Bienvenido a la tecnología, señor. ¿Qué quiere usted?, ¿escribir, señor?
Esto de los blogs es algo todavía muy nuevo para mí. En realidad, Internet es todavía muy nuevo para mí, y aunque lo entiendo no lo asimilo. Llevo un montón sin escribir nada, y ha sido porque me he pasado muchos días leyendo lo que hacían otros; y no sé qué pensar, todo esto me produce una mezcla de sensaciones que me desconcierta.
Por un lado, desconozco Internet casi por completo (tanto que aún la escribo con mayúsculas). Me refiero a sus posibilidades más allá del correo electrónico o buscar una información: a la cantidad de cosas que hay, a la infinidad de utilidades que se le pueden dar, a la variedad inmensa de temas, tendencias, actitudes hacia ella y hacia todo que uno descubre, gustos... en fin: mundos que puedes encontrar en ella, aunque suene muy tópico.
Por otro, está todo este "fenómeno" de los blogs. ¿Cuántos habrá?, ¿millones, ya? Me parece increíble. Y me resulta curioso cómo los blogueiros parecen ir formando sus grupos, sus entornos, y los utilizan para mantener relaciones (a veces en apariencia muy estrechas) con unos cuantos asiduos. Supongo que lo abrumador de las posibilidades hace inevitables estos pequeños círculos, pues la mayoría tenderá a ir acotando -al menos temporalmente- su pequeña y abarcable parcela de interés.
Y dentro de los blogs, me paro mucho más (por haber empezado yo el mío por esas mismas razones, claro) en los que, en mi opinión, casi siempre obedecen a un deseo, o ilusión, o vocación, de escribir (y quizá, en algunos casos como el mío, a una frustración anticipada). Teniendo en cuenta los que yo he podido visitar en apenas una semana, supongo que sólo en España habrá miles de este tipo.
Sobre este último tipo, el de los aspirantes a escritor (entre los cuales me incluyo, que conste, y además con los adjetivos añadidos de "patético" y "eterno"), hay varias cosas que me llaman la atención:
- Muchos de los que los escriben parecen escribir sólo para colegas de blog.
Para mí, que hasta ahora pensaba que sólo me leerían mis amigos (lo que probablemente volverá a ser cierto una vez publique este post), esto es algo nuevo. Se crea así una especie de club de lectura en la red. Y esos clubes, que yo en principio vería como algo positivo, a veces me parecen demasiado autocomplacientes: a todo el mundo le encanta todo lo que hacen los demás, todos se piropean mucho y se juzgan brillantes.
- Cualquiera puede escribir, tan fácilmente como si lo hiciera en un cuaderno en casa; pero... aquí se lo publican. Aquí no hay filtros, todo vale. Te leerán o no, pero tú escribes y lo que escribes ya está disponible para el mundo entero. ¿Se dan cuenta de lo que significa eso?
- Eso significa, entre otras cosas, que hay una enorme mayoría que no son buenos en absoluto. Algunos incluso son muy malos, creo yo.
En general, cuanto más tienden a indagar en la verdadera naturaleza del alma, a diseccionar los entresijos de la amistad y el amor, y a explorar los sentimientos más nobles del Hombre, peores y más almibarados son (¿por qué?, pues porque para escribir de esas cosas hay que escribir muy bien). Y si todo eso lo intentan hacer en poesía, ya es la leche.
- Y hay, por fin, algunos blogs "de escritura" que a mí me parecen buenos. Creo que en ellos se ve cierto talento; es decir: inteligencia, sensibilidad, sentido del humor, facilidad para la reflexión, para el análisis, carácter observador, etc., etc... y capacidad para expresar todo eso bien (esto último es imprescindible para escribir, me temo; es duro pero es así, lo otro no llega).
Como digo, hay varios que me parecen buenos de verdad (y es en ellos en los que comento, ¿eh?; ¡no dejo comentarios en los del apartado anterior, aviso!), pero es que ha habido uno o dos -o como mucho tres- que me han dejado asombrado, y creo, por lo poco que les he leído, que valen.
¡Sí, sí, que valen: que sus autores podrían escribir, escribir de verdad!
En fin, que todo esto es muy raro; pero creo que estoy viendo muchas cosas nuevas, e incluso pseudo-conociendo a gente que vale la pena, y por ahora me quedo.
No sé si lo que he dicho, en el hipotético caso de que le interese a alguien, puede haber herido alguna susceptibilidad. Por si acaso, quiero dejar claro que se trata sólo de mi opinión subjetiva y parcial, que no intento establecer un canon virtual; que sé que hay gente que no escribe por las razones que yo he puesto aquí, sino que consideran que esto ya es escribir y disfrutan de ello; y que considero mi blog, dentro de los "de escritura", malo.
Bastante malo, además; lo cual, como comprenderán, me jode.
Cuando tengo tiempo me dedico a ir enlazando de blog a blog e ir viendo lo curiosas que resultan las listas de enlaces de algunos.
ResponderEliminarSi bien es cierto que se publica de todo, no es menos cierto que eso también ocurre (en menor medida por supuesto) con los libros y lo que es peor con criterios puramente comerciales en la mayoría de ocasiones.
Lo mejor de todo esto es la libertad de escribir lo que uno quiera y la libertad de leer a quien uno quiera, la libertad de elegir de una forma rápida.
Seguramente algunos de los que tú dices que podrían "escribir de verdad" ya lo hacen. Eso no impide que quieran tener un espacio así, más libre, sin restricciones de ningún tipo.
Por cierto, déjame que te diga que escribes bien, muy bien, que cuidas y mucho el lenguaje y que tienes una forma muy inteligente y elegante de decir las cosas, mi querido Señor de Portorosa.
Bicos.
De acuerdo con casi todo lo que dices en tu post: lo de los círculos cerrados, la autocomplacencia, el almibar, la torrencial e indiscriminada avalancha de "publicaciones" (los ojos llorosos de buscar algo bueno que llevarse al cerebro). Devorados por la acción, estamos necesitados de miradas críticas como la tuya (y más que debiera haber)en la blogosfera. Sólo en una cosa no estoy de acuerdo contigo: porque yo creo que escribes bien, muy bien, con "voz propia", con un estilo elegante. Me gustan, sobre todo, tu sensibilidad y esa ternura pudorosamente dosificada, sobriamente contenida. Además, da gusto leer unos textos que revelan el sólido bagaje cultural de su autor, tanto en las referencias como en la estructura sintáctica y en el acervo léxico (un "autor culto": un bien escasísimo, rara avis). Haz el favor de creértelo de una vez, estimado Señor de Portorosa. Cuando lo hagas, descubrirás que escribes mejor. Y tus lectores, agradecidos. (La autoestima es lo que tiene, que es como el bouquet del vino). Un abrazo.
ResponderEliminarIris y Ernesto:
ResponderEliminarDado que no nos conocemos absolutamente de nada más que de leernos aquí, y que puede incluso que alguno de nosotros tres ni siquiera exista, es muy improbable que me digáis esas cosas porque me queráis pedir un favor; así que muchísimas gracias a los dos, de verdad (yo me tengo en poca estima, sinceramente, pero agradezco mucho los ánimos; me duran poco pero me consuelan mucho). Muchas gracias a ambos.
Lo que dices de la libertad de mostrar y de elegir, Iris, también lo creo yo. De hecho, he estado a punto de añadirlo, pero me parecía hacer un poquillo de trampa, aprovecharme así de ti.
Gracias de nuevo.
Puedes trampear "a la gallega" todo lo que quieras, tienes mi permiso. Es más, me encantará que recojas en tus escritos un pensamiento mío.
ResponderEliminarPor cierto, quería pedirte un favor ... (es broma).
Otra cosa: no sé tú pero yo existo ...
Besos galaicos y morriñosos.
Bueno, por lo menos alguien existe, Iris. Gracias otra vez, neniña.
ResponderEliminarDonna, no sé si te he dicho que cada vez me gusta más como escribes. Eres una incógnita, para mí (desde hace una semana, pero una incógnita al fin y al cabo); por las horas en las que escribes, por cosas personales que te voy leyendo, por algunos detalles de tu familia que cuentas, y porque todo eso corresponde a alguien que escribe así y debe de leer muy bien, eres una incógnita para mí. Y aun encima una incógnita muy lúcida.
Pues me voy a mirar al ombligo y voy a alardear de ese valor con el que me metí ayer en el blog de Zucco (soy muy miedica) y expondré aquí las razones de mi bitácora: escribir. Esa es la primera y fundamental. No sé si lo hago bien o mal, no aspiro a ganarme la vida con ello (aunque no me importaría, claro), pero empecé el blog para coger de nuevo el ritmo de escritura que tenía abandonado por causas ajenas a mi voluntad.
ResponderEliminarEn principio pensaba "hablar" creando un personaje, esto es, la Señorita Calamidad. Pero esta señorita se ha apropiado de mi mente y funciona de manera autónoma. Es más, creo que Calamity y yo empezamos a ser la misma. Así que el diario a días es cada vez más íntimo y más personal y otros días, pues no sé. La mayoría una caca, vale, pero por lo menos escribo.
En segundo lugar, también me apetecía conocer gente. Me siento bastante sola en una ciudad tan grande como Madrid, ya ves. Con lo cual a veces caigo en el fácil halago y crítica light. Incluso empiezo a usar jerga fonética que no me gusta (ainsss, joer, y ese tipo de palabras que no existen). Sinceramente no me gusta. Pero seguramente como todos los lastres que nos acompañan en la vida estos iran cayendo poco a poco.
En los pocos meses que llevo en este mundo de los blogs puedo hacer una gran diferenciación entre gente a la que admiro y gente a la que soy fiel. Los primeros (entre ellos tú; como vuelvas a decir que escribes mal yo dejo de escribir, en serio) son para mi lo mejor que he ido viendo de por aquí. Bien por su prosa, por su manera de contar los sentimientos, por la cercanía en sus palabras o por yo qué sé. Los segundos, a los que dedico mi fidelidad, puede ser que no sean Cervantes ni Quevedo, pero me suelen hacer reir. Comparto aventuras con alguno de ellos y no sé, me alegran de vez en cuando estos grises días frente al ordenador.
Soy una plasta, lo siento. Por último (antes de que mi estómago me devore la neurona con el hambre que estoy pasando a las horas que son) decirte también que puedo contar con un par de grades amigos en esto de la blogosfera... Y lo más curioso es que a esos amigos no les he visto todavía la cara, ni les he dado un beso ni siquiera un apretón de manos, pero para mi son amigos.
Uff, qué rollete, de veras, lo siento Portorosa, pero lo tenía que decir. Ha sido un arrebato. Un besote, Cal.
Donna, eso espero (lo de no sacarte de aquí), porque, ahora que sé hacerlo, voy a "enlazarte" en mi margen, si no te importa. Y será para mí un honor.
ResponderEliminarPor cierto, leí algunas cosas de Innisfree y me pareció muy bueno, bueno "en serio". ¿No lo crees así? Supongo que decidió "intentarlo", así que ojalá tenga suerte.
Calamity, yo, a pesar de lo que he dicho de los círculos de lectores mutuos, estoy encantado de que me dejen comentarios, y más si son tan sinceros y sentidos como el tuyo (¿ves?, ¡ya estamos haciéndonos la pelota y tirándonos pétalos de rosa unos a otros!). Felicidades a Floÿd. Muchas gracias, C.
Bueno, en realidad Innisfree fue obra (lamentablemente, hay que usar el pretérito indefinido) de un poeta premiado y publicado. Y es muy bueno, sí.
ResponderEliminarConsidero que no estoy en tu lista de los blogs malos, sino en la de los malísimos porque no tengo ni la mitad de la capacidad para escribir que tú tienes, ni la cantidad de léxico que posees, ni la sintaxis tan reglada que utilizas, pero aún así te diré que seguiré escribiendo (dirás tú: "pues vale, a mí qué me importa"). Primero porque me gusta, segundo porque me encanta plasmar por escrito la cantidad de cositas que surgen a lo largo del día que voy anotando en mi agenda y luego lanzo "al aire", me ayuda a ordenar mi cabecita, mis ideas y tercero, insisto, lo hago por mí no para que me halague nadie pero si "hay alguien por ahí suelto" que lee mis historias, le gustan y las comparte aunque escriba de puta pena, bienvenid@ sea!!! Agradezco además mucho a la persona que me introdujo en el mundo de la blogomania.
ResponderEliminarNo te desvalorices tanto, escribes muy bien, deberías subir un poquito tu autoestima.
Gwydir, lo último que quiero es faltarle al respeto a nadie, y menos a alguien tan sincero y lleno de buena intención como tú (yo, a través que quien sospechas, y a quien dices estarle agradecida, también te leo, y compruebo cómo en cada post pones mil veces más sentimiento que yo).
ResponderEliminarPor favor, no te molestes conmigo. ¡Con la cantidad de gente que conozco a la que no me importaría nada cabrear, y voy a enfadarte a ti!
No me cabreo querido Portorosa, tal vez fue el "xeitiño" de decirlo. Yo reconozco la "mala calidad" de mis posts, en parte porque soy muy impulsiva, pongo sentimiento y escribo p'alante y ..... va, a veces, como va.
ResponderEliminarQué avispado, qué bien has leído entrelíneas!
Bicos.
En realidad, Portorosa, nadie sabe muy bien de qué habla cuando habla del fenómeno blog. Lo que te dicen aquí arriba mis amigos Iris, ernesto, La Donna, es lo más sensato porque ellosºson de los más sensatos e inteligentes. Pero la cosa tiende a magnificarse (el fenómeno alternativo a la prensa manipulada...y cosas así), o a trivializarse (unos desocupados solitarios escribiendo para los amiguetes), o incluso a verse con un cierto desprecio (como las secciones de contactos y tal). Yo creo que la cosa está entre las tres. Ah, por cierto, mil gracias por distinguirme en tus enlaces. Y un consejo: no dejes de escribir aunque sea un poco todos los días. escribirás más fluido, mejor y te costará menos esfuerzo cada vez. Un abrazo.
ResponderEliminarIntentaré seguir tu consejo, Roberto, lo que ocurre es que a veces me resulta materialmente imposible, y además -y sobre todo-, soy muy, muy inconstante, muy vago y no persevero nunca en nada de lo que hago.
ResponderEliminarPero muchas gracias. Un abrazo.
Sin desear decir nada más, Chapeau!
ResponderEliminarLos círculos de autoayuda y de ciber-buen-rollito son la lacra de Internet.
ResponderEliminarA mí me da auténtica lástima comprobar cómo un medio potencialmente tan útil como Internet es fagocitado por sus propios usuarios, hasta el punto de convertirse en algo absurdo.
Cuando empecé a conectarme, hará unos 4 años, aún existía el fenómeno de los foros, aunque estaba dando sus últimos coletazos.
En aquella época, a cualquier hora del día, te encontrabas decenas de temas interesantes sobre los cuales debatir... por desgracia, con la popularización de Internet, y especialmente con la llegada de la gente de mi generación, con sus lenguajes de teléfono móvil, comentarios banales sobre fiestas y demás, amén del compadreo y el meloseo entre usuarios habituales que excluía de antemano a cualquier novato, el fenómeno foro fue diluyéndose, pues las personas que alimentaban los foros (es decir, las que aportaban cosas) se fueron marchando, huyendo.
Muchos de ellos (yo entre ellos) se "refugiaron" en el emergente fenómeno blog, que nació en gran medida a partir de foreros desilusionados. Falso espejismo, pues la misma banalidad y coleguismo que se creó en los foros, se ha apoderado también de los blogs, especialmente en los más populares, en los que una opinión discordante es atacada por la jauría de lobos mamporreros que se enlazan obsesivamente y se lisonjean mutuamente y en los comentarios.
Con los chat, sucede algo similar. Lo que en un inicio tal vez fuera un canal de comunicación interesante, ha terminado por convertirse en el lugar donde gente con graves carencias afectivas o sociales canaliza su frustración y trata de recuperar el autoestima a base de darse ciber-amor y ciber-amistad, que no es más que un vulgar e hipócrita "yo te doy cremita, tú me das cremita" mediante el cual satisfacer sus necesidades afectivas.
No es sólo el fenómeno de los blog, sino es la Red en general la que ha perdido calidad hasta el punto de que encontrar un reducto interesante se convierte en una auténtica odisea.
Un saludo.
Merci, Attica!
ResponderEliminarBueno, Anacoreta, desde luego sabes más de todo este mundillo que yo. Suena todo muy convincente, así que gracias por la explicación.
Habrás comprobado, leyendo los comentarios sobre tu post, que lo que has escrito no ha sido, en absoluto, banal ni baldío. Es más: ha generado inquietud, apoyo, polémica, adhesiones y, en general, admiración. Usando tu última expresión, hay algo que a mí, que además de compañero y lector te considero amigo, me jode: el hecho de que te consideres malo. Mi opinión, que es tan válida como otra cualquiera, es que escribes bien, con sentido y sensibilidad. También que es normal cuestionarse continuamente lo que uno está haciendo: ése es el motor de cualquier mejora. Pero dicho cuestionamiento no implica autofustigamiento (toma palabreja). El secreto del equilibrio personal consiste en la muy difícil tarea de saberse valorar uno mismo en su justa medida: conocer tanto lo bueno como lo malo que atesoramos. De lo contrario, al flagelarte públicamente, corres el riesgo de que ocurra aquello que aborreces: que te pasen la mano por el lomo mientras te repiten: pero, neniño, estás equivocado, eres muy bueno, escribes muy bien, tus contenidos son apasionantes... Efectivamente es cierto que, entre los blogs, como en la vida, hay de todo: bueno y malo, excelente o regular, aburrido o apasionante. Pero en casi todos ellos se aprecia la intención de ofrecer al mundo ALGO MAS que nuestra presencia cotidiana. Necesitamos compartir, enriquecernos con los demás, contrastar ideas, debatirlas o alabarlas... Y en el intento ya está parte del triunfo. Ánimo y no nos dejes. A tu ritmo, a modiño, puesto que la cantidad no hace la calidad. Y no caigas, te lo digo con todo el cariño, ni en el derrotismo, ni en la inconstancia ni en la pereza, pues son debilidades que alguien tan brillante como tú no puede ni debe permitirse.
ResponderEliminar¿Qué te voy a decir a ti que no sepas ya (aparte de que ayer a las 12 de la noche encendí la radio y llegó a mis oídos, por sorpresa, nuestra diosa cantando "Autumn in New York", y que fue un verdadero "golpe de placer", una verdadera maravilla (aun encima hacía calor, que es lo que le pega))?
ResponderEliminarComo siempre, aportas una visión general del asunto muy clara. No me extraña que fuese un paisano tuyo, d'Ors, el que dijo que una síntesis valía más que diez análisis.
Muchas gracias por lo que dices, sinceramente, y un abrazo muy fuerte.
Esta palmadita de Rythmduel, que parece conocerte muy bien y apreciarte mucho, vale más que mil blogs.
ResponderEliminarAlgo que no entiendo es que no valores todo lo bien que escribes (tanto por forma como por contenido), que te parezca tu blog una mezquindad. Entonces, esos que tú catalogas como muy malos........... ¿qué te transmiten? Deben ser hasta perjudiciales para la salud.
Portorosa, no creo que haya nadie que haga un blog por aburrimiento, pasar el rato etc... entonces, a mi parecer, todos tienen algo de la persona que los escribe y eso es único. Otra cosa bien distinta es que no lo compartamos, yo también he visto blogs que no me gustan en absoluto, de esos "perjudiciales para la salud", pero ésto no me creo rechazo ante la blogomania.Yo continuo como mi rollo, mi forma de la vida y sobre todo DISFRUTO.
Tu post me ronda la cabeza desde que lo leí....
UN BIQUIÑO
Puede que tenga que ver con el proverbial y justificado temor del hombre hacia la mujer intelectualmente dominante, y que en mi caso se traduce en un respeto que impone (imponía) distanciamiento. Pero, como veo que no desdeñas un abrazo a pesar de la pleitesía que te he rendido sin cesar desde que te conozco: un abrazo enorme, Donna.
ResponderEliminarGwydir, que no te ronde, mujer... Como te dije -o querría haberte dicho-, que no me guste un blog no significa en absoluto que no respete a quien lo escribe.De hecho, mi respeto no tiene por qué tener que ver con mi valoración "artística" (bueno, después de esta profunda reflexión, que sin duda dice mucho de mí, mejor me retiro; así que voy a despertar a mi hija de la siesta, que la tengo que llevar al festival de fin de curso de la guardería, y me voy). Gracias de nuevo, Gwydir.
¿Una mezquindad? ¡Yo no he dicho que considere lo mío una mezquindad, no te pases!
ResponderEliminarTampoco me considero un ser abyecto y rastrero, ni una persona vil y execrable, que conste (aunque a lo mejor es que lo he pensado poco).
Unha aperta moi grande, Gwydir. Y otro para Donna (cualquiera se fía).
¿Ves? Ya sabía yo que estabas tú atenta.
ResponderEliminar¿Te he dicho alguna vez que me gusta mucho cómo escribes?
La última pregunta a quién va a Donna o a Gwydir?????????'
ResponderEliminarUnha aperta dende este recuncho cheo de neboeiro.
Gwydir, era para la Donna, por alusiones (como ves, nuestros comentarios fueron simultáneos).
ResponderEliminarDonna (was her name), acabo de elogiarte merecidamente en tu blog.
ResponderEliminarLa paternidad responsable tiene cosas parecidas, y también estoy en casa; pero ni he encendido la tele.
Hoy ha sido un día triste, vi a una amiga sufrir por una de las cosas que la vida nos hace pasar a todos tarde o temprano. Y me quedé muy triste.
Ayer, después de bañarla, estaba bailando "West Side Story" con mi hija (tiene dos años), y, en un momento de tranquilidad, me dio un abrazo. Yo estaba de rodillas, y al abrazarla, de repente pensé en que ella sufriría, en que le harían daño; pensé incluso en que viviría mi muerte (ojalá), y que ella... Y empecé a llorar. Tuve que disimular, porque si no ella llora también, e hice que me reía. Le dije -como en un telefilm, ya ves, pero la vida real es así- que la quería, y ella me contestó lo mismo: "Ca caro, ca caro, ca caro..." (que es como lo dice, claro); con lo que, como te puedes imaginar, aún me costó más aguantarme.
Bueno, qué raro es todo esto, ¿verdad? Yo contando algo tan mío a alguien que no conozco y a cualquiera que lo lea, escudado en mi anonimato. Es todo muy extraño, para mí.
Como ves, me fío. Un abrazo.
Vaya jaleo dialéctico blogosférico que os traéis por aquí. Sólo quería decirte que, leches, llevo dando vueltas y vueltas a mi cabeza desde que leí tu artículo... Es sábado todavía pienso en todo esto. Portorosa, Portorosa, hacía tiempo que nadie me hacía cavilar tanto.
ResponderEliminar¡Mujer, no caviles tanto, que voy a tu blog y sigo viéndote echando la lengua! Ya me está pesando haber escrito eso. No le hagas caso, en serio; podía haber hablado de filatelia (sólo que no sé una palabra sobre filatelia), y así estarías tranquila.
ResponderEliminarUn abrazo.
Si estoy tranquila, muy tranquila. Y de verdad que un poco de reflexión no viene a nadie mal. La mayoría de la gente solamente existe, que diría Wilde, yo lo que quiero es vivir. Y este tipo de cosas me hacen sentir viva.
ResponderEliminarOye, ¿cómo has sabido que soy la de la lengua, ;P? Bah, ya desde enana dando guerra. Menuda he sido, si algún día tengo un hijo tan travieso como yo, no sé cómo acabarían mis nervios. Qué paciencia mis pobres padres, por dios. Un saludo y de nuevo gracias por estar ahí (me voy a ir a la cama que mañana tengo que estudiar, uff, estos exámenes los lunes son de lo peor), Cal.
Ah y tú en tu blog escribe lo que a ti te venga en gana, que para eso es tuyo. Y nada de pesares, que lo haces muy bien, hombre. Si no sabes de filatelia, pues nada, yo tampoco sé de tantas y tantas cosas y todavía me atrevo muchas veces a hablar de ellas(insensata que soy, ea). Más besos y hasta mañana.
ResponderEliminarLlego un poco tarde, aunque espero que se me disculpe. Hoy estoy dándole vueltas a los enlaces de los enlaces de los enlaces, y hasta aquí llegué.
ResponderEliminarEn los comentarios anteriores se demuestra que es cierto casi todo lo que planteas. Que todos hemos pasado por esa etapa de círculos más o menos cerrados, de 'amigos' complacientes y comentarios bienintencionados. Y que todos, como lo demuestra mi llegada hoy hasta aquí, con el tiempo, hemos ido ampliando el círculo y seleccionando cada vez un poco más lo que leemos. Que algunas veces no tiene nada que ver con lo que 'enlazamos'. No sé si me explico. Pero algo sí está claro. Que volveré por aquí. A menudo.
Yo también. Que enlazo unas cosas y leo otras, digo.
ResponderEliminarHola, Sr. de Portorosa sentado en una silla. llego a tus textos desde Muralla. La verdad me ha invadido una enorme curiosidad por el nombre de Portorosa. Yo no se donde está (perdón por mi incultura)y me suena divino. Soy gallego como tú y como Muralla y me pareen muy acertadas tus opiniones en este texto en el que te dejo el comentario. Te invito a pasear por mis palyas abandonadas y a ser sincero conmigo. probablemente sea de los del pastel almibarado, pero quizás no.
ResponderEliminarUn saludiño.
¿Y tú, tan atrás?
ResponderEliminarHan cambiado cosas desde este post, pero no pocas sigo viéndolas igual. En cualquier caso, internet (ya con minúsculas) ha dejado más poso en mí en estos casi dos años del que esperaba.
Un beso, Donna.