Varón, 35 años, casado, padre, busca:
Domi manere convenit felicibus.
(Conviene a los felices quedarse en casa)
(Inscripción que adorna una de las salas del castillo alemán de Sigmaringen, según recoge Claudio Magris en El Danubio)
Lo que el individuo del título busca es, por lo general, que le confirmen lo que ya sabe; y, excepcionalmente, que lo vuelvan a convencer.
¡Eres muy joven!
ResponderEliminarConviene a los felices quedarse en casa, especialmente si sabes que casi todos los demás van a estar en la carretera. Aunque algunas veces al salir de casa no se busca la felicidad sino, simplemente, alejarse un poco de esos paisajes que nos envuelven a diario, y que, al regresar, nos gusta encontrar tal como los habíamos dejado. Tan nuestros. Muchas veces la mejor parte de un viaje es el regreso.
ResponderEliminarA mí también me gusta quedarme en casa. Parece además que estos días se disfruta de otra manera.
Un beso, milord.
Y, como Danae, exclamo ¡eres muy joven!
ResponderEliminarNada ni nadie ocupa lugares que ya están llenos...
ResponderEliminarSaludos.
Un beso a las tres.
ResponderEliminarAl principio entendí los "¡Eres muy joven!" como gritos de ánimo... hasta que me he dado cuenta de que era una exclamación de sorpresa al enteraros de mi edad, que no sabíais.
Pues sí, tengo 35 años. Y no sé qué pensar de que eso os sorprenda: ¿escribiré/pensaré/opinaré como un señor?
Insisto, besos sinceros.
Como un señor...de Portorosa. :)
ResponderEliminar"Pues sí, tengo 35 años. Y no sé qué pensar de que eso os sorprenda: ¿escribiré/pensaré/opinaré como un señor?"
ResponderEliminarA mí no me sorprende (¿quizá porque yo tengo bastantes más?). Es una edad perfecta para andar por el mundo. Incluso para pararse un rato, sentarse en una silla, tomar perspectiva, y una cañíta con almejas... y seguir andando.
Yo creía que Brian tenía la edad... de Brian, el de la película. Al saber que tiene (bastantes) más, he de decir que su manera de escribir, sin embargo (y espero que en esto vea sólo un cumplido, porque como un cumplido lo digo), me parece de alguien más joven, de alguien de más o menos mi edad, o poco más. Y me lo parece por lo flexible, por lo ágil que la veo; sin duda en esto influye que esté acostumbrado a ver mentalidades rígidas, y más cuanto mayor es la gente que me rodea.
ResponderEliminarGracias, milady.
Donna, esto tiene que ver con quedarse y ser feliz dentro, o salir; con tener tu pequeño mundo que te satisface o salir a comerte el Mundo; con pequeñas cosas (es un decir) o grandes hazañas (es otro decir, qué duda cabe). Y tiene que ver con el hecho de que, aun pensando y sintiendo que eligiendo la primera opción has acertado (para ti, para la persona que eres, has acertado), a veces desearías poder vivir dos (por lo menos) vidas a la vez, para probar otras cosas a las que, inevitablemente, has de dar la espalda (tantas, en realidad, tantas...).
No sé si me he explicado, Dama. Días así que tiene uno.
Un abrazo a todos.
Mito del eterno retorno.
ResponderEliminar¡Mujer, pero no lo he hecho de tapadillo!, ¿no?
ResponderEliminarNo he sido muy explícito, porque así: 1) sólo me entendía el que me leyera con calma; 2) acababa antes; 3) le daba un toque misterioso-cultivado.
Lo de la foto... ¡es imposible! No preguntes por qué ni por qué no, pero así es.
Un beso.
Bienvenido, Aviador. Veo que tu blog aún está vacío. (Ah, que conste, que no veo la relación entre el mito del eterno retorno y lo que yo he escrito.)
Estoy de pruebas, soy un autentico cateto en estas cosas y puse -perdona- algo que relacioné.
ResponderEliminarSi deseas entrar, ya hay algo escrito.
Perdón de nuevo
Ya he entrado. ¿Pero eres tú Joaquín Ramírez Garrido, a quien ya he visto por algún que otro blog?
ResponderEliminarY, por favor, no hay nada que perdonar. Es un placer tenerte aquí.
Un abrazo.
Afirmativo.
ResponderEliminarGracias por su bienvenida.
Joaquín
Varón, 35 años, casado, padre, DUDA.
ResponderEliminarMe siento totalmente identificada. Y esa duda a mí me genera mucho desasosiego, pero es también necesaria para recordarme qué es lo que me hace feliz, cómo quiero realmente vivir mi vida, por qué voy a seguir luchando.
Creo que lo sé, creo tenerlo claro, sólo que a veces, en medio de la cotidianeidad, otras vidas, otros posibles caminos, un texto como este, hacen que aparezca de nuevo la duda.
Que se le va a hacer, siempre hay que elegir. Pero tú tienes muy claro lo que quieres, tú tienes muy claro que es lo que te hace feliz (mucho más que yo), asi que a disfrutar del mundo que te has construido y que sigues construyéndote en tu día a día.
Un beso.
Reconvencer o reconvenir?
ResponderEliminarAgur.
¡¡¡¿35 años?!!! En fin, lo dejo así en interrogación para que no sepas realmente si me parecías más joven o más mayor de lo que eres. ;)
ResponderEliminarDicen por ahí que la ignorancia da la felicidad. Es decir, que si te quedas en casa y no "ves" lo que hay alrededor de tu pequeño mundo, no lo puedes desear... Vamos, ojos que no ven, corazón que no siente.
Pero yo pienso, que no sé si será así o no, que es mejor investigar lo que acontece alrededor de uno mismo, pese al precio que de vez en cuando hay que pagar por ello (escoger uno u otro camino, por ejemplo).
Y, por supuesto, siempre está el término medio. No sé...
Besotes. C.
María, qué te voy a decir que no sepas, y viceversa (por cierto, quién te ha visto y quién te ve). Dudas, dudas, siempre dudas; quien no duda, poco o nada se pregunta. Un beso enorme.
ResponderEliminarGalufante, me temo que no te he entendido. Lo siento. Un saludo.
Calamidad, me alegro de tenerte de vuelta (aquí hoy es todavía festivo). Hay que ver, hay que mirar, para mí está claro; y, después, elegir, aun sabiendo que incluso la mejor opción supone renunciar a todas las demás (es duro, ¿no?). Un beso enorme (35, sí, 35; un día te dije que es que me conservaba bien, y ahora ya puedes formarte una opinión... en silencio).