Clases de Religión
1. Ya comenté una vez que mis hijos van a clase de Religión, aunque a mí me gustaría que no fuese así.
- La profe de Religión nos explicó la historia de Adán y Eva; que habían sido los primeros hombres, y que luego se fueron al infierno por comer una manzana de un árbol donde estaba el demonio.
- ¿Os dijo que veníamos de Adán y Eva...?
- Sí.
- Mira, lo de Adán y Eva no es verdad. Da igual que uno crea o no crea en Dios: el Hombre no apareció así; la ciencia ya sabe cómo es, que procedemos de otras especies, como todos los animales.
- ¿Que venimos del mono? Eso ya nos lo dijo, pero que Adán y Eva eran los primeros hombres.
- Pues no. No venimos del mono; somos sus parientes, más o menos. Pero, en cualquier caso, lo de Adán y Eva no es verdad, no aparecieron dos personas de repente. Eso es solo un cuento y no lo puedes creer, aunque creas en Dios.
Y me quedo pensando en que Utah está más cerca de lo que pensamos.
2. Ayer comimos los tres en casa de una amiga, con dos niñas marroquíes que llevan en España un año y medio. No comen carne, ninguna, a no ser que haya sido sacrificada de acuerdo con el rito musulmán (confieso que creía que lo del sacrificio especial era solo cosa judía; que el Islam solo prohibía la carne de cerdo).
- ¿Y por qué H. y A. no comen carne?
- Porque su religión se lo prohíbe. ¿Qué te parece?
Paula pone una cara que más o menos quiere decir que le parece de locos.
- Absurdo, ¿no? Bueno, pues todas las religiones, incluida la nuestra, la de aquí, tienen cosas así de absurdas, prohibiciones y reglas que no tienen ningún sentido.
Profe de religión, 1 - Yo, 1.