28.1.09

Ola al culo

No, no hay ningún error; he querido decir ola y no oda. Ola, de hacer la ola.

¿A ustedes les gusta que les miren el culo? ¿Por la calle, en el trabajo, en la compra, en una cola, su pareja, los amigos, desconocidos?

Yo creo que mayoritariamente se considera una grosería. Pero al menos algunos coincidirán conmigo en que todo depende de quién mire y cómo lo haga.

Centrándome en el caso hombre-mira-culo-de-mujer, que es con el que, casualmente, más familiarizado estoy, me temo que el tío baboso de mirada babosa nos hace un flaco favor al resto del colectivo y, en fin, históricamente nos ha desprestigiado mucho, como el que grita algo soez o emite sonidos inspirados en el pastoreo.

Pero estoy aquí para romper una lanza a favor de mirar los culos. Sé que políticamente no es muy correcto y me expongo a más de una crítica, pero correré ese riesgo. Y para vencer su resistencia, y como en este caso sí es cierto que una imagen vale más que mil palabras, miren esta foto genial:




¿Qué ven ustedes ahí? ¿Machismo? ¿Falta de educación? Pues será que me pongo en el otro lado, pero yo, sin duda, veo un homenaje.

Fíjense bien en sus caras (no me digan que no es una foto extraordinaria): todos miran, todos (es espectacular, la unanimidad; ¿sería alguna famosa?). ¿Y cuántas miradas irrespetuosas cuentan ustedes? ¿Ven falta de respeto? Porque yo no. Veo deseo, si quieren lascivia, pero sobre todo veo admiración; veo un acto de pleitesía.

Y volviendo a la calle, a la nuestra y no a la de la Roma de los años 30 o 40, y volviendo a los culos (porque en la foto quienes lo vemos somos nosotros, el fotógrafo y ese señor de la derecha, los únicos que estamos detrás), piensen en una mujer con un tipo espectacular y en cómo a su paso, y con un lapso de un par de segundos, se van girando las cabezas. Esas cabezas vueltas son, en mi opinión, un aplauso espontáneo, una muda ovación.

Piensen además en la belleza que hay tras ese gesto instintivo compartido por todos esos hombres, cada uno de su padre y de su madre, que en tantos temas discreparán pero que una cosa tienen clara: un buen culo es un buen culo.

Esas cabezas, insisto, volviéndose coreográficamente, esas cuidadas estrategias para disimular, esos ojos en los retrovisores, esos coches a punto de darle un golpe al de delante, y hasta esos tirones airados dados por las respectivas parejas, conforman, todos, como decía, un acto de homenaje, una reverencia entregada, una victoria efímera por la suerte de ver, una celebración colectiva de la belleza.

21.1.09

Hope and envy

That's what I felt yesterday, and what I feel today. Because of Obama, of course.

Yesterday, listening to the inaugural address; today, in his very first day, reading news like this one:

Barack Obama has requested the suspension of all military tribunals at Guantanamo Bay, in his first major act as US president.

(BBC News)

Hope, hearing how clearly he criticized past mistakes; how intelligently he showed to the world his willingness to dialogue; how he reminded that power doesn't give rights but entails responsibility, and how he explained to his fellow-citizens that the USA must reject "as false the choice between our safety and our ideals".

Envy, because of a leader that makes hundreds of thousands of people smile while he speaks about effort and burdens; because, for a while, and against my current opinions, I saw the good face of patriotism, and because of the sense of hope, pride and unity there was back in Washington yesterday afternoon.

Disappointment is always a threat. But let's wait and see if the chance has come.

19.1.09

Tu pupila azul

- Don Potato tiene los ojos muy pegados... tiene las pililas muy juntas.

16.1.09

Impasse

Escribir, sí que escribiría. Es de opinar de lo que no tengo ganas. Ni de opinar ni de dármelas de psicólogo como últimamente.

Se me han ocurrido unos cuantos temas: la cantidad de gente que cree que lo cortés quita lo valiente; las dañinas consecuencias del aburrimiento general; o lo increíble que me parece que hasta hace un par de años fuese una explicación con la que simplemente no contaba, y en cambio ahora no haya un sólo problema de carácter tras el que no vea otro de inseguridad. Pero nada, no me apetece darles vueltas. Y además estos días estoy convencido de que ya todo el mundo sabe todo y no hacemos más que contarnos unos a otros las mismas cosas con distintas palabras. Ya se me pasará.

También podría hablar de Gaza, claro. Y de muchos sitios de más abajo a la izquierda, o del fondo a la derecha, donde muere tanta gente como en Gaza o más. Pero qué les voy a contar yo que no puedan leer ustedes por ahí adelante, en la infinita red. Y, la verdad, hace ya tiempo que no uso el blog para eso.

La cuestión debe de ser que últimamente necesito poco el blog. Estoy bastante ocupado con otras cosas; ocupado y contento.

Y entre esas cosas, además de las de siempre, hay una novedad: un recién iniciado empeño académico con el que estoy muy ilusionado (¡al fin!) y al que a partir de ahora tendré que dedicar gran parte de mi tiempo.

Y supongo que se va a notar, aquí.


¿Cómo? Pero, pero... ¡pero no se rían!
¿Será posible? ¡Que dejen de aplaudir! ¡Que no, que no me voy del todo! ¡Que yo no he dicho eso, coño...!
No se las prometan tan felices, que no me voy, ni cierro el blog, ni nada.
Desde luego, cómo son, tanto años para esto, qué decepción...


12.1.09

Estoooo... ya tengo tele.

- Tienes mucho morro, porque tú tienes todo lo que quieres -me dijo. Y yo no reaccioné con rapidez, no supe darle (ni darme, que es peor) razones para vetarla completamente, y me remató- Eso es pensar sólo en uno mismo.

Si con cinco años me maneja así, ¿qué me espera?