13.12.07

Miedos

El número de amenazas que percibimos es proporcional, antes que a cualquier otra cosa (antes incluso que al número de amenazas reales que nos rodean), a nuestra debilidad.

30 comentarios:

  1. Y esto, que parece de perogrullo, a mí me ha costado treinta y siete añitos darme cuenta.

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  2. :-)

    ¿En qué mano dirías que encierro el pequeño saltamontes?

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  3. Bueno, eso ya lo dijo Krishnamurti.
    Lo realmente pavoroso es una silla vacía.

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  4. Siento tener que escribir para discrepar de ti. Yo pienso que antes que a nuestras debilidades, el número de amenazas que percibimos es proporcional a nuestra ignorancia sobre las diferentes situaciones en que podemos encontrarnos.

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  5. Es curioso que escribas sobre el miedo. Tengo un borrador que pretendía decir algo parecido a lo que tú has dicho mucho mejor, y con muchas menos palabras.

    Quién dijo miedo.

    Un abrazo,
    X.

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  6. Sirwood, no lo sabía pero no me extraña. Sólo faltaría que una idea así se me hubiese ocurrido a mí de primero. ¿Lo de la silla, qué significa?

    Tu quoque, Fernando?
    Es que la ignorancia lo único que hace es volvernos más vulnerables. ¿Qué otra cosa más que debilidad es la ignorancia?

    Podemos hacer eso, Xavie: tú me dices de qué va a ser tu próximo microrrelato, y yo lo destripo :D

    Un abrazo a todos. Incluso a ti, Pequena Besbella Donna.

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  7. Esto me recuerda una función de títeres que fui a ver con mi hija hace unos diez días: “Bolboreta”, de títeres Trompicallo. Trata varios temas, pero para mí la principal moraleja de la historia es que los miedos (en este caso representados en la figura de un monstruo) desaparecen si nos enfrentamos a ellos con valentía. Los cuentos infantiles están llenos de estas "pequeñas" cosas, lástima que no se asimilen hasta que se practican, y esto suele ocurrir cuando se es ya bien adulto ...

    Por cierto, precioso el “Camino que no iba ninguna parte”, muy buena elección.

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  8. Yo creo que lo de los miedos es un poco como las paranoias.

    Una cosa subjetiva que como te de por tener no sales de casa.

    (visto desde la perspectiva de mi optimismo más recalcitrante, claro...)

    Aurrera!

    Beso.
    M.

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  9. Lo malo es cuando las amenazas dejan de ser solo eso y se vuelven peligros reales a cada esquina y cada dia alguna.

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  10. El problema de esta escueta reflexión es su forma lapidaria. Se nos presenta como una ley, que en su fortaleza, parece querer conjurar las amenazas que pudieran pender sobre el discurso. Se ve que la intuición de la ley ha calado y que, ya en el momento de su proclamación, ejerce su imperio.

    Pero las relaciones entre el miedo y la amenaza son muy variadas y dependen de otros muchos factores y circunstancias, que difícilmente se dejan sintetizar en una ley.

    Veamos, muy brevemente algunos ejemplos:

    El miedo, como emoción básica, es un mecanismo instintivo que nos informa de las amenazas del medio. En este sentido, el miedo te hace inteligente y flexible para adaptarte a la situación.

    El miedo, también puede ser un esquema emocional en la memoria, que se forma en el pasado, en un momento en que no pudimos dar una respuesta adecuada a la situación y ésta nos superó dejando una huella en nuestro yo que nos acobarda frente a situaciones que se asocian al esquema emocional. Supongo que la frase que comentamos se refiere a esta situación. Pero aún así se puede dar la paradoja de que ese esquema de miedo sea el desencadenante de una actitud exterior fuerte, como compensación, que puede ser la que multiplica las amenazas. Un caso que explica este proceso puede ser USA, un país matón que con su actitud de prepotencia, multiplica las amenazas exteriores. ¿Cuáles serán las debilidades que intenta disfrazar?

    Pero es que además, en el camino espiritual, la fuerza y sabiduría del iniciado, aumentan en proporción al reconocimiento de las propias debilidades. Y el reconocimiento de las mismas los hace inmunes al miedo. De hecho el héroe cultural occidental, Jesucristo, obtiene todo su poder transformador del momento de máxima debilidad: su paso por la cruz.¿Por qué creéis que se convirtió en una amenaza para todo un imperio romano, por su fuerza o por su debilidad?

    Por cierto, me gustaría saber en qué contexto se pronunció Krishnamurti en el sentido de la frase que comentamos.

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  11. “Una mujer de carácter con una fuerza en parte oculta… ¿cómo lo diría? No astucia sino sutileza, algo que trabaja por debajo. Una atracción, una torsión, como un mar de fondo: amenazante.” Virginia Wolf.

    Estaremos de acuerdo, en que tal figura femenina a menudo provoca que algunos hombres se pongan en guardia e intenten demostrar su fuerza (defensivamente) frente a la amenaza y el parejo sentimiento de debilidad, que perciben en ellas.

    ¿Pero qué es lo que da miedo a estos hombres? ¿De dónde procede la amenaza? ¿Por qué enmascaran la debilidad que sienten con una fachada imperturbable o una frivolidad evasiva?

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  12. Desde luego, y nunca es tarde. Un abrazo.

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  13. Muy cierto.Mires por donde mires,todo está en estado de alarma.Luego vas al bar de la esquina para tomarte una caña con una de calamares y todo parece como si no pasara nada.Por ejemplo,ahora todos los alimentos que anuncian por doquier me parecen,me saben a medicamentos.Todos tienen alguna cosa que va bien para nuestro organismo.Nadie se como ya un plato de lentejas porque le viene de gusto,sino porque tienen mucho hierro.Por otra parte,aumenta el número de hipocondríacos, es decir,que también empezamos a paceder nuestra salud.
    Un abrazo.

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  14. Hola a todos.

    Ella, insisto en la frase: hay peligros reales, y nos amenazan, pero nada influye tanto en nuestros miedos como nuestra debilidad. Los multiplica y los magnifica. Todo nos parece temible; y en todos vemos agresores.

    Taliesín, no, no me refiero a ese segundo caso del que hablas. Cuando uno tiene miedo a la oscuridad, no deja de oír ruidos sospechosos; y da igual que nunca le haya ocurrido nada malo a oscuras.

    Hablas de países. No sé si la frase sirve para un colectivo, pero sí te puedo asegurar que basta pasar una temporada en EE.UU. para comprobar que es un país en conjunto atemorizado, aterrorizado, a un nivel inaudito en Europa. Y no sé si es antes el huevo o la gallina, pero sí que sus gobernantes lo saben.

    Por otra parte, el reconocimiento y la consciencia de las propias debilidades es una fortaleza. Ese reconocimiento del que hablas no tiene cabida en el débil, creo yo. Y en este caso, desde el momento en que sé que es mi propia inseguridad la que me hace recibir negativamente la actitud de una persona hacia mí, el problema desaparece.
    Jesucristo (en su papel como líder), en mi opinión, no es un buen ejemplo de lo que yo quería comentar. Es más, me parece el cotraejemplo: a pesar de la precariedad material, su fortaleza mental, su confianza en sí mismo, su personalidad, en fin, anulan las amenazas; nada lo es, ni siquiera su muerte.

    Un abrazo a todos.

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  15. El reconocimiento de la propia debilidad es debilidad misma y solo se convierte en fortaleza como una operación mental y a posteiori. O como el apriori de una ideología, llámase religión o cualquier otro ismo.

    Es precisamente esa confusión la causa de la falta de eficacia terapeútica de las confesiones formalizadas. Nos "ayudan" a ser fuertes contra las tentaciones (debilidades) evitándonos la tarea de vivir nuestra constitutiva debilidad, para desde allí transformarla en consciencia. Se cree que eso ya fué realizado (en la cruz) por Jesucristo de una vez y para siempre, para el conjunto de la humanidad. A veces aluden a coger la propia cruz, pero como un torpe consejo de resignación, no como la ineludible tarea de todo individuo.

    Una desgracia, pues de esa actitud nacen todos los totalitarismos, incluido el del ego sometedor de Eros, que hace de la realidad un desierto de abstraciones.

    Un abrazo cálido

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  16. Creo que no nos estamos entendiendo.

    No, no estoy de acuerdo con que admitir una debilidad sea otra. En absoluto. A no ser que estés hablando de una batalla, de un duelo contra alguien, o en general de una cuestión de posición frente a otros.

    Pero es que nada tiene que ver eso con el tema, creo yo.

    Esta es una cuestión íntima. Un proceso interno, que afectará a nuestra vida y por tanto a los demás, pero en el que los demás no toman parte. Uno se arregla consigo mismo.

    Yo no estoy hablando de confesarse pecador ni de decir que uno es sucio y miserable. Estoy hablando de conocerse y asumir las propias limitaciones, con sinceridad y coherencia. Nada tiene que ver con ponerlo en manos de terceros para soltar lastre.

    Y creo que ese proceso es el punto de partida de un proceso de superación, y ya, en sí mismo, un acto de fortaleza. Es el primer paso, y ya un buen síntoma, de un intento de vivir con madurez y responsabilidad. No sólo no impide vivir nuestra debilidad, como dices, sino que en mi opinión es condición necesaria para hacerlo.

    Creo.

    Un saludo.

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  17. Efectivamente, no estamos entendiendo la “cosa”. Claro que una debilidad no es otra: es ella misma. Estamos hablando de un proceso interno y no hablamos de pecado, que tiene unas connotaciones morales que no vienen al caso, sino de limitaciones. Podemos hasta convenir en llamarle fortaleza al momento en que la vivencia de la debilidad se transforma en conciencia de la propia limitación.

    Pero lo que nos está haciendo discurrir es si el número de amenazas que percibimos es proporcional a nuestra debilidad. Y lo que parece más maduro y responsable es conscienciar que la percepción de amenaza se dá precisamente cuando uno se enroca en su fortaleza para evitar vivir auténticamente, desde nuestra frágil condición existencial.

    De modo que la percepción de amenaza, en realidad, es consecuencia de no vivenciar las debilidades, y son más peligrosas (las amenazas) cuanto más nos amparemos bajo el constructo ideal de un ego fuerte.

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  18. Bien. No me parece que nos estemos contradiciendo, ahora, ¿no?



    Hay debilidades completamente inconscientes. De hecho, me parece lo más habitual.
    Como habitual (aunque menos) es que se disfracen de fortaleza, como dices; pero una fortaleza que sólo sobrevive si no se pone a prueba, para lo cual tiene que ser intransigente, probablemente incluso despectiva, distante, incapaz de entablar batalla (de ponerse a prueba, repito), porque si lo hace se derrumba.

    En fin, se podría concretar mucho más, supongo.

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  19. Sí, creo que los dos vamos entendiendo. Quizá sea el momento de agradecerte que los que visitamos este blog podamos entendernos a nosotros mismos gracias al discurso compatido. Gracias de verdad.

    Sería interesante concretar más… y el caso del hombre que se siente amenazado por una mujer que tiene el poder de una fuerza oculta puede ser muy revelador.

    Y es que esa fuerza en la mujer que el hombre vive como debilidad y por la cual se siente amenazado es precisamente Eros. Y efectivamente, es el carácter insconciente del mismo, tal como apuntas, el que lo hace debilitador para muchos hombres que se protegen con una personalidad intransigente.

    Sería interesante que se animaran los comentaristas a concretar algo más ...

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  20. La misma causa en la actitud matona de los Estados Unidos que en un hombre que se protege detrás de la intransigencia: el miedo. Es verdad, todo depende del miedo que nos dé enfrentarnos a las cosas. Y desde aqui, no queda mas remedio que pensar en el porqué y no se me ocurre nada mas que serán las diferencias, que siempre han servido para hacernos asustar mucho. Hay cosas a las que enfrentarse es dificil, pero si encima les pones toda una liturgia detrás, los fantasmas llevarán ya hasta la sábana puesta!

    Un beso

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  21. El tema sin duda es apasionante. En el entorno empresarial digamos que "está de moda" el realizar análisis DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades) de los procesos empresariales. Y las metodologías para realizar estos análisis dan por establecido que las debilidades y fortalezas son internas y las amenazas y oportunidades son externas. Y que de las amenazas que se descubran en el proceso de análisis "hay que defenderse".

    Habría que analizar si los propios analistas descubren un número de amenazas proporcional al de debilidades. Personalmente opino que efectivamente percibimos un número de amenazas proporcional a nuestra debilidad,pero que la debilidad tiene muchos matices: un ego intransigente, una masculinidad mal entendida,una falta de adaptación a las situaciones cambiantes,... e incluso, y esto es para pensárselo, una gran imaginación. Porque son los que más imaginan o los que más reflexionan los que van más allá,ya partir de la percepción de una amenaza son capaces de aventurar consecuencias tremendas que hacen crecer esa amenaza y la transforman en un miedo paralizador. Y ese miedo me atrevo a decir que es la madre de la infelicidad.

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  22. Anónimo:
    Tu ejemplo es muy revelador para el tema que nos ocupa. DAFO tiene sentido en una lógica de empresa que como en la lógica del ego sigue el principio de conservación. Es posible que una empresa o ego flexible se adapte a un entorno cambiante y tenga éxito en su misión de supervivencia. Con este ejemplo estaríamos en el reino de las amenazas del “mundo real”, por decirlo de alguna manera, y podríamos acordar que en este reino, las amenazas se pueden controlar, pero nadie aspiraría a anularlas (en su conjunto) pues va implícito en el “juego” que al afirmarse uno en un sector va a encontrar competidores que también se quieren afirmar a nuestra consta.

    Sin embargo cuando hablamos de amenazas percibidas entramos en un reino psico-lógico en el que dos más dos no son cuatro, ni la fortaleza del ego elimina sin más nuestras debilidades, sino que incluso las puede incrementar: la histeria aumenta cuanto más se pretende controlar el deseo.

    Por esta razón habíamos llegado en nuestro discurrir a las siguientes conclusiones:
    a) las amenazas dependen de debilidades no consideradas,
    b) es el ego rígido el que desconsidera las debilidades por que se siente amenazado por ellas y aspira, como ideal, al control de la situación (como en DAFO).
    c) La clave de la eliminación de las amenazas está en vivenciar, ser consciente y relacionarse con la otredad, la diferencia que dice ELLA, lo desconocido y oculto, o lo inconciente.

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  23. Max,
    Amén se dice al final de una plegaria, no de un razonamiento, pues éste se puede rebatir o profundizar y en la oración solo asentimos.

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  24. Ese alias es taliesin

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  25. ¿Cuándo se superan las debilidades asumidas por las amenazas percibidas? ¿Cuándo vuelves a tener la sensación de que solo tú llevas las riendas de tu vida?
    O mejor que cuándo CÓMO?.

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  26. Una cosa son los miedos, tal y como aquí habíamos dicho (Taliesín mejor que yo, confirmo ahora, cuatro años después), y otra los problemas.
    Y a veces no conseguimos solucionar los problemas por culpa de nuestros miedos.

    Pero, ojo, ni mucho menos creo que todos los miedos sean solo el fruto de una debilidad subjetiva. Hay que valorar con sensatez.

    Ánimo. Un beso.

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  27. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  28. Muy buena pregunta, 1730. ¿Cuándo/cómo se superan las debilidades asumidas por las amenazas percibidas?

    La misma manera de hacer la pregunta me ha llevado a mirar la debilidad y la amenaza desde otro ángulo distinto al de la mutua dependencia (causal): el de la co-emergencia de ámbas. Es decir, la percepción de amenaza y el sentimiento de debilidad, aparecen juntos en la constitución de la experiencia del yo y solo las podemos separar en un proceso posterior de análisis.

    Esa perspectiva nos situaría en el supuesto que comentabamos arriba: el de la existencia de un esquema emocional de miedo en la memoria que se activa ante situaciones deteterminadas, construyendo nuestra experiencia de la situación como amenazante.

    Pero claro, en este contexto, “debilidades asumidas” parece expresar la constatación de un yo que se constituye percibiendo amenaza, algo distinto a lo que arriba se hablaba como asunción de la debilidad, que nos ayudaría a conocer los propios límites y la nuestra dependencia de los otros.

    ¿Como volver a tener la sensación de que uno lleva la riendas de la vida?

    De forma metafórica, yo diría que lo que tenemos que hacer es aplicar el microscopio para poder ver con lentes de aumento, la manera de discurrir nuestra experiencia, aprendiendo a no agarrarnos a la misma y dejándola pasar. Esto es meditación.

    Tambien hay otra forma, para realizar mejor con la ayuda de alguien, que es la de capturar (con el microscopio) una “sensación sentida” (de la situación) en el cuerpo , sensación que estaría por detrás del miedo, y a partir de la cual podríamos simbolizar (hablar, imaginar, etc), recorriendo caminos diferentes de los raíles marcados por el esquema emocional.

    (Qué pasada! Cómo pasa el tiempo! eh, Porto?)

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  29. Gracias, sois de mucha ayuda.

    Había pensado pedirles a los Reyes un telescopio para mi hijo... ahora también les voy a pedir "un microscopio" para mí.

    Un bico.

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