18.2.15

Doce

Sigo aquí.

Tratando de lograr una rutina de trabajo diario, y siendo a la vez víctima de ella porque casi nunca me gustan las rutinas. Además, conseguir concentrarme, aunque se supone un triunfo, me aleja de lo(s) demás. Espero al menos que todo esto dé el fruto que tenga que dar.

Posibilidades, me hace falta sentir que tengo posibilidades. Que no todo está ya dicho (para bien, por favor, para bien).

Carlos y yo hemos empezado  a ir juntos a clase de dibujo. Eso es abrir una puerta.

Y mientras, Paula cumple doce años. Doce. Doce significa dulce en gallego. Como ella.


6 comentarios:

  1. Vaya... ¿sigue aquí? Empezaba a pensar que el Señor de Portorosa nos había abandonado.

    Rutina ¿quién no se ha sentido alguna vez preso de ella? Y digo yo, que podía usted cambiar la ruta para ir a su trabajo y así a lo mejor volvía a escribir una de esas historias, que por cierto a mí me encantaban, en donde hacía sentir a sus lectores las experiencias que vivía a través de la ventanilla de su coche.

    Los que le apreciamos nos alegramos de sus triunfos siempre que, estos, no le alejen de nosotros.

    Creo que tiene posibilidades, muchas, para que algo suceda (para bien, por favor, para bien).

    Practicar una nueva actividad, ir a clase de dibujo, es una clave para salir de la rutina y si encima va con Carlos me parece genial.

    No tenía ni idea de lo que significaba doce en gallego, pero me ha encantado.
    Ledicia. Descubrí esta palabra hace unos días, me siento muy identificada con ella.

    Un abrazo, esta vez, desde mi casita verde en tierras gallegas.
    Elena.

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  2. Me alegra especialmente tu comentario, Elena. Gracias por los buenos deseos. Aunque poco tiempo tengo para escribir aquí.

    Cuídate en tu casita gallega.
    Besos.

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  3. Sí, poco tiempo tienes, en fin. Lo que describes o cuentas es la vida, creo, que pasa.

    Un abrazo

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  4. La vida que pasa. Tiene un lado triste; pero peor es que no pase.

    Un abrazo, J. L.

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  5. Todo te es "dulce", amigo. Solo falta que empieces a sentir así esa rutina que te conduce, quieras o no, a entender y explicar mejor el mundo.

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  6. Sí, es verdad. El camino y todo eso. Esto quería.

    Un abrazo.

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