tanto que, en realidad, es casi no decir nada. Porque, ¿qué es hablar de la vida?
A mí un libro me habla de la vida cuando me hace conocer mejor el mundo y a los demás, y sobre todo conocerme a mí mismo. Cuando leerlo es lo más parecido a vivir más que yo puedo hacer.
Por eso es tan importante la literatura para mí.
Eyyy...¡¡qué bien que te haya gustado!! Me alegro infinito.
ResponderEliminarPues sí, Moli, mucho.
ResponderEliminarTambién sirve, como dijo en su día NáN, para seguir entendiendo EE.UU., sin duda; pero la de hoy era una reseña más personal.
Un beso.
Estupendas historias, sí señor
ResponderEliminarMorelli
No es por nada, pero yo también te lo había recomendado, y los episodios siguientes (los tengo, por si quieres continuar).
ResponderEliminarOlga
¡Anda, pues no me acordaba!
ResponderEliminarBesos.
Y a Morelli.
Es un libro buenísimo, si lo has leído bien traducido, estupendo, aunque eso nunca se sabe si no lo comparas con el original, pero yo desconfío de los traductores por buenos que sean porque a un escritor sólo se le puede juzgar el estilo si lo lees en su lengua y si te parece una postura extremista, prueba a leer Cien años de soledad en inglés y después me lo cuentas.
ResponderEliminarY para el anecdotario de tu blog te contaré que he llegado a él a través de Google y buscando referencias del libro, así que estás muy bien posicionado.
Jorge
Estoy viendo "Jauría humana" con Marlon Brandon,Jane Fonda,Robert Reford..... y habla de la vida,de muchas vidas ,de otra época,de otra cultura,de clases sociales,de distintas razas ,de las grandezas y debilidades del ser humano.
ResponderEliminarMe pasa un poco como a ti con ese libro ,por eso tengo debilidad por el cine clásico.
Sea un libro, sea una película, qué enriquecedor resulta observar la vida,observarnos a nosotros mismos.
B.
Bienvenido, Jorge.
ResponderEliminarNo sé qué querías saber del libro cuando lo buscaste, pero ya ves que mi referencia no es que dé mucha información.
Sobre las traducciones, buf, se puede hablar y hablar. Entre leer traducido o en versión original, al final se trata de elegir entre, eso, una traducción ajena o la tuya propia. Y me temo que, aunque puedo leer en el idioma original (de hecho, si te fijas, ahora lo estoy haciendo), normalmente es mejor la versión profesional...
Otra manera de verlo es asumiendo que leer una traducción es perderse, en cualquier caso, demasiado, y renunciar a leer literatura en otras lenguas. Pero a mí eso me parece una renuncia excesiva.
Sí, B. Pero para mí es más que enriquecedor: es parte de la esencia de vivir.
Buongiorno.
Hablando de traducciones, el título original de La jauría humana es The chase (la caza). El título de La jauría humana no está mal pero, ¿por qué no traducirlo como La caza, simplemente?
ResponderEliminar(A esto da respuesta Liniers a través de uno de sus personajes, en los sucesivos números de Macanudo).
Es una gran película. Yo también la estuve viendo ayer. Y sí, creo que Arthur Penn participa del espíritu radical y comprometido de Steinbeck. Ahora nos puede parecer alegórica pero cuando la rodó (1964) la ley de derechos civiles acababa de aprobarse.
Sólo leer las versiones originales es una renuncia excesiva, estoy de acuerdo con Portorosa.
Y la traducción, como la escritura, universaliza el conocimiento. No hay por qué renunciar a ella. Yo solo leo literatura en cuatro, y a diferentes velocidades.
saludos
Morelli
(huy, yo no les hice caso...)
ResponderEliminarMientras haya movimiento y no solo confusión la cosa va bien ...
ResponderEliminarYo el libro, el de la izquierda, lo tengo en castellano, por si quieres comparar las sensaciones que provoca ... El de Steinbeck me lo re-apunto.
Muy buen fin de semana.
Beso gordo.
De ahí que, tras años y años de lectura, ahora me resulta casi imposible leer novela. Bebo directamente del ensayo, que me habla de la vida al descubierto, sin tener que separar el grano de la paja.
ResponderEliminarHola, Concha. Bienvenida.
ResponderEliminarPues, fíjate, ese argumento, que oigo mucho (entre otros, a mi padre, casualmente), no me convence. Yo leo ensayo, claro, solo faltaría, porque los ensayos me enseñan, efectivamente, cosas (bueno, no solo por eso). Pero creo que hay cosas que un ensayo no puede enseñar; cosas que solo puede explicar la literatura.
Creo que la diferencia entre enseñar o no (y ya cada uno le da a eso la importancia que quiera) no está en los géneros, sino en la calidad. Pero bueno, es una opinión muy personal.
Precisamente, para leer de la vida, de las personas, de las relaciones, de los sentimientos, de la perplejidad ante el mundo, creo que hay que leer literatura. Y no solo novela, aunque yo no lea poesía.
Saludos.
¡Bieeeen!
ResponderEliminarEste libro, que leí por Moli, es de los que recuperas la lectura inocente de cuando eres un jovencito. Te metes en la historia, la vives, y no te fijas en el entramado y las cigas con las que está construido.
Es un libro-placer... que además te acerca a un mundo que ya se perdió.
Un abrazo.
(Mal, Aroa, mal).
Se lo comentaba a Nán ayer o anteayer, lo comenzaré a leer enseguida, me habéis convencido. Por otra parte, vi ayer imágenes de La Coruña, tan diferentes de las de agosto. Me pregunto cómo deben ser estos días en Bares o Herbeira.
ResponderEliminarUn abrazo
Terribles, José Luis.
ResponderEliminarLo cual no es necesariamente negativo.
Un abrazo.