Conversación
Varias personas hablan separadas por mamparas de cristal que les permiten verse pero no oírse. De vez en cuando, una pantalla les sugiere un tema común. Para intervenir, está bien visto esperar a que los demás no muevan los labios.
- ¿Y a usted, si le concediesen todo cuanto deseara, qué le gustaría hacer en sus vacaciones? - ¿A mí? Estar sentado en una silla.
Varias personas hablan separadas por mamparas de cristal que les permiten verse pero no oírse. De vez en cuando, una pantalla les sugiere un tema común. Para intervenir, está bien visto esperar a que los demás no muevan los labios.
Escrito por Portarosa , 10:10
Es una buena imagen, un poco sesgada, de la comunicación actual. ¿Pero qué no está sesgado hoy día?
ResponderEliminarHablamos mucho y comunicamos poco.
ResponderEliminarUn abrazo
Me he quedado pillada todo el día con tu entrada, Portorosa.
ResponderEliminarEs de esas veces en las que pienso, soy tonta o soy tonta ;-)
Tu escueta entrada, a mí, me sugiere un mundo reciente de blogs en movimiento en el que, quizás, tu observes una falta de "net-etiqueta".
Puede que hablemos antes de tiempo.
Un bes, ya medirás si he resuelto el acertijo o...para nada ;-)
Buenos días.
ResponderEliminarKaken, yo hablaba de las conversaciones normales, en persona. Pero, efectivamente, he querido ser tan escueto que al final el texto es ambiguo.
Pero bueno, así surgen interpretaciones que enriquecen la idea inicial.
¿Por qué actual, Koldo? No es una pregunta retórica; yo me la hice ayer al escribir esto:
¿Por qué creemos que antes la gente sí escuchaba y "conversaba" de verdad? Es cierto que ahora hay más prisa, estamos más aturdidos, etc., pero ¿es cierta la imagen del conversar lento de otros tiempos o es una idealización, como tantas otras cosas? La gente mayor habla así con más frecuencia que la joven, ¡pero por ser mayor, no por ser de otra época!
¿No habrá sido siempre así?
No sé, sinceramente, si antes las conversaciones serían más sinceras y los conversadores más respetuosos y menos ensimismados.
Que buenos días, vamos.
Saludos.
Ah, Koldo, se me olvidaba: es sesgada, claro.
ResponderEliminarNo pretende definir "La Conversación Actual", sino describir una situación habitual. Pero hay más.
Pues a mí me sugiere respeto. Ese respeto que tantas veces se echa en falta en las conversaciones. Quizá no sea una mala técnica esperar a que el otro haya dejado de mover los labios para evitar interrumpirle. Quizá debiéramos ser más conscientes de la necesidad de emplear más de un sentido cuando hablamos. Quizá nunca es igual lo que interpretamos que lo que el otro intenta transmitir...
ResponderEliminarBuen día.
¡¿Respeto?!
ResponderEliminarEntonces, Rose, sin duda no he conseguido expresar lo que quería, porque a mí el tipo de conversación que pretendía describir me parece penoso, entre otras cosas, por el desinterés hacia lo que el otro dice: como mucho (porque está bien visto, pero no es obligatorio ni todo el mundo lo hace) se espera a que deje de hablar, a que deje de mover los labios, para soltar el rollo propio. Pero ya está, nada más, no se escucha ni, por supuesto, se tiene en cuenta lo que dicen los demás.
Un saludo.
Hablar, lo sabemos hacer de maravilla. Pero escuchar....ufff.
ResponderEliminarTenemos la tendencia a creer que lo que tenemos que decir es más interesante que lo que podemos escuchar.
La otra faceta es que, en vez de escuchar, demasiadas veces interpretamos y, en esta interpretación, sólo ponemos nuestras emociones sin tener en cuenta las emociones del emisor. De esta forma se establece una no comunicación.
Para escuchar, de verdad, los oídos no son lo más importante. El sentido de la vista es fundamental. Se precisa vaciar nuestra cabeza de nuestros pensamientos y pasiones y acompañar con entrega al otro. Saberlo recibir sin intentar dar.
Un abrazo.
No, si ya lo decía yo, que casi nunca es igual lo que interpretamos que lo que el otro intenta transmitir...
ResponderEliminarFíjate, que yo lo había entendido más tal como explica Juan en su último párrafo "Para escuchar, de verdad, los oídos no son lo más importante. El sentido de la vista es fundamental." Quizá es porque he pasado por alto lo de "porque está bien visto"...
Pero tienes razón. Ese tipo de comunicación que defines se da mucho, demasiado. Vaciarnos de nuestros propios prejuicios y sentimientos a la hora de comunicarnos para no interpretar, sino escuchar, como dice Juan, es difícil, muy difícil...
Al principio pense´que era un confesionario y que con tantos adelantos, el cura sacaba el tema...
ResponderEliminarYo creo que hoy se habla y se escucha igual que antes y seguro que será igual en el futuro, pues depende del interés que tengamos por la persona que está enfrente.
Saludos
Hablar, comunicarse.
ResponderEliminarYo lo veo así:
1. Saber qué dice el otro: si nos fiamos de nuestros sentidos, hay que escuchar y punto. El texto hace referencia a que esto en muchos casos ya no se cumple.
2. Saber qué quiere decir: es la primera interpretación, y siempre la hacemos. Bien o mal, dependiendo de lo que conozcamos a nuestro interlocutor y de nuestra capacidad. En esta fase ya es posible echarlo todo a perder; y de hecho es bastante normal, en mi opinión, por múltiples motivos.
(Estaría bien enunciar qué influye en esa capacidad nuestra, y qué suele llevarnos a malinterpretaciones, pero lo dejo para mejor ocasión, o mejor pluma).
3. Segunda interpretación: también la hacemos, de modo más o menos consciente, y consistiría en tratar de entender las causas, circunstancias, consecuencias, implicaciones, etc., etc., etc., del mensaje que hemos recibido. Si uno es aficionado a estos temas y se las da de psicoanalista, es un juego apasionante. Pero además, si se hace bien, es lo que nos permite conocer a los demás (y, de paso, a nosotros mismos).
¿Me habéis leído con atención? ¿Habéis entendido lo que quiero decir? ¿Por qué creéis que lo digo y qué os parece que dice de mí todo esto?
:)
Feliz fin de semana a todos. Abrazos.
Vamos a ver Porto. La entrada es una imagen. Esto quiere decir que ya pierdes derechos de propiedad sobre el mensaje, pues entran en consideración las interpretaciones. Y si, como bien dices, éstas enriquecen el texto, eso quiere decir que en lo que escribes puede haber elementos que te son desconocidos.
ResponderEliminarHago esta apreciación, precisamente para hablar de otra actitud en la comunicación que no se ha tocado. Se ha hablado de la necesidad de escuchar para comprender el mensaje del que emite, pero no se ha aludido aún a la comunicación dialógica como una búsqueda del sentido por parte de los interlocutores, en lo que el lenguaje va diciendo.
A mí lo que me llama la atención en la imagen del texto, y que de momento tampoco se ha comentado, es que las personas hablan en función de lo que se les sugiere. Y eso sí me parece una muy buena metáfora de lo que es la comunicación (social y pautada) de nuestros días. Sería un buen estudio sociológico aquel que analizara los contenidos de las conversaciones en ambientes de trabajo, de ocio, etc. para saber el porcentaje de conversaciones, a las que se puede rastrear un origen en los medios de comunicación, intereses comerciales, intereses políticos, etc. y que son introducidos insidiosamente en el clima social para crear opinión pública y para hacer funcionar "un sistema". Y, por supuesto, el porcentaje de comunicaciones a las que no se puede hacer ese rastreo pues son de carácter completamente personal.
Ese estudio no podría, evidentemente invadir la intimidad para calcular el porcentaje de comunicaciones en el que se deja decir al lenguaje y se está alerta al sentido brincando entre amigos. O entre amantes. Risas.
Unha aperta
a mi me sugiere algo que, aunque se da puntualmente, es muy sintomático de la desaparición del debate en nuestra sociedad.
ResponderEliminarUn ejemplo: en un ciclo de conferencias un conferenciante defiende una idea sobre un tema x, y nadie hace preguntas y todo el mundo aplaude. A continuación entra un segundo conferenciante y defiende la idea contraria al primero, y nadie hace preguntas y todo el mundo aplaude. La entrada de portorosa es mucho más sintética que esto. En este caso lo que importa es estar en la butaca escuchando a unos y otros, no lo que unos y otros dicen. La pantalla que sugiere temas es el acontecimiento, el evento. Lo demás no importa.
hemos (alguien ha) revestido las ideas de papel celofán y las ha lanzado a la sociedad. Se ha gastado mucho más en el envoltorio que en comprar las ideas, un auténtico catedrático del paquete de regalo. Y sólo vemos los brillantes lazos de colores.
ResponderEliminarPues a mi me paso el otro dia que me fui a cenar con alguien que hablaba, creo que solo para si mismo/a, y cuando yo intervenia sentia que no me escuchaba, porque luego seguia con su propia conversacion, como si yo no hubiera dicho nada, aunque le contradijera en lo que decia. En casos asi me siento un poco estupida e invisible, pero me vino a la cabeza la imagen de esta entrada, y pense que era tal cual. Algunos hablamos pero no escuchamos, conversamos en una sola direccion. En realidad no se si tiene mucho que ver con la entrada, pero yo me acorde de tu blog, Portorosa... Y supongo que situaciones asi las habra habido siempre, no? Yo creo que a mi abuela tambien le ha pasado, no creo que sea algo de "mi epoca"... Bueno, y yo que se...
ResponderEliminarY perdon por lo no acentos, en HK no hay de esos... :)
Buenos dias.
Tiene muchas lecturas. No sé por qué me ha recordado la escena de Annie Hall, cuando Alvy conoce a Annie y mientras dicen tonterías sale en subtítulos lo que están pensando.
ResponderEliminarTres elementos: emisor, mensaje y receptor.
ResponderEliminarEl emisor puede lanzar
1)un mensaje claro, porque quiere ser entendido. Cuantos más datos proporciona más posibilidades de éxito tendrá.
2)un mensaje que, deliberadamente, se puedan dar múltiples interpretaciones.
3) un mensaje que, queriendo ser claro o viceversa, no lo haya conseguido por haberlo construido de forma defectuosa.
El receptor puede recibir el mensaje:
1)estando seguro de su significado (esté en lo cierto o no).
2) no teniendo ni idea de lo que significa.
3) manipulándolo a su antojo extrayendo un significado totalmente diferente a la intención del emisor.
Escuchar e interpretar, bajo mi punto de vista, pueden tener connotaciones muy diferentes.
Escuchando, el receptor es pasivo y los actores son el emisor y el mensaje.
Interpretando, el activo es el receptor, que se pone en marcha ante el estímulo inicial del emisor quién, tras transmitir el mensaje pierde la propiedad del mismo y debe esperar la actitud del receptor.
La interpretación está sujeta a las emociones o los intereses del receptor y, por consiguiente, existen muchas posibilidades que la comunicación sea un fracaso.
Para que una interpretación sea respetuosa con el emisor, previamente tienes que controlar tus emociones y analizar de la forma más objetiva posible el mensaje.
Hay tantos comentarios-sugerencias que no sé...pero a mí me recuerda a "A puerta cerrada" de Sartre...definitivamente para cualquier epoca e individuo.
ResponderEliminarBuenos días.
ResponderEliminarTaliesín, ¿puedo borrar tu comentario y decir que la metáfora de los temas sugeridos se me ha ocurrido a mí, y que era intencionada? : )
(Le veo a usted más acomodado, más dócil, no sé...)
Juan, con independencia de la "calidad" de la interpretación (basada, entre otras cosas, en esa facilidad para dejar a un lado las propias emociones, al menos en un primer momento, y así tratar de "objetivar" la recepción del mensaje), creo que siempre la hay. Es un paso distinto a la escucha, como decía, pero siempre ocurre, a continuación de ésta. Estamos de acuerdo, ¿no?
Carolaine, ¿hablaba él chino y tú castellano? :)
En serio, pensar que en una conversación en Hong-Kong alguien ha tenido a mi blog en mente me da como vértigo; me alucina y me encanta.
Yo no recuerdo esos subtítulos...
ResponderEliminarClaro que puedes borrarla, Porto. De ese modo estarías cumpliendo con el programa que se anuncia en la imagen; ya sabes, la pantalla y el tema sugerido.
ResponderEliminarQue sepas que he tenido que hacer un esfuerzo para entender tu comentario, como si estuviera leyendo en tus labios detrás de una mampara de cristal. ¿Te ha pasado a ti lo mismo con mi comentario?
Bon día!
¿Estás haciendo el cuerpo al nuevo horario? ¿Vas a ser capaz de desayunar a eso de las once y durante 45 minutos?
ResponderEliminarBo día.