22.7.13

Examen

Volvemos a los sitios, por ejemplo casi treinta años después. Han cambiado pero son los mismos: los olores, unas lámparas, el paso del río. Nosotros hemos cambiado más, aunque nos parezca que no; y probablemente ya no seamos los que éramos. O el que éramos esté allá en el fondo, muy adentro, rodeado de capas y capas.

¿Somos mejores?

¿Hemos sabido vivir?

Paseo por los lugares de antes con mi hijo, miro alrededor, le enseño, me oigo hablarle y (a pesar de todo, de tantas cosas) creo que sí.



18.7.13

Me acuerdos (IV)

Me acuerdo del día en que, con dos o tres años, enfadado, le dije a mi madre por primera y creo que última vez que no la quería. En voz baja. Creí que se iba a abrir el suelo y el mundo entero se iba a hundir.


12.7.13

Me acuerdos (III)

Me acuerdo de los pasos de mi abuela, cada vez más lentos y cada vez arrastrando más los pies, acercándose por el pasillo para abrir la puerta.

Me acuerdo de su olor cuando nos daba un beso al arroparnos, y de cómo nos decía que estirásemos las piernas y nos las frotaba por el frío.


11.7.13

Me acuerdos (II)

Me acuerdo de mi madre peinándonos en el cuarto de baño grande, después de comer, para irnos al colegio.

Me acuerdo de la colcha a rayas anchas blancas y rosas.

Me acuerdo de mi padre de pie detrás de la puerta, jugando con nosotros al escondite en casa una tarde.


10.7.13

Me acuerdos (I)

Me acuerdo de ir andando por Santorcaz, al mediodía, en verano, pegado a las tuyas buscando unos centímetros de sombra y sofocándome con su olor verde.

Me acuerdo de quedarme tumbado sobre unas redes en el muelle antiguo de Vicedo, de pequeño, mirando el cielo.