7.12.11

Obreros de derechas

Bueno, el título es un poco de marketing.

Hablar de ser de derechas o de izquierdas parece estar un poco demodé (1), pero yo creo que aún significa algo, y que por tanto todavía resultan unas etiquetas útiles.

Por ejemplo, a la hora de ver cómo entiende uno la economía y cuáles son sus prioridades o, digamos, sus asunciones básicas de partida.

Y dado que considero que la derecha defiende, en ese aspecto, los intereses de quienes tienen más dinero, yo también me he hecho a menudo la nada original pregunta de por qué tanta gente humilde, tantos asalariados, tantos parados, son (hayan llegado ellos a esa conclusión por sí mismos o mediante bombardeo mediático, es igual) de derechas.

Y, ojo, no me refiero a la extrema derecha, porque en ese caso la explicación me parece más fácil (y más terrible); me refiero al apoyo a la derecha normal.

Una posible explicación, claro, es que yo estoy equivocado y la gente en cambio en lo cierto cuando dice que la derecha es su mejor opción.

Sin embargo, es curioso pero creo que el que tiene razón soy yo y que ahí hay una contradicción; y por eso buscaba una explicación.

Normalmente se me ocurrían dos cosas:

a) La extendida convicción de que la derecha es la que entiende de dinero, y que por tanto es la que tiene que gestionarlo. Que las ideas de los otros estarían muy bien en un mundo mejor, pero que hay que ser práctico, dejarse de teorías (y de tonterías) y centrarse en lo que importa.

b) Un deseo de orden, relacionado con la seguridad ciudadana, con la inmigración, con cierta idea de quiénes merecen y quiénes no el apoyo del estado, con la añoranza de las cosas como toda la vida, con cierta inseguridad ante los cambios, con el miedo a los bárbaros, etc., e incluso con un perfil de gobierno fuerte, resolutivo, capaz de dar un puñetazo encima de la mesa (recuerden el caso "Alacrana" y los comentarios y comparaciones que suscitó). Esta segunda razón es la que, en situaciones críticas, llevaría también al auge de la extrema derecha.
c) Ah, bueno, y en España una tercera, todavía visible en las generaciones mayores: la idea, arraigada por la educación recibida durante décadas, de que la derecha es lo respetable y lo moralmente correcto, y la izquierda es mala.


Una amiga, con más querencia que yo por la política y más versada en las teorías del viejo Karl, lo explica a partir de una conciencia de clase, que en el caso de la clase media-baja consistiría en un deseo de formar parte de otra.

Y ahora que he retomado la lectura del libro de Hobsbawm que adorna este blog desde hace meses, me he encontrado con esta explicación:

...[a partir de la década de los setenta] varios acontecimientos significativos dilataron las grietas surgidas entre los distintos sectores de la clase obrera (...). Los situados en los niveles superiores de la clase obrera -la mano de obra cualificada y empleada en tareas de supervisión- se ajustaron más fácilmente a la era moderna de producción (...) y su posición era tal, que en realidad podían beneficiarse del mercado libre, aun cuando sus hermanos menos favorecidos perdiesen terreno.
(...)
La vieja división victoriana entre los "respetables" y los "indeseables"resurgió, tal vez en una nueva forma más agria, porque en los días gloriosos de la expansión económica global, cuando el pleno empleo parecía satisfacer las necesidades materiales de la mayoría de los trabajadores, las prestaciones de la seguridad social se habían incrementado hasta niveles generosos que, en los nuevos días de demanda masiva de subsidios, parecía como si le permitiesen a una legión de "indeseables" vivir mucho mejor de los "susbsidios" que los pobres "residuales" victorianos, y mucho mejor, en opinión de los hacendosos contribuyentes, de lo que tenían derecho.
Así pues, los trabajadores cualificados y respetables se convirtieron, acaso por primera vez, en partidarios potenciales de la derecha política.

Con algunas variaciones, entre las que yo destacaría la irrupción masiva de la inmigración como elemento nuevo y diferenciado dentro de esa clase baja indeseable, o incluso como última clase despreciada (en cualquier caso, como alquien que no se merece nada de lo que le den), yo creo que esos sentimientos se dan entre nosotros, a nuestro alrededor.


(1) ¡Por cierto, aprobé el examen de francés del otro día!


55 comentarios:

  1. la respuesta es, desde mi punto de vista, porque la "izquierda" no defiende los derechos de los obreros. Pero llama la atención que te hagas esta pregunta ahora que, tras muchos años de bipartidismo total, los obreros, o los desfavorecidos, o los indignados han comenzado a votar a los de izquierdas (sin comillas), a pesar del régime electoral, de el unilateralismo de los media mayoritarios... es decir, a contra corriente.

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  2. No me la hago ahora; es que ahora he leído esa respuesta.

    De todos modos, entraré al trapo, como deseas:
    - Tu punto de vista da por supuesto que esos "obreros" son de izquierdas, y a partidos de izquierdas querrían votar, pero no pueden porque estos no responden. Y yo no estoy de acuerdo; yo creo que votan lo que quieren porque están convencidos.
    - Los que han comenzado a votar a esa izquierda, como dices, siguen siendo poquísimos. Y las cifras del PP hacen suponer que muchos siguen ahí, ¿no?

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  3. No creerás que la mayoría de los españoles son obreros, ¿no?. La población que trabaja anda por el 40% (algo más de 18 millones de personas). En el sector secundario y en la construcción no trabajan ni cuatro millones (EPA tercer trimestre 2011). El resto no son obreros. Serán asalariados, autónomos, prestadores de servicios, camareros...Por muchos que sigan ahí, votando al PP desde que empezaron a votar a Aznar, no son suficientes para que el PP gane las elecciones.
    De todas formas, creo yo que la diferencia entre derechas e izquierdas (tal y como se ha entendido hasta ahora) no debería interesarnos en función de como se reproduce socialmente, sino en función de si sirve para cambiar la realidad. Y ahora, claramente,no sirve.

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  4. Aunque en estrictos términos marxistas sea una herejía, mi definición de "obrero" es "todo aquél que trabaja para otro y gana poca pasta." Así, según mi herética definición, un empleado de 45 años, que lleva 25 trabajando en Telefónica, SEAT o el Banco Santander, no es un obrero, sino un burgués. Creo que esto responde en parte a la cuestión que planteas.

    Pero hay muchos otros -estos sí- obreros que también votan a la derecha, por ejemplo, comerciales, empleados junior de El Corte Inglés, recién licenciados que trabajan de teleoperadores/as por medio de una ETT, o universitarios con dos o tres idiomas que encuentran (a través de la misma ETT) un curro para unos días cuando viene el Circo del Sol. Todos estos, que laboran en condiciones de total precariedad por un sueldo de mierda, se niegan a aceptar su condición de obreros (o sea, que carecen de conciencia de clase) y se creen las patrañas que les venden sus empleadores de que, a base de sumisión y mirar a Cuenca, de no quejarse, de echar horas gratis y de hacer reverencias, algún día ocuparán el lugar de sus jefes.

    Así que, para mantener su autoestima, en vez de asumir que su trabajo es una mierda, prefieren identificarse con sus "viles opresores" y andar por ahí diciendo (primero a sus madres, luego al público en general)que son cosas raras en inglés, no curritos. Ese síndrome de Estocolmo lo llevan al límite de votar al PP. (aunque a estas alturas, viene a dar lo mismo a qué partido votes, la verdad)

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  5. Mmmm..., preferiría entrar al trapo de las frugales viandas del Remo.

    Salud y saludos.

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  6. La derecha y la izquierda, al menos en su origen, nada tiene que ver con la situación actual. Parten de dos concepciones económicas, sólo económicas, de organización de la economía y, por ende, como un aderezo, de la sociedad.

    Primero organizas la economía que crees más adecuada o mejor para tus intereses y, después, sólo después, la adornas de cuestiones sociales que justifiquen el porqué de esa economía y organizas a toda la sociedad en torno al tipo de economía que has elegido.

    El marxismo (la izquierda) encontró en la dictadura del proletariado la llave para una economía centralizada en que sólo el Estado era el único empleador posible, el único emprendedor. Todos eran iguales (aunque algunos más iguales que otros) y todos trabajaban para el bien común, no para el propio. Cualquiera que sepa algo de la vida sabrá que este mundo de Bambi en que todos se sacrifican por el bien común no existe.

    Por otro lado , el Capitalismo (la derecha) otorgaba la dictadura a los mercados. El bien común es secundario, el beneficio propio es lo importante. El que sepa algo de la naturaleza humana podría adivinar en su día que este enfoque triunfaría.

    Pero esa derecha e izquierda tradicionales no existen en la actualidad, al menos en Europa (y no por falta de ganas de algunos).

    Lo que tenemos es una mezcla de ambos conceptos. Existen los mercados pero existen mecanismos correctores, a través de los impuestos, que tienden a la igualdad de oportunidades.

    La lucha de clases, que en su día fue necesaria, hoy en día es contraproducente. Se necesitan empresarios que creen empleos, con esa riqueza se generan impuestos que repercutirán en una mejor distribución de la riqueza.

    Con este sistema, aún con la crisis actual, ¿alguien sabría decirme en que otro periodo histórico se ha vivido con mejor nivel de vida y más justicia social?.

    Así pues, que un obrero vote al PP, no me parece poco racional. Da su confianza al que cree que mejor va a apoyar al empresario, que es al que más necesitamos en la actualidad para crear empleo.

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  7. lucha de clases es lo que están instrumentando Merkel y Sarkozy desde Bruselas. , y como indica la expresión lucha es entre dos contrarios. No es que la plantee el proletariado contra el mundo, sino que la plantea contra la burguesía.

    Por otro lado la lucha de clases de da a nivel mundial. Desde hace más de 100 años la economía está globalizada y las distintas burguesías nacionales pelean por situarse en la cadena de extracción de plusvalías a nivel mundial, utilizando los ejércitos y los organismos internacionales para sacar situarse, sometiendose a las naciones más poderosas y sometiendo a las más débiles. Y en esas seguimos.

    A quién plantease hasta ahora que el capital no tiene patria se le van a caer los argumentos al suelo cuando vea como la burguesía industrial y financiera alemana redacta un nuevo tratado europeo a su medida para arrinconar a las otras burguesías nacionales de los países de la UE. De hecho la decisión de apartar al BCE de la emisión de bonos de deuda europea una vez los bancos Franceses y Alemanes se aseguraron del pago de la deuda griega, de imponer una disciplina presupuestaria rígida a los países del sur de europa despues de que los sucesivos gobiernos franceses y alemanes incumplieran el pacto de estabilidad un montón de veces en los años 90, no es más que una muestra de la lucha de clases a nivel internacional

    Por último, la lucha de clases es una lucha por el poder político, no una lucha por el reparto de la riqueza. Y en esta coyuntura política (la UE haciéndonos la puñeta, OBAMA trasladando la pasta de nuestros bolsillos a Wall Street vía deuda soberana, y nuestros políticos cómplices en todo esto, pues sólo están salvando el el derecho a seguir siendo los gestores de estos intereses), la lucha de clases debería centrarse en recuperar la soberanía nacional, pues sin esta, plantear un cambio social es imposible.

    Eso de soberanía nacional suena a derechas, pero ¿cuando la ha defendido la derecha en los últimos 200 años? ¿y la izquierda?

    Por ejemplo, defender la sanidad o la educación pública, siendo fundamental, no formará parte de la lucha de clases si a su vez no se denuncian los intereses de clase que hay detrás de su destrucción (de las altas burguesías financieras que poseen las cadenas de seguros privados, las multinacionales que se beneficiarán del miedo a caer enfermos de los obreros, de las empresas de telefonía que no quieren emplear los impuestos que pagan en formar universitarios, si sólo necesitan explotar a bachilleres, intereses de las constructoras que construyen los hospitales de gestión privada con el dinero de todos...). De quienes es el capital de todas estas empresas? Fundamentalmente estadounidense, francés y alemán.

    No busqueis ideología donde no hay más que intereses económicos.

    Tres tazas de marxismo.

    Oído cocina.

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  8. ¡¡Cuánto aprendo leyéndoos!!
    Mes félicitacions, monsieur.

    http://madredemarte.wordpress.com/

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  9. Morelli, la verdad es que he entendido poco de lo que has escrito.

    La lucha de clases es una cosa y la lucha de intereses otra (aunque la primera tenga que ver con la segunda). La lucha de clases, al menos como yo la entiendo, fue la que comenzó en el siglo 18, se perfiló en el 19 y estalló en el 20. Surgió a partir de una desigualdad de oportunidades. El que nacía pobre moría pobre y viceversa (salvo raras excepciones). El hijo de un obrero no tenía la más mínima oportunidad de formarse y prosperar y era forzado a seguir el camino de sus padres o abuelos. Los ricos seguían siendo ricos, no por méritos propios, sino por el simple hecho de nacer en las cunas en que nacían. De esa desigualdad de oportunidades surgió la lucha de clases, no había otra para el pobre.

    En el momento actual, y me refiero a España que es lo que mejor conozco, el destino de una persona no se prefija según la cuna en la que nace, sino según el esfuerzo que aplica en su vida. Se da, aunque es cierto que no al 100%, una igualdad de oportunidades que propicia que el que se esfuerza tenga muchas posibilidades de prosperar, al margen de la familia a la que pertenezca. Esto propicia que no hayan auténticas clases sociales basadas en la sangre, sino diferentes status económicos de acuerdo al esfuerzo realizado y al acierto que cada uno haya tenido en sus elecciones.

    Que las naciones poderosas sometan a las más débiles no es una lucha de clases, ni siquiera es una consecuencia del capitalismo. Es algo intrínseco con el ser humano, o al menos con la mayoría de los humanos. El capitalismo tiene pocos años y la dominación del poderoso sobre el débil se daba ya en la prehistoria.

    Dices que la UE nos hace la puñeta. ¿Me podrías explicar en qué?. ¿No nos habremos hecho la puñeta nosotros mismos?. Cuando se vive por encima de las posibilidades y se tiene que pedir prestado, cedes parte de tu libertad, porque el prestatario te pedirá que pagues lo que debes y, si tienes dificultades, te exigirá que te aprietes el cinturón.

    Y por último Morelli, ¿en que país marxista ha habido más libertad, más justicia social y más riqueza que en Francia, Alemania o España?.

    Algunas ideas pueden ser muy bonitas, hasta románticas, pero cuando se llevan a la realidad.....

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  10. Me gustaría intervenir, mas que en el debate estrictamente político, sobre determinados presupuestos, yo diría que ideológicos, que están detrás de algunos argumentos que se esgrimen.

    ¿Era Cristo un bambi? ¿o lo era cualquiera de las múltiples figuras que apuntaron hacia un tránsito del hombre, desde los instintos feroces hacia una libertad del espíritu que permitiera vivir a la comunidad en armonía, justamente gracias al sacrificio del egoísmo que parece constituirnos de serie?

    La lógica del sistema actual, que se sostiene en el consumismo, como otras lógicas del poder de antaño, se han justificado siempre asumiendo el carácter esencialmente egoista (y malvado) de la raza humana. Y a cualquiera que vea la posibilidade de una sociedad más justa, fundada en mejorar las condiciones educativas, culturales y espirituales de las personas, se les descalifica de visionario, idealistas y de estar fuera de la realidad.

    Todo esto lo comento para dar una otra perspectiva al asunto de ser de derechas y de izquierdas. Por que veo que, a pesar del impacto demoledor del capitalismo sobre el espíritu humano, quedan personas capaces de imaginar una sociedad organizada por principios solidarios y no egoistas, que suelen ser de izquierdas. Y veo otras personas, la mayoría, incapaces de imaginar tal sociedad, precisamente por la concepción que tienen del ser humano, anclado en un mundo que va a su propio huevo.

    Y por favor, no confundais a esas personas con imaginación para la solidaridad, con esos lobos con ideología progresista, que utilizan el discurso igualitario para ascender, trepando, por las escaleras del poder. Mientras los que defienden su fortuna a consta de la miseria de otros, pudieran provocar odio, éstos lo que provocan es asco.

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  11. Pues creo que Cristo o cualquiera que haya descartado el egoísmo en la configuración de una sociedad piensa como Bambi, con todos mis respetos.

    El egoísmo no sé si viene de serie, pero está presente en la mayoría. Y ni siquiera en sociedades que se construyeron en torno a ideales marxistas dejó de existir, ni siquiera se minimizó.

    Con esto no intento justificar el egoísmo ni me parece positivo, sólo trato de ser realista. Que hay personas que se sacrifican por los demás, por supuesto. Que hay que tender y luchar por una sociedad en que el bien común sea más importante que el bien individual, de acuerdo. Pero para construir una sociedad lo más sana posible, no sólo hay que ser idealista, sino también realista, porque no nos podemos olvidar de la condición humana, con sus grandezas y sus miserias.

    Y por último quiero recordar un dato que es realmente escalofriante y que ilustra parte de lo que comento. Se considera que al menos el 2% de la población es psicópata. Con esta enorme cantidad de psicópatas, un mundo mejor es posible, pero un mundo ideal no.

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  13. ¿Un 2% de psicópatas, nada más? Me parecen pocos si tenemos en cuenta la cultura violenta y carente de consideración afectiva a los demás que vemos en el cine, los videojuegos y la TV en esta sociedad capitalista.

    No sé cual sería el porcentaje de histéricas como consecuencia de la moral en la época victoriana, pero tuvo que venir el psicoanálisis para eliminar prácticamente esa afección del alma y de la sociedad.

    Al final, no sé si el asunto cabe en la polaridad derechas e izquierdas, puede que sí, pero lo que sí está claro es que el mundo se puede dividir entre los que se enfrentan al problema del mal para integrarlo en la consciencia y avanzar en lo personal y en la civilización y los que se dedican únicamente a intentar eliminar el eje del mal, desde las fuerzas del bien, que son siempre de derechas. Desde luego el miedo al mal es una de las armas preferidas que utilizan los poderosos para mantener su estatus quo.

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  14. Los psicópatas reales parece que no tienen nada que ver con la educación o la sociedad sino con la genética. Los psicópatas verdaderos no se hacen, nacen.

    Otra cosa distinta son los comportamientos psicopáticos, estos sí son adquiridos.

    Taliesin, haces una distinción entre fuerzas del bien y del mal y, supuestamente, las fuerzas del bien son de derechas. No lo veo así. Las fuerzas del bien son las que están en el poder, sea éste de derechas o de izquierdas (hay que recordar a Mao, Stalin, Castro y un largo etc), y las fuerzas del mal los opositores, sean éstos de izquierdas o de derechas.

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  15. La derecha, más que un conjunto de pensamientos o ideas, son un conglomerado de normas dogmáticas, generalmente no asociadas a un razonamiento lógico, en torno a las cuales se construye una forma de vida, en la que el pensamiento crítico no cabe. Se suelen unir en torno a tres puntos básicos: Patria, Dios y Familia. Nada es discutible, porque son conceptos etéreos, basados en la fe y no en la razón.

    Sólo hay un tipo de patria razonable, la que marca las fronteras de su propio país, al que hay que defender, incluso hasta la muerte, se tenga o no se tenga razón en caso de conflicto con la patria de los otros.

    Dios existe y todas nuestras acciones están guiadas por ese Dios que, en correspondencia, nos bendice por encima de los no creyentes. Es nuestra obligación hacer proselitismo sobre nuestra religión y, en ocasiones extremas, imponer por la fuerza nuestra fe.

    Sólo hay un tipo de familia: la que forman un hombre, una mujer y, en su caso, los hijos. Todo lo demás debe estar prohibido o mal visto.

    La derecha no tiene porque ser capitalista. En Occidente, es cierto que ha abrazado el capitalismo pero, a lo largo de la historia, muchas civilizaciones han sido de derechas, con las tres características citadas, y no han tenido un sistema capitalista. Irán, en la actualidad, es una sociedad de derechas no capitalista.

    La izquierda sí es un ideal, una aspiración. Es la consecuencia natural de la desigualdad de oportunidades. Supone el intento de igualar a los ciudadanos. Todos deben tener los mismos derechos, deberes y oportunidades. Se establece, de esta forma, un compromiso de respeto hacia el que es diferente.

    La izquierda no tiene porqué ser marxista. En nuestro entorno, aunque la veamos como sinónimo de socialista, la izquierda ha existido siempre. Sí es cierto que Marx dió a la izquierda una dialéctica y un pensamiento poderoso, lleno de lógica y razonamiento, pero no se le puede considerar como el fundador de la izquierda. Espartaco era de izquierdas, la Revolución francesa también y, en general, tantos movimientos a lo largo de la Historia que han luchado contra un poder establecido e injusto que trataba con desigualdad manifiesta a los individuos.

    Conservadores y progresistas

    Me gusta más el concepto conservadores y progresistas que el de izquierda o derecha

    Ser progresista es estar abierto a los cambios. Ser conservador es adaptarse al entorno conocido, posiblemente por miedo al cambio.

    Bajo mi punto de vista, no tiene nada que ver con la izquierda y la derecha. En España la izquierda es progresista y la derecha conservadora. En China, Cuba o la antigua Unión Soviética, la izquierda es la conservadora y la derecha la progresista.

    Ser conservador o progresista creo que tiene más que ver con la carga genética y con la esencia misma de una persona que de las ideas, el entorno o la educación recibida, aunque tampoco hay que desechar el entorno. Dos gemelos, por tanto con carga genética idéntica, que hayan crecido separados en Cuba y en USA, serán probablemente ambos conservadores (uno sin embargo de izquierdas y otro de derechas)....o viceversa, ambos progresistas: uno antisistema y otro anticastrista.

    Me baso para realizar esta afirmación en un trabajo de John Alford sobre 8000 hermanos, unos gemelos (tienen los mismos genes) y otros mellizos (no comparten el mismo material genético). Teniendo en cuanto que tanto los gemelos como los mellizos comparten la misma educación, edad y entorno, Alford demostró que los gemelos tienden a tener las mismas actitudes sociales, ambos son conservadores o ambos son progresistas, mientras que los mellizos difieren significativamente en su forma de pensar.

    No soy seguidor del determinismo genético. El entorno, la educación, la propia voluntad y el esfuerzo pueden ser más influyentes que los genes, pero éstos pueden ayudar a explicar muchas de nuestras distintas actitudes.

    La esencia última de la derecha, la izquierda, lo conservador y lo progresista, difieren mucho del concepto al uso.

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  16. No hay un gen psicópata, en todo caso se investiga la predisposición de determinados genes a desarrollar la psicopatía, lo mismo que se puede investigar la predisposición a desarrollar un cáncer. Lo que no quiere decir, la verdad, mucho. O, como mucho, puede querer decir que determinadas precauciones, sobre hábitos de vida, ambientales, etc, pueden ayudar estadísticamente a que se desarrollen menos, determinadas enfermedades.

    Pero en el caso de las enfermedades mentales, lo relevante es que determinados individuos encarnan el mal del sistema social y/o familiar en el que se desarrollan. La terapia familiar que trabaja desde esa perspectiva de ver en el síntoma del individuo un problema del sistema familiar, demuestra que cuando el individuo es consciente de como recae en él toda la patología familiar, y consigue curarse, comienza una descomposición en las relaciones familiares que tienen que volver a re-organizarse sobre otras bases mas sanas.

    Lo mismo acontece en las sociedades. Cada época y cada sociedad tiene sus epidemias. Y es en los síntomas de esas sociedades, en los que podemos encontrar una oportunidad de mejora y reorganización de la sociedad.

    Lo de izquierda y derecha hay que matizarlo mucho, es verdad. Dentro de poco quizás tenga más sentido hablar de demócratas y no demócratas. Incluyendo en los no demócratas, a los dictadores sanguinarios como Stalin y un poco Mao, y a los no sanguinarios como Castro, Merkel, Sarkozy, Zapatero y Rajoy.

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  17. Esto último quizás suene un poco raro. Pero me temo que no va a tardar mucho en demonizarse a los demócratas. Y los que piden participación, referendos, convenios colectivos justos, derecho a huelga, etc, sean señalados como el mal o el cáncer de España, y los que impiden su recuperación. Al tiempo.

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  18. No he dicho que hubiera un gen psicópata, sino que la genética está detrás del psicópata verdadero. No hay gen psicópata pero sí se heredan rasgos del temperamento que conforman el ser psicopático. De hecho, para el psicópata verdadero no hay tratamiento.

    Un entorno saludable sí puede prevenir el desarrollo de actitudes psicopáticas, pero no puede prevenir la aparición de los psicópatas.

    Me llama la atención que metas dentro de los dictadores no sanguinarios a Merkel, Sarkozy, Zapatero o Rajoy. Al margen de estar o no de acuerdo con su visión política, pueden ser más o menos autoritarios, de hecho creo que cualquiera que llegue al poder debe tener una cierta dosis de autoritarismo, de otra forma no hubiera luchado para ello, pero de ahí a considerarlos dictadores hay un buen trecho que no termino de comprender.

    También me gustaría saber que entiendes tú por demócratas y no demócratas. No es una pregunta con doble sentido, sino que me interesa de verdad. Cuando he intentado profundizar en este tema con amigos me ha resultado sorprendente el concepto tan distinto que tiene la gente sobre lo que es o debería ser la democracia.

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  19. Puede que tengas razón, Juan.Igual en política, las cosas no sean tan obvias. En fin, que igual es útil aclarar ésto, incluso para los fines de determinar que es derechas y que es izquierdas, pues en como se representa uno la democracia, creo que hay un elemento de dilucidación de este aspecto.

    Lo democrático se mide en función del grado de participación en las decisiones que nos afectan. Digamos que hay un grado cero en que alguien toma las decisiones por tí: ésta sería lo no democrático. Otro grado en que eres consultado para implementar un conjunto de decisiones (politicas). En el siguiente grado, participas en la elaboración de las propuestas a decidir. Y en el grado más alto, además, participas en la gestión de las cosas que fueron decididas.

    Para mí, un demócrata es aquel que se esfuerza por conseguir un mayor grado de participación de las personas en las decisiones que les afectan. Una sociedad democrática es aquella en las se producen procesos democraticos de participación cada vez más depurados, avanzando del grado cero al grado cuatro. Por ejemplo, la Islandia actual.

    Y desde mi punto de vista, este énfasis en los procesos democráticos de participación es un rasgo distintinvo de la izquierda. Y soy consciente de lo problemático de esta afirmación.
    Por ejemplo uno de los sindicatos autodenominados de clase y de izquierdas han convocado una huelga dirigiéndose a los trabajadores (do ensino) por carta. El fracaso estaba asegurado. Para mi esos son procedimientos antidemocráticos y de derechas. Y no quiero crear confusión terminológica, tan solo denunciar que las prácticas políticas de algunos que se autodenominan de izquierdas son semejantes a las derechas, quizás por que tales prácticas tienen como objetivo autoperpetuarse en los puestos de poder y no darle la voz y la capacidad de acción a los trabajadores.

    Entenderás por que meto a Merkel, Sarcozy, Rajoy y ZP, en el saco no demócrata. Visto lo visto (y lo que nos queda por ver) estamos cada vez más lejos de la toma de decisiones que nos afectan y nuestros sistemas políticos caminan a pasos de gigante hacia la no democracia, por no hablar claramente de dictadura.

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  20. La crisis de la izquierda no es otra cosa que la renuncia de una parte de la misma a promover procesos democráticos de participación para ajustar las instituciones a las necesidades de la población. Es decir, se han vuelto de derechas.

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  21. Yo, sin embargo, Juán, te entiendo perfectamente.
    Igual que la eucaristía la definen los textos cristianos, la lucha de clases la definen los textos marxistas. Estás intecambiando la lucha por un capitalismo más justo por la lucha por el control de los medios de producción = lucha de clases: la clase burguesa contra la aristocracia que detentaba el poder feudal también es lucha de clases, que culmina, por ejemplo, en la revolución francesa. La revuelta irmandiña es la lucha de la pequeña burguesía gallega en contra de la aristocracia. Las revoluciones son expresión última de la lucha de clases, pero la lucha de clases está presente en las cosas más cotidianas, desde las relaciones de pareja al futbol. En el machismo, en la violencia doméstica, adorar a un jugador (Cristiano Ronaldo) y no a un equipo (Barcelona)... en fin. Todos estos comportamientos son expresión de rasgos ideológicos presentes en la sociedad, que son liberadores o opresores, y a su vez consecuencia de cómo la actual clase dominante (Burguesía Financiera) ha puesto en marcha mecanismos de opresión que llegan hasta el último rincón del globo (a través de la publicidad, por ejemplo) difundiendo principios de actuación, modelos, que son anti-humanos: el sexo a cambio de dinero, el consumismo patológico, el individualismo político y social (sé defenderme solo, me busco la vida)...


    Cuando Marx dice que la lucha de clases es el motor de la historia está diciendo que la lucha por el control sobre los medios de producción, desde el Neolítico (que fué cuando a humanidad empezó a producir), es el interés que mueve a las fuerzas organizadas políticamente a lo largo de la historia. Esto, hasta los historiadores más conservadores lo asumen como principio de análisis histórico.

    Por cierto el índice de mobilidad social (la proporción de población que nace en familia de trabajadores y acaba siendo empresario o un profesional de alto nivel, es bajísimo. En cada generación no llega a un 2%. La igualdad social en España, y en general en el mundo desarrollado, es una ilusión.

    No hay países marxistas (el marxismo es una teoría filosófica-materialismo dialéctico- y científica-materialismo histórico). La URSS, por ejemplo, fue, desde los años 30 del pasado siglo hasta su disolución, un país ultracapitalista, que en nada se regía por el marxismo, aunque muchos partidos que se definían en occidente como marxistas (PCE, por ejemplo) la quisieran como la madre patria socialista.

    Por último, la "puñeta europea" nos la hizo Felipe González al negociar la entrada en la UE desmantelando todo el tejido productivo, toda la industria, pactando que a cambio la recepción de fondos de cohesión (que no han servido para casi nada más que engordar las cuentas de resultados de cuatro constructoras) nos convirtiésemos en un país de turismo residencial para los europeos. Hay unos cuantos libros muy serios escritos sobre esto. De aquellos polvos vinieron estos lodos. Yo no he vivido por encima de mis posibilidades, como dice la Merkel (no sé tú).

    La izquierda ortodoxa (no estoy hablando del PSOE, que no es izquierda) tiene un problema: defiende los intereses de clase de sus dirigentes, no de la gente que están representando (exactamente igual que en la URSS, por eso se puede hacer teoría política de estos comportamientos). El antídoto es más democracia, y lo saben. Por eso desprecian el 15 M como si fueran unos inmaduros, cuando en realidad saben que en un movimiento de frente democrático amplio (no solo de izquierdas) está la condición de la desaparición de la izquierda ortodoxa, en primer lugar, y del resto de los partidos "democráticos". Esto ya ha pasado en un montón de países latinoamericanos.

    Taliesin, con respecto a tu último comentario, ole, ole y ole.

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  22. Buenos días.
    Perdonen ustedes la ausencia. He ido leyendo todos los comentarios según me han ido llegando al móvil, pero no tenía tiempo para contestar.
    A ver si ahora, mientras no se despiertan los niños.

    Haces bien, Travis: hay verdades incuestionables, en esa foto.

    Madre, yo también.

    Pcbcarp lo explica mejor y con más gracia, pero bueno, es lo que él dice. Ya dije que el título era marketing, y además yo creo que se entiende en el texto: hablo de obreros cuando quiero hablar de trabajadores humildes, de los que llevan las de perder, en general.

    En la discusión sobre psicopatías, Juan y Taliesín, sí que no me voy a meter, porque no tengo ni idea. Según he leído (en el libro Te joden vivo), el psicoanálisis tiende, o tendía, a restarle importancia al factor genético, a favor del ambiental, ¿no? De hecho, en ese libro, su autor, psicoanalista, utilizaba los estudios con gemelos precisamente para respaldar esa tesis. Pero no sé más...


    Me gustaría volver al aspecto político de la cuestión (y ya aparece, además de los citados, Morelli).
    Aparte del interés que tenga como cultura e incluso como explicación de ciertas herencias, yo no le veo mucho sentido remontarse a la Revolución Francesa y la famosa división en bancadas, y ni siquiera al marxismo, para explicar las ideas de alguien hoy en día (sobre todo si ese alguien no se declara perteneciente a nada). Yo, cuando me defino de izquierdas, o progresista, estoy pensando en las opciones actuales, en mis decisiones, prioridades e ideas ahora; e incluso diría aquí (aunque el aquí cada vez es mayor).

    No sé si es jugar con demasiada ventaja, pero la verdad es que los extremos tampoco me dice nada, y no tengo ningún problema en considerar a las dictaduras llamadas de izquierdas tan ajenas a mí y a esas opciones mías como a la más fascista.

    Puede que la economía sea la madre del cordero, que los planteamientos/puntos de partida/prioridades económicos sean el pilar fundamental del resto de decisiones políticas. De hecho, no tengo ninguna duda de que es así, como dice Morelli. Pero ni siquiera así creo yo que la política se reduzca a la economía; creo que hay muchas otras esferas de decisión, muchos temas sobre los que tener una postura, que no vienen dados por ella (aunque ella los pueda posibilitar o imposibilitar).
    (Por cierto, no sé qué se busca en última instancia, poder político o poder económico. Yo creo que ambos se necesitan y que incluso se acaban confundiendo; del mismo modo que quien los persigue los confunde y simplemente los busca a la vez, pues son todo uno.)

    (SIGO AHORA)

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  23. (SIGO)
    Para mí, ser de izquierdas, aquí y ahora, significa algo parecido a lo que me dijo el otro día un test de esos que hay en internet sobre ideas: bastante permisividad en cuanto a libertad individual, y poca en lo que a la libertad económica respecta. Es un poco simplón, pero da una idea de cómo se plantea uno muchos temas.

    Para mí, ser de izquierdas, aquí y ahora, significa tener claro que todos vamos en el mismo barco, y que no se puede dejar atrás a nadie; tener claro que seguimos viviendo en muchos mundos diferentes, desde los que todo se ve diferente, sin poder escoger nuestro paso de uno a otro, y que es necesario cambiar eso, y que son falsas las conclusiones que parten de que todos estamos en el mismo; algo parecido: tener claro que no es verdad que tengamos las mismas oportunidades (o, lo que es lo mismo, que estemos donde nos sitúan nuestros logros, aunque obviamente la cosa haya mejorado desde el Medievo), y que por tanto esa es una lucha pendiente y completamente actual; tener claro que o las cosas se deciden y hacen entre todos o no sirven (en dos sentidos: ni son justas ni son útiles), por buenas que sean las intenciones que haya tras ellas (y esto tiene que ver con la democracia, supongo). Y supongo que algo más que no se me ocurre.

    No sé quién decía (me suena Elías Canetti, pero no estoy seguro y no lo encuentro) que tanto la derecha como la izquierda decían interesarse por los desfavorecidos y preocuparse por ellos, pero que, en su opinión, la izquierda era la única de las dos que tenía claro que esos desfavorecidos eran sus iguales, que no eran otros, que eran ellos mismos, y no los veían como un problema, importante, sí, pero ajeno.
    Creo que esa identificación (tan propia, por ejemplo, del cristianismo de base) es la que facilita la comprensión de los problemas, la que permite ver que hay otros mundos más duros, la que permite apreciar la diferencia de oportunidades y la injusticia que comporta, etc. Y, una vez que se ve eso, la idea de que la economía no puede ser el terreno de batalla de los actores individuales más fuertes, sino el terreno del interés público, donde entre todos se tomen las decisiones, a mí me parece que cae por sí sola.
    Como cae por sí solo que el único modo de actuar y decidir así es una verdadera democracia, donde todos actuemos y decidamos.

    ¡Uy, aquí está Paula! A desayunar...

    Que tengáis un buen día, y un buen fin de semana.

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  24. (Cuando digo que no le veo demasiado sentido a remontarse al marxismo, me refiero a hablar de sus logros o perfidias, y de todas sus batallas. En realidad, también quiero decir que ni conozco sus teorías ni me siento identificado con ellas más allá de lo que, sin querer, las esté repitiendo por mi cuenta)

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  25. ¡¡¡Qué claridad de ideas¡¡¡¡. Muchas gracias.

    Me ha gustado mucho la definición de demócrata, Taliesin. Democracia participativa versus democracia representativa. Conceptualmente, estoy absolutamente de acuerdo con tu percepción.

    El problema, como en otras muchas cosas, es como dar forma a esa democracia participativa. Islandia puede ser un buen ejemplo, es cierto, pero Islandia es un país de 300.000 habitantes, en una isla, alejada de todo y de todos. ¿Pero qué pasa con países de docenas o centenas de millones de personas?.

    Un sistema asambleario, o cualquier otro sistema que implique la participación de todos y la asunción de responsabilidades por parte de todos, siendo romántico, bello y deseable, ¿es realista?. Y cuando me refiero a si es realista, pienso en si la naturaleza humana, en la que no confío en exceso, es susceptible de desarrollar un sistema similar.

    Para que una auténtica democracia (participativa) funcione, hay una palabra mágica que debe estar en el día a día de todos: respeto. Sólo desde el más profundo respeto es posible la libertad y la responsabilidad.

    Pero ¿realmente crees que la mayoría quieren ser libres, auténticamente libres, con la responsabilidad y las consecuencias que trae toda libertad?.

    Me da la impresión, aunque deseo estar equivocado, que la mayoría del personal cantan a la Libertad, cuando en realidad lo único que realmente desean es la seguridad.

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  26. Pues el hecho de que funcione en Islandia por que tiene un tamaño pequeño ya te puede dar una idea de por donde pueden ir los tiros: la descentralización. Y no hablo solo en el sentido territorial. Existen muchas cosas que se comparten más allá del territorio. Piensa por ejemplo en el sistema sanitario (o el educativo) y en las posibilidades de participación que se podrían dar a sus profesionales, médicos, enfermeros, profesores, usuarios de los servicios...es decir, la comunidad educativa y sanitaria. Todas esas posibilidades se han dejado a monte, por que los sindicatos apenas se dedicaron a prestar servicios de asesoría jurídica y laboral y los partidos políticos a sus juegos de poder, y no a organizar los servicios públicos con la participación de los trabajadores y ciudadanos usuarios.

    Estoy de acuerdo en que no es fácil. ¿Realista? Si, la realidad es algo que se construye colectivamente y existe esa posibilidad que depende de la voluntad democrática de los ciudadanos. Pero nos topamos, es cierto, con el miedo a la libertad que tu apuntas, con razón.

    Hace unos pocos días compartí en una red social la siguiente cita del lobo estepario de Hermann Hesse, sobre lo que es ser burgués:

    “A costa de la intensidad alcanza seguridad y conservación; en vez de posesión de Dios, no cosecha sino tranquilidad de conciencia; en lugar de placer, bienestar; en vez de libertad, comodidad; en vez de fuego abrasador, una temperatura agradable. El burgués es por naturaleza una criatura de débil impulso vital, miedoso, temiendo la entrega de sí mismo, fácil de gobernar".

    Lo traigo aquí, para decir que estoy convencido de que una gran parte de las personas aburguesadas por una ideología del confort que les ha debilitado el impulso vital, no son constitucionalmente débiles o cómodas y que son recuperables, mediante el crecimiento personal, para la acción y el gobierno de lo que les concierne socialmente.

    De eso depende!

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  27. El porcentaje de adultos que a los 30 años -la edad que los sociólogos consideran el principio de la madurez laboral- pertenece a una clase social diferente a la de sus progenitores es del 67,1 %. Los movimientos entre clases sí son frecuentes, pero no de largo recorrido y se producen en su mayoría entre clases limítrofes.

    Ildefonso Marqués y Manuel Herrera. Revista del centro de investigaciones sociológicas.

    http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_131_021277971526487.pdf

    Este es el indice de movilidad social en España, 68%. Pobre, sí, sobre todo cuando lees el artículo completo, ya que buena parte de esa movilidad son en clases limítrofes, pero infinitamente más que en cualquier otro periodo histórico.

    Yo tampoco vivo por encima de mis posibilidades Morelli, pero el Estado sí. Sólo hay que ver el déficit público generado.

    La lucha de clases no sé si aún existe Morelli. Siguiendo tu argumentación, más bien me parecen luchas de intereses, en que unas clases y otras están entremezcladas.

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  28. Iba a decirte de nada, Juan, pero la verdad es que no sé si te referías a mi comentario.
    Me gusta la idea del mismo barco, con distintas cubiertas o clases: todos el mismo rumbo, el mismo destino, y si se hunde nos hundimos todos (a diferencia de en el Titanic, aqui los de 1ª tampoco tienen escapatoria; no hay puerto); pero distintas condiciones de viaje, distintas posibilidades, y escasas opciones de cambiar de clase.

    Taliesín y Juan, a mí este tema, como casi todos, me lleva siempre a lo mismo: educación; formación ciudadana, en responsabilidad, madura, informada y enfocada a entender, etc.
    Educación.
    Y, cuando y donde sea posible, las inmensas herramientas tecnológicas de hoy en día al servicio de esa participación directa.

    Besos y abrazos.

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  29. El aquí y ahora es difícil de entender sin el allí y el antes, Portorosa.

    Aunque no me gustan los términos derecha e izquierda, coincido contigo en lo que hoy, aquí, se considera izquierda. La has definido muy bien. Y coincido plenamente con Morelli en que ese concepto de izquierda no tiene nada que ver con sindicatos o partidos supuestamente de izquierdas.

    Igualdad absoluta de oportunidades no hay, es cierto, pero se ha avanzado mucho en el último siglo. Lo que no sé es si se ha avanzado por el camino correcto. Todos coinciden en que a mejor educación, mayor movilidad social. No sé que decir.

    Según cifras recientemente publicadas, el 31% de los trabajadores españoles están sobrecualificados respecto al trabajo que realizan. Cifra mucho más elevada que en la UE que es del 19%.

    Se da la gran paradoja de que jamás en la historia de nuestro país la población ha estado tan preparada y, a la vez, nunca ha existido tanto paro.

    Surgen varias preguntas:
    1. Preparados ¿para qué?.
    2. La cualificación profesional ¿es sinónimo de empleo?.
    3. ¿Trabaja mejor el que tiene más títulos?.
    4. La enseñanza universitaria ¿se debe enfocar sólo al empleo?.

    Me salen mejor las preguntas que las respuestas.

    La formación integral de la persona es esencial para que una sociedad sea lo más justa y equitativa posible. Pero, al menos es España, esa formación va dirigida casi en exclusiva a conseguir en el futuro un trabajo. No se pretende formar personas sino trabajadores.

    Este enfoque de los estudios trae consigo muchos de los males que nos azotan. Se invierte demasiado en conseguir arquitectos, ingenieros, médicos o dietistas, todos ellos necesarios, y nos olvidamos que, sin una formación integral, nos va a faltar gente con sueños, ideas, imaginación, con novedades, con capacidad de innovación, con inquietudes científicas, que son curiosamente los que crearán los empleos para que los universitarios trabajen.

    Nacemos con un potencial creativo impresionante, con una diversidad asombrosa, producto de millones de años de evolución. Pero desde que nacemos, la mal llamada educación, yo diría des-educación, no intenta potenciar lo que traemos de fábrica sino que pretende justo lo contrario, homogeneizarnos, que seamos lo más parecidos posible, desterrar la creatividad y la diversidad e imponer la memorización absurda de los reyes godos y el sistema periódico. Los diferentes son mal vistos, peligrosos. Cuanto más igualitos seamos, más posibilidades (supuestamente) tendremos de trabajar por cuenta ajena (por cuenta propia es demasiado arriesgado).

    De esta manera empieza una carrera de obstáculos y, desde los tres años, te sientan en un pupitre para prepararte la memoria (no la capacidad de inventar o crear) y empiezan a obligarte a memorizar una ingente cantidad de datos, no para que los recuerdes todos cuando seas mayor, sino para preparar la memoria que te servirá en el futuro para aprobar el bachillerato, la selectividad, la licenciatura, los máster y, por último, la oposición. Pero pobre de aquel que no sea capaz de sentar el culo en la silla de memorización colectiva durante seis horas al día. El niño de seis años que no sea capaz de eso es “anormal”, tiene déficit de atención o simplemente es rebelde y hay que domarlo o, en último extremo medicar, al diferente.

    Pero el “normal”, consigue terminar sus estudios con gran éxito y se tiene que enfrentar con la “OPOSICION”, porque no hay tantas plazas como licenciados. Los que han conseguido tener mejor memoria la aprueban. Pero los que no consiguen superarla, se encuentran de pronto con un título, que supuestamente les iba a dar trabajo, pero a la hora de la verdad es papel mojado, y como sólo se les pedía memoria y no creatividad, que la dejaron en el pupitre, no tienen capacidad de crear empleo y se tienen que conformar con que alguien les dé trabajo en lo que sea.

    No hay sobrecualificación en España. Hay un exceso de DES-EDUCACIÓN y, este exceso de des-educación, lleva a que existan muchos demandantes de empleo y pocos creadores.

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  30. Lo de la claridad de ideas iba por todos, incluyéndote a tí. Un blog no es bueno sólo por el que escribe el post, que en tu caso lo eres, sino a veces casi más importante, por los comentarios que suscita la entrada. Y en este blog es impresionante la cantidad y calidad de los contertulios, así que enhorabuena.

    Taliesín, has puesto el dedo en la llaga. Por ahí iba el rumbo de mi pensamiento. El burgués, o la magnífica definición de burgués de Hesse, que no tiene que ver con riqueza, aunque ésta influya, sino con seguridad... y en último extremo.....el miedo. Y sí, son recuperables...pero.....el temperamento conservador.....

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  31. A mi, sin embargo, me gusta mucho la idea de lucha de clases. Entronca con mi visión de como se conforma la “realidad”: en la dialéctica de los opuestos. En todo caso, no hablo de la dialéctica hegeliana que fundamenta el materialismo de Marx. Que la consecuencia de la lucha de clases sea una sociedad sin clases sociales, es decir, el estado perfecto, me parece Moreli, una idea más horrible que la idea del barco de Portorosa :). En realidad, no sé si defiendes eso.

    Es cierto que la lucha de los opuestos genera una autoregulación del todo, pero eso lo que marca es la dirección del devenir, creando totalidades (como formas pasajeras). Si el todo se sustancializa, tenemos la idea de Dios o el Estado. Por eso prefiero la dialéctica del devenir de Heráclito o del Taoismo, en el que el todo (tao) no es independiente del juego de opuestos (yin, yan). Y lo único que podemos decir que permanece es el todo como arquetipo, como predisposición a encarnar en una totalidad organizada, el libre fluir de los opuestos, pero sujeta, siempre, al devenir que destruye lo caduco igual que genera lo nuevo.

    Sí, la educación es una de las claves, pero es un ejemplo de como los intereses de clase se intentan apropiar de ella. Si la educación pública tenía muchos defectos en cuanto a la formación de la personalidad y de los ciudadanos, imaginaros lo que va a pasar ahora que se está privatizando. La lucha que se está llevando en Madrid (y algún otro sitio) no es una cuestión de intereses personales, sino del modelo y de los principios que debe tener la educación y a servicio de qué se pone esa institución fundamental. Y eso es lucha de clases!

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  32. ¿Qué ha pasado con los trabajadores?

    Que gracias a la lucha de la izquierda, han conseguido beneficios. Han conseguido una parte del pastel.

    ¿Y qué ha sucedido después? Que aparecen los que no tienen parte del pastel.

    No importa lo minúscula que sea la parte del pastel que tengan, confían en la política dura para que los que no tienen nada les arrebaten lo conseguido.

    Por ejemplo: tengo una asistenta latinoamericana que vino hace muchos años y que con las leyes desl psoe consiguió todos sus derechos. Vota al PP, porque piensa que son los que van a poner leyes que impidan que sus compatriotas sigan viniendo y llegando a tener los derechos plenos de ciudadanía. Ahora no le interesa el PSOE que a ella le abrió los brazos; le imnteresa un PP que cierre el paso a otros.

    Pude conocer de cerca la dura lucha sindicalista, de cuando los mineros pasaban necesidades aunque estuvieran 11 horas al día a 400 metros bajo tierra. Con esa lucha, cambiaron sus condiciones de vida. Los sindicatos, ahora, como mucho trabajan para que los que tuvieron esos privilegios no los pierdan.

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  33. Por supuesto, Juan. Nadie podría tener más clara que yo la importancia de los comentaristas en este blog. Fue el momento de tu comentario lo que me hizo entenderlo a medias.
    Me encanta, de todos modos (y más en temas como este, de los que sé muy poco), el papel de tirar la piedra al agua y esperar a ver qué hacen las ondas.

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  34. la idea de la lucha de clases es formulada por los marxistas del XIX como arma teórica para liberar al individuo de la exclavitud de tener que vender su fuerza de trabajo para vivir, entre otras cuestiones. El fin de la sociedad sin clases, según los marxistas, es liberar al individuo de la opresión burguesa. Pero como la opresión es una condición para la explotación, no tiene sentido luchar contra la opresión (apaciguar los síntomas sin tratar la enfermedad) sino que hay que acabar con la explotación, y con ello, con la clase que la ejerce. Se pasaría así a una sociedad sin clases, donde el conjunto de los individuos pasaría a controlar los medios de producción (eso, claro, solo sería posible a pequeña escala). En esa sociedad sin clases (comunista) seguirían existiendo luchas dialécticas, entre lo nuevo y lo viejo, entre el trabajo manual y el intelectual... No se acabaría el mundo de las contradicciones. Las sociedades comunistas primitivas, que más o menos subsisten en África y Sudamérica, no tienen clases sociales, y no por eso dejan de tener contradicciones. El tema es que las resuelven comunitariamente. Pero lo fundamental es que en una sociedad comunista el individuo estaría liberado de la explotación y del conjunto de aparatos opreores (culturales, políticos) vinculados a someterlo al trabajo asalariado. El medio para alcanzar ese fin es el estado socialista (no solo bajo la dictadura del proletariado, hay alternativas más recientes bastante más justas). Pero claro que estamos muy lejos de plantear ese nivel de lucha (especialmente en el segundo mundo). Pero basta pensar que el régimen laboral reglado más extendido del mundo es la cooperativa (800 millones de personas trabajan en régimen de cooperativa) para ver que hay esperanza.

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  35. Los trabajadores han conseguido beneficios Nan.....y los empresarios no menos que ellos.

    No tengo muy claro el papel que la izquierda ha desempeñado en el aumento de la riqueza, y el papel del propio capitalismo.

    El Capitalismo es mercado y, a mayor mercado, mejor beneficio. Para ampliar el mercado de unos miles a muchos millones necesitaban que los trabajadores, además de mano de obra, pasaran a ser consumidores. No era tanto un reparto del pastel sino un aumento inmenso del mismo.

    Y sí, los trabajadores han mejorado su nivel de vida, pero los ricos ahora son más y mucho más ricos.

    Taliesin creo entender, a medias, lo que expones, pero la verdad es que mi mente no llega a un nivel tan alto. Para mí, la diferencia, más que una lucha de clases, es el motor del cambio. Una lucha tiende a imponer, mientras que el respeto de la diferencia tiende a integrar conceptos distintos para crear algo nuevo. El Yin y el yang, a mi juicio, van más por esta línea.

    La lucha de Madrid por la educación, para mí, no va por el camino adecuado. No creo que se deba de tratar sólo de Educación pública versus privada, un debate estéril. Creo que hasta los más cerriles saben que cuanta mejor formación haya, mejor para todos. Lo que debe de cambiar es el modelo de educación para todos en el sentido que he expresado previamente, de respetar la naturaleza de cada uno, de enseñar más sobre emociones y talentos ocultos, potenciar la creatividad innata y terminar de una vez por todas con el modelo vigente basado en la memoria y la despersonalización. Pasar de la DES-educación actual a la auténtica formación humana. Y ahí empezará a mejorar el índice de movilidad social. Desde este punto partirá la meritocracia.

    Portorosa, en un tema como éste no es tanto saber como sentir o presentir. El modelo de sociedad nos incumbe a todos y las ideas de todos son importantes, y es obvio que a tí te interesa y tienes tu opinión, aunque a veces te imagino sentado en tu silla, como en el dibujito que acompaña tus intervenciones, escuchando, que casi siempre es lo más sabio.

    Morelli, la dialéctica marxista encandila. Durante muchos años fue mi bandera. La idea es casi perfecta, la argumentación impecable, pero al final percibí que era inaplicable, no por imposible, ojo, a nivel de pequeños grupos lo es, sino porque tiene mucho más en cuenta al colectivo que al individuo. Y esto puede funcionar con algunos, pero no con la mayoría. Creo, que el ser humano es social pero no colectivista.

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  36. No creo que digamos cosas distintas, Juan. El respeto es lo que hace que la dialéctica de los contrarios produzca un devenir armónico. ¿pero qué pasa cuando la clase en el poder no respeta las demandas de reparto del poder legítimas de la clase desposeída? Pues que la dialéctica no se para y coge unos tintes nada armónicos.

    Sobre el conflicto de la educación en Madrid no estamos de acuerdo. Dejémoslo ahí.

    Morelli, el problema de la lucha de clases marxista es que se limita al control de los medios de producción y deja de lado las relaciones de poder. Lo cual es un error, como se ha visto en la en la URSS. Desde mi punto de vista, el control del estado por una élite revolucionaria está condenada a generar las condiciones para reproducir nuevamente las clases sociales. Y lo grave es que el estado, presuntamente sin clases sociales, se vuelve totalitario, precisamente por la negación de las mismas

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  37. Exactamente Taliesin. Por eso tras la revolución rusa una nueva versión de la clase burguesa, la burocrática, tomó el poder dentro del Partido Comunista de la URSS y se dedicó a explotar a su pueblo, y a buena parte del extranjero, pero de forma más brutal que cualquier otro estado capitalista, con todo el monopolio del poder directo sobre la economía y la política como instrumento.

    La lucha de clases, durante el socialismo, continúa. Y las posturas explotadoras, básicamente vivir del trabajo de los demás, también. El poder político se conquistó, pero luego se perdió, y aunque el estado no cambió de forma, la línea ideológica y política que orientaba al estado cambió radicalmente. Por ejemplo, en la primera época la URSS era un estado pacifista. A partir de la postguerra mundial se convirtió en una superpotencia imperialista.

    El tema es no olvidar, por el camino revolucionario, el objetivo final, que no es otro que liberar al ser humano. El fin no justifica los medios. Por lo tanto la revolución tiene que convencer y no someter.

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  38. Hola. Vengo a decirte que enhorabuena por tu aprobado. ;-)

    Del resto, escucho y me callo. No me considero a la altura intelectual para opinar, pero me está encantando.

    Cal.

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  39. Buon giorno.
     
    Gracias, Cal. Y no digas chorradas autoinfravaloradoras, anda :)
     
    Morelli,  me gusta mucho oírte esto:
     
    ...la revolución tiene que convencer y no someter.
     
    Las consecuencias de que la educación actual (y más, cuanto más se avanza en ella; pero incluso entre los padres de niños pequeños se percibe claramente el error de planteamiento, la confusión de objetivos y motivaciones) se plantee exclusivamente como una preparación para el mercado laboral, yo las intuyo dramáticas individual y socialmente.
     
    Saludos.

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  40. Donde se habla de la estratificación:

    http://books.google.es/books/about/Clase_status_y_poder.html?id=Its5QgAACAAJ&redir_esc=y




    Sirwood

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  41. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

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  42. No sé por qué creo que su abandono del anonimato no era consciente, Irónico (por cierto, veo que mis sospechas de hace tiempo -luego descartadas- eran ciertas), y por eso me he atrevido a borrar du comentario.
    Si estaba todo bien, súbalo de nuevo y ahí se quedará. Y disculpe.

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  43. me refería, Porto, al bando de los amigos, de los interesados en la revolución, no el pequeño grupo que está puesto para evitarla a toda costa. A esos, claro, hay que someterlos a la fuerza. Sería muy irresponsable no pensar así. Que le pregunten a S. Allende, allí donde se encuentre.

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  44. Ya. ¿Y tú no crees que eso mismo han creído (o al menos dicho) hacer todos los que en nombre de su revolución han sometido a alguien, aunque el "pequeño grupo" acabase siéndolo todo?

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  45. ¡Qué interesante! Y yo me lo estaba perdiendo.

    Yo pienso que la historia es cíclica, y que el espiritu revolucionario y la lucha de clases, están latentes pero dormidos, por la actual concepción de la sociedad y la política, con todo lo que ello implica.

    En un futuro cero no no muy lejano comenzaremos a sufrir recortes, me temo que en todos los ámbitos, y la vida ya no se va a presentar de una manera tan confortable, con tantas concesiones y derechos, donde el dinero abrirá las puertas de todo eso sí a quien lo tenga, entonces probre de los "pobres".
    Y estoy convencida de que no mucho más tarde se ha de levantar un Roi Xordo contra algún Sr. Andrade por un reparto más igualitario, y por una vida no alienada a sus antojos.

    La educación es la clave, y el fallo en sí mismo. Y digo esto por qué creo que están intimamente relacionados: "Sicarios Económicos-de J. Perkins" y "Cambiando el paradigma de la educación- de Ken Robinson", ambos sobre la forma de someternos.

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  46. ¿por qué todo el mundo piensa que la lucha de clases es sólo algo violento, una guerra, una revolución? Es que la discriminación racial, el dispar acceso a la justicia de unos y otros, la explotación esclavista, la desigualdad de género, el control monopolístico de los medios de producción, la colonización del tercer mundo... el hambre, no es lucha de clases? No es expresión de la dominación de la clase o grupo social que tiene el control de la producción y el poder político sobre quién no lo tiene? ¿Y no está garantizado ese poder, en última instancia, por el poder militar y/o policial, y, por lo tanto, no es una imposición violenta a la mayoría de las condiciones de una minoría? No es que tengas que ejercer la violencia en una revolución para tomar el poder, es que en cuanto discutas ese poder, los que lo atesoran van a ejercerla contra tí, y tú, por muy pacifista que seas, tendrás que defenderte.

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  47. Claro, todo eso es lo que Galtung llamó violencia estructural, y es con diferencia la más presente y más dañina de todas. Y supongo que es una cuestión de clases, también, o que es posible explicarla así. Tienes razón, Morelli.

    Lo que me pasa es que cada vez dudo más de la capacidad de la violencia material para luchar contra ella.

    1730, ¡hay que estar atenta!

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  48. Me parece muy interesante los planteamientos y preguntas que os haceis sobre lucha de clases y revolución. Lo digo porque según que representaciones nos hagamos de estes asuntos vamos, o no, a comprometernos con procesos de cambio social. Yo creo que la palabra Revolución es muy gruesa o muy leve, como el cielo de los católicos. “¿Comprometerse con la revolución implica, o no, el uso de la violencia? Si la implica, yo no me comprometo.” Esta puede ser la conclusión de algunos por manejar este tipo de conceptos.

    Por eso, yo creo que la motivación tiene que venir de lo sangrante de la realidad. Y que decir un NO existencial a esa realidad, inicia el cambio. ¿a dónde nos llevará? Personalmente no creo en las leyes y la lógica de la Historia, lo que no quiere decir que sus lecciones no nos puedan servir. Y por esa razón me oponía a la dialéctica hegeliana que inspira la lucha de clases marxista.

    Yo puedo utilizar la palabra revolución para sugerir que en el vigente régimen político, es imposible la justicia social y un auténtico desarrollo humano. Pero no para referirme a un estado de cosas ideal en el futuro, consecuencia de un proceso revolucionario.

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  49. Si no es una cuestión de clases ¿qué es? ¿Es estructural, como el clima? no. ¿No puede dejar de existir esa violencia?. ¿qué intereses persigue?. ¿Un estado ejerce violencia contra la gente por que sí - un estado inconsciente-, o persigue establecer un orden favorable a la clase que manda?

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  50. El término estructural se refiere a que su "medio" es la estructura, y que en ella se manifiesta; no a que sea inevitable (ni la violencia, ni la estructura en cuestión que la ejerce), o algo así.
    Y lo que hay que hacer para solucionarla es cambiar la estructura.
     
    ¿Los motivos? Pues yo creo que muchos, unos más conscientes y premeditados que otros. La violencia estructural suele caracterizarse como política o como económica, en función de cuáles son los desequilibrios más patentes. Con lo que podríamos volver a tratar de separar una de otra…
     
    Hay, Taliesín, una comprensible tendencia a identificar a la revolución con un tipo de revolución en particular, ¿no? Que, como te decía el otro día, a muchos nos da miedo incluso aunque tenga razón.

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  51. Si, el miedo siempre tiene que ver con una representación del futuro que nos hacemos. Por eso intentaba eliminar tal representación de lo futuro y fundar el compromiso político en lo presente.

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  52. Eso mismo.

    Somos muy conservadores cuando pensamos en el futuro (que me quede como estoy), nada de izquierdas.

    Imaginarse un futuro sin conflictos es lo que justifica no cambiar el presente.

    Para actuar políticamente en contra de la realidad presente hay que echarse en brazos de la indeterminación futura.

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  53. Cuando pienso en una revolución, yo, que soy miedoso, no solo temo el después, sino también el mientras. De hecho, y a pesar de que la Historia da argumentos para desconfiar de las consecuencias, tengo más miedo del mientras.
     
    Y (aunque esto es subjetivo) yo diría que, para la mayoría, la idea de revolución se relaciona sobre todo (y negativamente) con una explosión de violencia. Y que es eso lo que hace que una revolución sea posible solo cuando hay desesperación.
     
    Buon giorno.

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  54. De todas formas, esa violencia estructural (como tú la llamas) mata millones de personas cada año.

    Por suerte para nosotros non ha tocado un reparto favorable en esa muerte "estructural", pero esta es una condición, de raiz, injusta, que creo yo no debería ser la base para argumentar una opinión política sobre la revolución.
    En otras palabras, ya que no me tocó vivir en Nigeria (por ejemplo) y comparándome con un nigeriano medio no estoy tan mal, pues me quedo como estoy. O más claro aún, ya que vivo en el barrio de Gracia y comparado con los del Clot-Sant Andreu tengo 10 años más de esperanza de vida, pues mejor no hacer ninguna revolución.

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  55. (Se me había pasado)

    Por supuesto que en esa, como en otras posturas, hay una parte de egoísmo. Pero es que a la mayoría le cuesta mucho desesperarse por la situación de los demás...

    Buenos días.

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