Lectura.
[Bueno, qué, al fin y al cabo el blog es mío, ¿no?]
Estamos desayunando los tres (Carlos aún va por libre). Mi hija está en el medio con un libro delante, y lee, debajo del correspondiente dibujo:
- Ge, u, ese, a, ene y o.
- ¡Muy bien! ¿Y sabes qué pone?
- Ciempiés.
jajaja, fantástico.
ResponderEliminarGenial.
ResponderEliminarPorto, guarda estas pequeñas y maravillosas joyas infantiles, te encantará leerlas cuando ella sea mayor, te lo aseguro.
Me dediqué a escribir para no olvidarlas, las de mis hijas y las hay de una logica aplastante para esa edad.
Saludos cordiales.
Esa niña promete. ¿Leyó el último post de Alexandrós? Los niños del noroeste son de lo más ingenioso.
ResponderEliminarSí, lo leí, Alicia. No sé si la zona influye (he vivido en Cádiz y...), pero los niños son inagotablemente sorprendentes.
ResponderEliminarClaro, estas cosas hay que guardarlas, y luego recordarlas y enseñárselas a ella.
Saludos.
Pues no parece que ande descaminada, no.
ResponderEliminarMuy bueno, Porto.
Saludos.
Saludos, Miguel.
ResponderEliminarUna delicia estas pequeñas cosas...
ResponderEliminarUn saludo, Portorosa.
Bienvenida, Tacones.
ResponderEliminarJAJAJAJAJAJÁ, qué bueno! Me la puedo imaginar, seguro que es una preciosidad.
ResponderEliminarUn abrazo :-)
(Y tu comentario inicial: "Bueno, qué, al fin y al cabo el blog es mío, ¿no?" también me ha hecho sonreír :-))))
Hoy, 2 de octubre de 2006, zarpó de puerto desconocido una embarcación sin bandera que la identifique: SHANGRI-LA. DERIVAS Y FICCIONES APARTE.
ResponderEliminarHAHAHAHAHAHA!!!!
ResponderEliminarQue cosa más deliciosa.
Bellísimo golpe.
M.
Un fuerte abrazo, Jesús.
ResponderEliminarBueno, pues nace Shagri-la; he visto entre sus redactores a un par de conocidos. Mucha suerte.
Hola, Miranda. Sí, fue muy gracioso.
ResponderEliminarBeso.
Me parto, tienes una linda surrealista en ciernes...
ResponderEliminar¡Eso es genial, Porto!
ResponderEliminarA ver, a ver; es fascinante pensar en qué persona irá siendo (¿irá siendo?).
ResponderEliminarBienvenida/o, India Ning.
Sí. Por eso os lo cuento. Me alegro mucho de verte, T.
Insisto, esa niña tiene futuro literario.
ResponderEliminarUn abrazo, Dionisio.
ResponderEliminarLo bueno de esto es ver como contemplan el mundo desde ese punto de vista tan particular. Yo me partido de la risa con este y con lo del pescado. Te quedan muchas risas que echar todavia, la imaginación de los niños es desbordante y acabas por darte cuenta de lo estandarizados y oxidados que estamos. Es muy dificil ver la vida como ellos la ven pero sin lugar a dudas el tener hijos te da esa nueva oportunidad, te hace recuperar parte de esa inocencia y sensibilidad. Espera a que crezca el enano, todos los niños son bastantes trogloditas y recurren menos a cosas tan sutiles como las de tu hija.
ResponderEliminarUn cariñoso abrazo para todos
Me gusta tu niña, pero también me gusta su padre. Especialmente algunas de esas salidas que tienes. La primera frase es, sencillamente, genial. :)
ResponderEliminarUn beso a repartir con ella, milord.
Bull, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices; y creo que lo has explicado muy bien. Los hijos te devuelven, más que ninguna otra cosa, la ilusión por la vida.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte para todos.
Muchas gracias, milady. Un beso para ti también.