Ambiente barriobajero, a mi pesar.
Llueve, y es dificilísimo describir una tarde de lluvia vista por la ventana sin -en el mejor de los casos- caer en tópicos, a no ser que uno sea Valle Inclán, Cunqueiro, Pla, o pocos más (Bukovsky tampoco resultaría cursi, qué duda cabe).
Asistamos, pues, en cambio, a una conversación mantenida en una oficina cualquiera (no necesariamente de la Administración, que conste) un día cualquiera, a media mañana:
"- Sí, si a Fulanito lo conozco yo un montón, hombre. Con Fulanito estuve yo trabajando en X, que fue su último destino, ¿no sabes?; que él después se fue y montó una empresa. Y, claro, como conocía a todo el mundo... Bueno, de hecho ya se fue por eso.
- ¡Hombre, claro!
- Claro. Él ya contaba con que Mengano y don Zutano le iban a comprar todo a él.
- Si Mengano me lo había contado todo a mí; que estaba todo amañado.
- ¡Como que se inventaban las obras! ¿Y facturas de compras de material que nunca entró en X?, ¡mil! Así le va a Fulanito, claro, que ya va por el segundo chalé; ¡y vaya chalé!
- Pues ahora don Zutano compró unos terrenos...
- Bueno, eso de "compró"...
- Ya, bueno, "consiguió" unos terrenos allí, en el culo del mundo; y, ¡qué casualidad!, se los recalificaron, se los recalificó el Ayuntamiento. Y resulta que, mira tú por dónde, justo por ahí va a pasar el acceso a la autovía, y al pobre le van a tener que expropiar. Expropiar suelo edificable, claro.
- ¡Jo, vaya pelotazo!
- A mí me hablaron de tres o cuatro millones de euros. Tres o cuatro millones por unas tierras que no valían nada; ¡pero nada de nada!
- ¡Vaya máquina!
- Bueno, siempre fue listísimo. Y, además, un hombre educado, amabilísimo; daba gusto oírle hablar. Siempre de broma, además.
- Con un humor, así, un poco inglés, ¿verdad? Además le pega, ¿verdad?, porque es un hombre súper elegante. Es un señor, un señor. ¡Dios, cuatro millones de euros! ¿Os imagináis? ¡¡A mí ya no me veíais el pelo!!
- Atended, atended, oid esto: "Acusado el Secretario de Estado de YZ de aceptar comisiones de la empresa privada a cambio de contrataciones".
- Joder. Y después dicen que tal, que si los de antes, que si iban a limpiar la vida pública. ¡Te digo yo que estos son todos unos chorizos!
- Y qué pasa, ¿que los de antes no?
- Bueno, no sé si los de antes sí o no, ¡pero estos, estos son unos verdaderos chorizos, todos!
- Bueno, como todos. Vaya políticos... es que es de coña.
- ¿Y qué vas a esperar de los políticos? Si son todos iguales. Ya lo decía siempre don Zutano: "La condición de político, hoy en día, es incompatible con la de caballero".
- Si es que caballeros ya no quedan, hombre."
Cuántas veces habré oído a gente que -a mi pesar- conozco rasgarse las vestiduras por la corrupción política, cuando lo único que diferencia su comportamiento del de los que critican es una mera cuestión cuantitativa, debida exclusivamente a que su influencia y su capacidad de decisión son mucho menores.
Es curioso cómo la mayoría de estas personas parece creer que si estuviesen a un nivel más alto y tuviesen más poder dejarían de aprovecharse de su situación y se volverían honrados. Cuando, en realidad, parece lógico pensar que cuanto mayor sea la tentación, menos capaces serán de vencerla.
¡Cuánta razón tienes!, ¡Cuántas veces nos hemos encontrado con gente así!. Lo pero de todo es que los políticos son cuatro –aunque algunos sean lo que tu denominas chorizos– mientras que gente como la que describes en tu diálogo es mucho más abundante. Algunos de ellos llegarán a políticuchos, nunca a políticos, y otros continuarán llenándose los bolsillos a cuenta de gente que todavía cree en la legalidad y en las buenas personas. Yo tengo fe, de muchos tipos, y una de ellas es en la creencia de que la paz con uno mismo no se paga. otro gallo cantaría si así fuese, ya que aquellos que ahora se enriquecen de malas maneras, sabrían finalmente lo que es la verdadera pobreza. La de corazón, ya la conocen.
ResponderEliminarNo soy buen cristiano, pero Jesús dijo algo que viene muy a cuento: "No mires la paja en el ojo ajeno sin antes quitarte la viga en el tuyo". Tu reflexión ha llenado unos minutos enriquecedores en este día.
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