Un provinciano en Madrid: reencuentro
Ya he vuelto.
Para mí, Madrid, la ciudad, es ante todo la sorpresa de la gente, que me tiene tonto dos días; de la cantidad, por supuesto (la primera mañana, en el Metro, pensaba "En este tren hay más gente que en todo Vicedo"), pero también de la variedad y del anonimato general: me siento eso, provinciano. Es sequedad, es pelo sucio, labios secos, piel seca, nariz seca hasta empezarme a sangrar una mañana en clase. Es calefacciones achicharrantes. Es ir con el bolso al revés, con el cierre hacia el cuerpo. Es gastar y gastar.
Pero Madrid es también, como ya he dicho muchas veces, el paraíso del observador, la modernidad, gente que hace cosas distintas, otras profesiones, aire mentalmente fresco.
Madrid puede ser literatura de cerca (además de la comprada: qué maravilla, La Central), hablar con escritoras hasta la una de la madrugada sobre ella.
Madrid ha sido ver amigos y conocer a otra; ha sido el Bremen, tan cariñoso; ha sido la encantadora Lara; ha vuelto a ser mi querida Cal; ha vuelto a ser mi querido Javi; ha sido, como siembre, el gran NáN, y ha sido mis maravillosos anfitriones, Aroa y David.
Ya he vuelto. Y mejor, como esperaba.
para servirle a dios y a usted.
ResponderEliminarQue el hombre sentado en una silla se siente en un taburete de bar, en el metro, en la cocina verde, etc. no le viene mal. Ahora que has vuelto al mundo del musgo y los helechos en las ruedas del coche, respira. Abrazos.
ResponderEliminarMadrid es un asco, pero ha sido estupendo conocernos!!! Ya estoy deseando que vuelvas otra vez para seguir charlando.
ResponderEliminarAl tiempo que tú ibas a Madrid, los mismos días, yo fui a Toledo y volví. Y no fue por trabajo... Lo peor del viaje, rodear Madrid a la vuelta a media tarde.
ResponderEliminarPero lo que importa de los sitios es la gente con la que te encuentras, está claro.
Pues sí que empiezas bien, NáN. Ya no sé qué creer.
ResponderEliminarNo, no le viene mal. Le viene bien.
Muchos abrazos. Y, de verdad, muchísimas gracias (por el qué y por el cómo).
Moli, o para empezar, en mi caso. Como te decía, soy de salida lenta :) Pero fue estupendo.
Bienvenido, Chefe.
Para mí, Madrid es un viaje en el tiempo. En todas las direcciones posibles.
ResponderEliminarPor cierto, La Central es una maravilla... pero no es madrileña, es catalana: la de Madrid no deja de ser una sucursal (http://www.lacentral.com/web/historia/)
La primera tienda que abrieron fue mi segundo hogar durante muchos años, bastante antes de convertirse en una cadena...
Lo sé, lo sé, Madre.
ResponderEliminarDe hecho, el dependiente de una de las secciones, que estaba chapado, el tío, tenía acento catalán. Supuse que se lo habían traído "puesto" de allí.
Me encantó. Incluido el edificio, que es una preciosidad.
Besos.
Lo que para usted es extrañeza, para nosotros es el día a día. Y lo que para usted es el día a día, para nosotros es asueto. Esta ciudad está endemoniada, pero se le acaba queriendo.
ResponderEliminar¡Qué emosión más grande volvernos a ver después de tanto tiempo, Porto! :'-)
Te deseo que pases unos días muy felices con los tuyos, y que el año próximo todo vaya mejor.
ResponderEliminarUn abrazo