12.9.11

Literatura de viajes

En El corazón perdido de Asia, que tan despacio estoy leyendo, no he subrayado casi nada.

Me está gustando mucho, o bastante, pero el interés es sobre todo documental. Estoy aprendiendo mucho (o bastante) sobre todo aquello: Gengis Kan, los kanatos, Tamerlán, el Islam más moderado de allí, sus ciudades santas, etc.; que es lo que quería. Literariamente, en cambio, yo no sé si por él o (me da la impresión) por la traducción, deja un poco que desear, para mí.

Sin embargo, de vez en cuando hay algún párrafo, generalmente centrado no en grandes sucesos ni en monumentos, sino en encuentros con gente normal y corriente, que me encanta.

Aquí Thubron está con una familia a la que no conoce, y con la que se ha puesto en contacto por una amiga suya, Fátima, turca, que en Inglaterra le había dado sus señas. Para ellos su presencia es un acontecimiento excepcional (en los dos sentidos de la palabra), y a la cena todos los hombres (siempre los hombres) lo rodean:

Preguntaron formalmente por Fátima, que empezó a adquirir entre nosotros una presencia mística. Muchos de ellos solo la conocían de óidas, pero se pusieron tristes cuando les dije que se había separado de su marido y se mostraron interesados por su coche y por su casa, animándose cuando les dije que estaba teniendo éxito con el periodismo. A veces, bajo la presión de sus preguntas, me sorprendía reinventándola para complacerles. Expresé su entusiasmo por volver a Uzbekistán, pero les dije que no sabía cuándo podría ser. Les pregunté de parte de ella por sus niños y sus notas escolares. Ellos contestaron con sobrio orgullo. Sí, les dije, ella estaba muy bien, no les había olvidado, y sus rostros mostraron hileras de dientes plateados.

Y creo que al final lo importante es siempre eso. Podemos ir al fin del mundo, y buscar solo personas. O no sé si a nosotros mismos, en nuestras relaciones con los demás.



6 comentarios:

  1. Apunto este titulo. Yo leí del mismo autor " En Siberia" en el que cuenta un viaje en el Transiberiano y me encantó.

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  2. ¡Ya, si me lo recomendaste tú, el de Siberia! Pero está descatalogado, y no he sido capaz de encontrarlo. De hecho, compré este porque era lo más cercano, geográficamente, que había.

    Un beso.

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  3. Estoy totalmente de acuerdo contigo.
    Las personas y sus relaciones entre sí. Escenas entre personas. Últimamente me apasiona esto.
    Todo lo que subyace en un encuentro, por casual que sea. La cultura, la educación, el estatus, el reconocimiento del otro, la cortesía.
    Cuando uno está, en la relación con el otro, tan atento a todos esos factores, se pierde la espontaneidad, desde luego.
    Saludos.
    Manoli.

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  4. las personas, los objetos, las piedras, los caminos, las personas, las flores, árboles y arbustos, las personas, los ríos y el mar. Ahí ya se añaden los fantasmas y nuestra vida se va llenando.

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  5. Hola! Me ha gustado muchisimo la entrada... Tengo muchas ganas de leer este libro ahora. Quiero leer alguno que me haga despegar hacia universos desconocidos, y parece que este es el indicado. Saludos

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  6. Pues me alegro mucho, Martín. Vale la pena.

    Bienvenido. Un saludo.

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